Banner fruncio el ceno.
– No me equivoco.
Loren dejo el bocadillo y se sacudio las migas de las manos.
– Para empezar, vas a meter a la persona equivocada en la carcel. La prueba de los residuos de polvora demuestra que Jake Wolf no disparo a Drew Van Dyne.
– Dice que llevaba guantes.
Ahora le toco a Loren Muse fruncir el ceno.
– No va desencaminada -dijo Myron.
– Caramba, Myron, gracias.
– Oye, yo estoy de tu parte. Lorraine Wolf me dijo que habia disparado a Drew Van Dyne. ?No deberian juzgarla a ella?
Loren Muse se volvio hacia el.
– Yo no he dicho que creyera que fue Lorraine Wolf.
– ?Disculpa?
– A veces la respuesta mas obvia es la correcta.
Myron meneo la cabeza.
– No te sigo.
– Vuelve atras un momento -dijo Loren Muse.
– ?Cuando?
– Edna Skylar en la calle de Nueva York.
– Vale.
– Tal vez lo entendimos bien desde el principio. Desde que ella nos llamo.
– Sigo sin entender.
– Edna Skylar confirmo lo que ya sabiamos, que Katie Rochester habia huido. Y al principio, fue lo que pensamos de Aimee Biel tambien, ?no?
– ?Y?
Loren Muse no dijo nada.
– Espera un momento. ?Crees que Aimee Biel huyo?
– Hay muchas preguntas sin respuesta -dijo Loren.
– Pues pregunta.
– ?A quien?
– ?Como que a quien? Pregunta a Aimee Biel.
– Lo hemos intentado. -Loren Muse sonrio-. El abogado de Aimee no nos deja hablar con ella.
Myron se echo hacia atras.
– ?No te parece raro?
– Sus padres quieren que se olvide de todo.
– ?Por que?
– Porque fue una experiencia traumatica -dijo Myron.
Loren Muse se limito a mirarle, lo mismo que Lance Banner.
– Te conto -dijo Loren- que la drogaron y la tuvieron en una cabana de madera.
– ?Que pasa?
– Ese agujero hace aguas.
Myron noto un escalofrio en la nuca que bajo por su columna.
– ?Que agujero?
– Primero, la informadora anonima que me llamo, la que le vio paseando con Drew Van Dyne. Si habian secuestrado a Aimee, ?como era posible eso?
– Tu testigo se equivocaba.
– Pues me dio la marca del coche y me describio a Drew Van Dyne con pelos y senales. No se si se equivocaba.
– Los informadores anonimos no son fiables -dijo Myron.
– Bien, pasemos al agujero numero dos, el aborto a altas horas de la noche. Lo comprobamos en el St. Barnabas. Nadie le dijo nada de notificarlo a los padres. Es mas, no es verdad. La ley no es inamovible, pero en su caso da igual.
– Tiene dieciocho anos -interrumpio Myron.
Dieciocho. Mayor de edad. La edad otra vez.
– Exacto. Y hay mas.
Myron espero.
– Agujero numero tres: habia huellas de Aimee en casa de Drew Van Dyne.
– Tuvieron una aventura. Es normal que estuvieran desde hacia unas semanas.
– Encontramos sus huellas en una lata de refresco, en la cocina. Myron no dijo nada, pero sintio que algo en su interior empezaba a soltarse.
– Hemos investigado a conciencia a todos tus sospechosos, Harry Davis, Jake Wolf y Drew Van Dyne. Y ninguno perpetro ese supuesto secuestro. -Loren Muse separo las manos-. Es como ese viejo axioma pero al reves. Cuando has eliminado todas las demas posibilidades tienes que volver a la primera, a la solucion mas obvia.
– Crees que Aimee se fugo.
Loren Muse se encogio de hombros y se agito en la silla.
– Ahi la tienes, una jovencita desorientada, embarazada del hijo de un profesor. Su padre tiene una aventura. Se encuentra en medio de un escandalo. Debio de sentirse atrapada, ?no crees?
Myron no pudo evitar asentir.
– No hay pruebas fisicas, ninguna, de que fuera secuestrada. Y piensalo bien, ?para que iban a hacerlo? ?Cual seria el motivo en un caso como este? Los motivos normales son: primero la agresion sexual. Eso no sucedio segun confirmo su medico. No hubo trauma fisico ni sexual. ?Por que otra cosa secuestran a alguien? Por un rescate. Bien, tampoco eso sucedio.
Myron siguio en silencio. Era casi exactamente lo mismo que habia dicho Erik. Si se queria silenciar a Aimee, no la secuestrarian, la matarian. Pero ella estaba viva. Ergo…
Loren Muse siguio pinchandole.
– ?Tienes un motivo para ese secuestro, Myron?
– No -dijo-. Pero ?que me dices del cajero? ?Como te lo explicas?
– ?Que las dos chicas usaran el mismo?
– Si.
– No lo se -dijo-. Tal vez fue una coincidencia al fin y al cabo.
– Vamos, Muse.
– De acuerdo, bien, pues demosle la vuelta. -Le senalo-. ?Como encaja la transaccion del cajero en un escenario de secuestro? ?Lo sabria Wolf, Davis, Van Dyne?
Myron entendio adonde queria ir a parar.
– Y otras cosas -anadio-. Como la llamada desde el telefono del metro. O que se conectara.
– Todo lo cual encaja con que era una fugitiva -dijo Loren-. Si la hubieran secuestrado tal y como afirma ella, ?por que se arriesgarian a dejarla llamar o a conectarse a Internet?
Myron meneo la cabeza. Lo que decia tenia logica, pero se negaba a aceptarlo.
– ?Y asi es como acaba esto? No es Davis, no es Wolf ni Van Dyne ni nadie. ?Simplemente se largo?
Loren Muse y Lance Banner intercambiaron otra mirada.
Entonces dijo Lance Banner:
– Si, esta es la teoria que se sostiene. Y recuerda: no hay ley contra lo que hizo, aunque haya heridos o muertos. Huir no va contra la ley.
Loren Muse se quedo en silencio. A Myron no le gusto.
– ?Que? -solto.
– Nada. Tal y como dice Banner, las pruebas senalan en ese sentido. Podria explicar tambien que los padres de Aimee no quieran que hablemos de ella. Ellos quieren ocultar su aventura, su embarazo, y, vaya, les guste o