– ?Has acabado?

– He acabado.

Win miro a Esperanza.

– ?Debemos aplaudir?

– Creo que deberiamos.

Esperanza se puso en pie y aplaudio freneticamente. Win levanto el palo de golf y golpeo educadamente contra el suelo.

Myron hizo una inclinacion de cabeza y dijo:

– Muchisimas gracias, sois un publico estupendo, no olvideis a la camarera al salir y probad la ternera.

Big Cyndi asomo la cabeza por la puerta. Se le habia ido la mano con el colorete esa manana y parecia un semaforo.

– La linea dos para el senor Bolitar. -Big Cyndi pestaneo. Imaginaos dos escorpiones boca arriba. Despues anadio-: Es tu nuevo amor.

Myron cogio el telefono.

– ?Eli?

Ali Wilder dijo:

– ?A que hora vendras?

– Sobre las siete.

– ?Te va bien pizza y un DVD con los chicos?

Myron sonrio.

– Suena de maravilla.

Colgo. Sonreia. Esperanza y Win se miraron.

– ?Que? -pregunto Myron.

– Te pones tan tonto cuando te enamoras… -dijo Esperanza.

Myron miro el reloj.

– Ya es la hora.

– Buena suerte -dijo Esperanza.

Myron se dirigio a Win.

– ?Quieres venir?

– No, amigo mio. Es todo tuyo.

Myron se puso de pie. Beso a Esperanza en la mejilla. Abrazo a Win, quien se sorprendio con el gesto, pero respondio. Myron volvio a Nueva Jersey. Hacia un dia magnifico. El sol brillaba como si acabaran de crearlo. Myron busco en el dial de la radio. No paraban de poner sus canciones favoritas.

Era perfecto.

No se molesto en parar en la tumba de Brenda. Penso que lo comprenderia. Los actos hablan mas que las palabras.

Myron aparco en el St. Barnabas Medical Center. Fue a la habitacion de Joan Rochester. Estaba sentada cuando el entro, preparada para marcharse.

– ?Como se encuentra? -pregunto.

– Bien -dijo Joan Rochester.

– Siento mucho lo que le ha pasado.

– No se preocupe.

– ?Va a volver a casa?

– Si.

– ?Y no le va a denunciar?

– Exacto.

Myron se lo imaginaba.

– Su hija no puede huir siempre.

– Lo se.

– ?Que va a hacer?

– Katie vino a casa anoche.

Menudo final feliz, penso Myron. Cerro los ojos. No era lo que deseaba oir.

– Rufus y ella se pelearon. Y Katie volvio a casa. Dominick la ha perdonado. Todo ira bien.

Se miraron. No iria bien, ya lo sabian.

– Quiero ayudarla -dijo Myron.

– No puede.

Tal vez tenia razon.

Ayudas a quien puedes, como decia Win. Y siempre, siempre, mantienes una promesa. Por eso habia ido a verla, por mantener su promesa.

Se encontro con la doctora Edna Skylar en el pasillo, en la unidad de oncologia. Esperaba verla en su despacho, pero se conformaria.

Edna Skylar sonrio al verle. Llevaba muy poco maquillaje, la bata blanca arrugada. No le colgaba un estetoscopio del cuello esta vez.

– Hola, Myron -dijo.

– Hola, doctora Skylar.

– Llameme Edna.

– De acuerdo.

– Estaba a punto de irme. -Senalo con el pulgar el ascensor-. ?Que le trae por aqui?

– De hecho, usted.

Edna Skylar llevaba un boligrafo detras de la oreja. Lo cogio, anoto algo en una historia y lo dejo.

– ?En serio?

– Me aclaro algo cuando estuve aqui la ultima vez -dijo Myron.

– ?Que?

– Hablamos de los pacientes virtuosos, ?recuerda? Hablamos de los puros frente a los mancillados. Fue muy sincera conmigo al decirme que preferia trabajar con quienes lo merecian.

– Hable mucho, si-dijo ella-, pero la verdad es que hice un juramento y trato tambien a quienes no me gustan.

– Oh, lo se. Pero, mire, me hizo pensar. Porque estaba de acuerdo con usted. Queria ayudar a Aimee Biel porque creia que era… no lo se.

– ?Inocente? -dijo Skylar.

– Creo que si.

– Pero descubrio que no lo era.

– Peor que eso -dijo Myron-. Descubri que se equivocaba.

– ?En que?

– No podemos prejuzgar a las personas asi. Nos volvemos cinicos. Presuponemos lo peor. Y cuando hacemos eso, empezamos a ver solo las sombras. ?Sabe que Aimee Biel ha vuelto a casa?

– Algo he oido, si.

– Todos creen que huyo.

– Eso tambien lo he oido.

– Nadie ha escuchado su historia de verdad. En cuanto esa presuncion aparecio, Aimee Biel dejo de ser inocente. Incluso sus padres querian defender sus intereses. Deseaban tanto protegerla que ni siquiera comprendieron la verdad.

– ?Cual es la verdad?

– Inocente hasta que se demuestre lo contrario. Pero no es solo cuestion del juzgado.

Edna Skylar miro teatralmente el reloj.

– No estoy segura de entender adonde quiere ir a parar.

– Crei en esa chica toda la vida. ?Me equivocaba? ?Era todo mentira? Pero al final fue como dijeron sus padres: la mision de protegerla era suya y no mia. Y asi pude verlo con mas desapasionamiento. Estaba dispuesto a arriesgarme a descubrir la verdad, asi que espere. Cuando por fin encontre a Aimee sola, le pedi que me lo

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