El profesor dejo la carta y quedo pensativo.
«?Trujanov? Creo haber escuchado ese nombre, pero no se donde ni cuando. Me parece que en algo relacionado con cuestiones de Geofisica o de Astronomia. Tendre que enterarme. Es muy curioso. ?Un hombre que vive cerca de la frontera de Mongolia y organiza una expedicion al Oceano Glacial!»
Kashtanov extendio la mano hacia el telefono y se puso en comunicacion con un colega suyo, profesor de Astronomia, que le dio los siguientes datos: al salir de la Universidad, Trujanov se habia consagrado a la Geofisica y a la Astronomia. Recientemente habia construido un observatorio en la cumbre del Munku-Sardik, en la cordillera de Sayan, junto a la frontera de Mongolia, para aprovechar la pureza y la transparencia del aire de Siberia Oriental durante los largos inviernos, que abundan en dias y noches de cielo despejado. Bueno, ?pero que tenian que ver aqui las regiones polares? Sobre el Oceano Glacial la atmosfera es, desde luego, menos favorable que en Munku-Sardik para las observaciones astronomicas…
El astronomo no podia contestar nada a esta pregunta y a Kashtanov no le quedo otro remedio que aplazar hasta el 2 de enero la satisfaccion de su curiosidad. Porque, desde luego, estaba decidido a hacer el viaje a Moscu.
LA REUNION DE MOSCU
El 2 de enero de 1914, a las 12 del dia, el profesor Kashtanov llego en automovil al Hotel Metropol y llamo al cuarto 133, que le habia indicado el conserje. Abierta la puerta, el profesor se encontro en una vasta habitacion luminosa donde habia ya unas cuantas personas. Uno de los presentes se levanto al encuentro de Kashtanov y, tendiendole la mano, exclamo:
— Tiene usted la puntualidad de un reloj, Piotr Ivanovich, a pesar de este tiempo, que es una verdadera nevasca siberiana. Esta circunstancia me parece de perfecto augurio para nuestra empresa. Me alegro mucho de que haya venido usted y de tener el honor de saludarle. Soy Trujanov, y permitame usted que le presente a las demas personas aqui reunidas.
Uno a uno se levantaron y fueron presentados a Kashtanov:
— El privado docente Sermon Semionovich Papochkin, zoologo.
— Ivan Andreievich Borovoi, meteorologo del Observatorio Fisico Central.
— Mijail Ignatievich Gromeko, botanico y medico.
En medio de la habitacion estaba extendido sobre una mesa redonda un gran mapa de la region artica donde habian sido trazados en gruesas lineas de color los itinerarios de las expediciones de los ultimos cincuenta anos. Al norte de la peninsula de Taimir figuraba ya la tierra que solo en el verano de 1913 habia descubierto Vilkitski*.
Cuando todos tomaron asiento en torno a la mesa, Trujanov comenzo a hablar asi:
— Segun les demuestra a ustedes este mapa, las cinco sextas partes de la region artica comprendida entre Siberia, Europa Septentrional, Groenlandia y America del Norte se hallan surcadas por los itinerarios de numerosas expediciones. Sin embargo, el sorprendente descubrimiento de una tierra hecho hace poco tiempo por Vilkitski ha demostrado que en este aspecto todavia son posibles para la ciencia grandes conquistas. Tan solo hace falta encauzar los esfuerzos debidamente, utilizando la experiencia de todos los predecesores.
— Las gloriosas expediciones de los siglos XVII y XVIII de Pronchischev, de Laptiev, de Dezhniov, de Bering y las investigaciones de Wrangel y de Middendorf en la primera mitad del siglo XIX en el extremo norte de Siberia son continuadas actualmente por las expediciones de Sedov, de Brusilov y de Rusanov, dedicados la exploraciones en los mares de Kara y de Barents. En esta misma region ha penetrado tambien Vilkitski que, naturalmente, proseguira sus investigaciones. Yo no quiero hacerles competencia.
— Mis planes — continuo Trujanov despues de una breve pausa— se refieren a otra parte de la region artica.
— Miren ustedes esta gran mancha blanca al Norte de la peninsula de Chukotka y de Alaska; ?no la atraviesa ni una sola linea de color! El desventurado Jeannette, atenazado por los hielos, paso al Sur de esta mancha. Las ultimas expediciones de Sverdrup y de Amundsen actuaron mas al Este, entre las islas del archipielago norteamericano.
— Sin embargo, en los limites de esta mancha debe haber una tierra desconocida de todo el mundo o bien una gran isla de area igual, por lo menos, a la mitad de Groenlandia. Tambien es posible que haya aqui todo un archipielago. Vean ustedes que en el extremo oriental de esta mancha esta senalada una tierra problematica vista desde lejos por Crooker y, en el extremo meridional, la Tierra de Kinan. Nansen piensa que en esta parte del Oceano Glacial no hay ninguna tierra grande. Peary, por el contrario, esta convencido de que, desde el cabo de Thomas Hobbard, vio al noroeste el extremo de un gran continente.
— Harris, que participo en el trazado costero y geodesico de los Estados Unidos de America, esta seguro que existe ese continente, basandose en el estudio de las mareas en las orillas septentrionales de Alaska. Segun sus palabras, todo el curso de estas oscilaciones del nivel del mar de Beaufort demuestra que no vienen del Pacifico a traves del estrecho de Bering, angosto y poco profundo, sino del Oceano Atlantico por un intersticio profundo comprendido entre Noruega y Groenlandia y que luego, entre el supuesto continente y las orillas Alaska y de Siberia, estas oscilaciones van debilitandose mas y mas. Si no existiera ese continente, la ola de marea alta iria desde el mar de Groenlandia, a traves del Polo Norte, directamente a las costas de Alaska y de Chukotka sin retrasarse ni debilitarse. La existencia del continente es demostrada, ademas, por el hecho de que el mar de Beaufort, abierto al poniente, los vientos occidentales acentuan la ola de la marea alta, mientras los vientos orientales la debilitan, llegando hasta dos metros la diferencia de altura de las olas. Este hecho solo es posible en un brazo de mar aprisionado entre dos continentes. El supuesto continente solo esta separado por un angosto estrecho de las islas del archipielago norteamericano. Si este estrecho no fuera angosto, la ola de la marea creciente del Oceano Atlantico podria llegar a las orillas de la isla de Banks, encontrandose aqui con el flujo que hubiera contorneado dicho continente por el Oeste y el Sur, y ambas mareas habrian de exterminarse la una a la otra.
Pero las observaciones de MacClure en la orilla occidental de la isla de Banks han demostrado que aqui domina todavia el flujo que viene de occidente, del mar de Beaufort.
— Asi pues — concluyo Trujanov su informe —, puede considerarse casi indudable la existencia de un continente o de un apretado grupo de grandes islas en esta parte de la region artica y solo queda hacer su descubrimiento y declararlas propiedad de Rusia. Me he enterado de que el gobierno del Canada prepara una expedicion para que penetre este verano en la mancha blanca por el Este. No se puede esperar mas tiempo: debemos penetrar en esa misma region por el Sur y el Sudoeste, por lo parte del estrecho de Bering.
— Por eso he decidido organizar y dirigir alla una expedicion y les invito a ustedes a tomar parte en ella.
— Y ahora, permitanme ustedes comunicarles los planes mas inmediatos. Desde este otono esta en los astilleros un barco del tipo del Fram, aunque mas perfeccionado gracias ala experiencia de las ultimas navegaciones. Dentro de unos dias sera botado y el capitan se hara cargo — de el para equiparlo definitivamente, Segun el contrato, el barco debe estar listo a fines de abril y el 1 de mayo atracara en Vladivostok para recoger a los miembros de la expedicion. A principios de mayo leva— anclas y tomaremos rumbo a Kamchatka, donde cargaremos en Petropavlosk una partida de perros de tiro y uno o dos hombres expertos en el manejo de estos animales. Si no logramos hacerlo en Kamchatka, podremos adquirir los perros en la peninsula de Chukotka, en el estrecho de Bering, donde habremos de atracar a fin de aprovisionarnos de yukola** para los perros y de trajes