minusculas, que se abrian en nada de tiempo; en el agua de los charcos, calentada por el sol, pululaban insectos acuaticos, salidos no se sabia de donde. Pero el mar, revestido de hielo, continuaba su sueno. Sin embargo, en los dias apacibles se distinguia a lo lejos, desde lo alto del mastil, la franja oscura del agua.
— Este ano la primavera viene con retraso — dijo un dia el capitan a los viajeros reunidos sobre cubierta, ya que el agua que cubria el hielo casi en todas partes les obligaba ahora a estarse la mayoria del tiempo en el barco.
— Efectivamente. El ano pasado, por la misma epoca, habiamos llegado casi a las costas de esta tierra.
— Porque los fuertes vientos habian agitado el mar y partido los hielos. En cambio ahora hay una calma absoluta desde hace diez dias o sopla una ligera brisa del Sur.
— ?Tendremos que pasar aqui otro invierno si el mar no se limpia de hielo? — pregunto Papochkin, que empezaba a sentirse aburrido.
— ?Hombre, no! En julio o en agosto todo lo mas quedara libre el mar, incluso si no hay viento.
— ?En julio o agosto! — exclamaron Gromeko y Maksheiev —. ?Conque tendremos que estarnos todavia aqui la mitad del verano?
— Si. Es una cosa con la que se debe contar en las travesias polares. En los anos malos no hay mas que un mes o mes y medio de navegacion. En los buenos, dos o tres meses.
La paciencia de los habitantes del
A principios de julio, por fin, una tormenta venida del Este lo cubrio todo de nieve pero rompio los hielos; el barco, que estaba desde hacia ya tiempo desprendido del hielo y dispuesto para la navegacion, se despidio con una salva de la triste Tierra de Nansen y puso rumbo al Sur.
De todas formas, el tiempo continuaba gris y humedo; llovia o nevaba con frecuencia. A veces, la niebla inmovilizaba el barco durante horas y horas.
Unicamente a principios de agosto salio el
A mediados de agosto bogaban a la altura del rio Kamchatka. Se distinguian a lo lejos la orilla de la peninsula, los conos de los volcanes, la colina humeante Kliuchevskaia. Era un dia extraordinariamente tranquilo y claro. El turbulento mar de Bering se extendia como un espejo hasta el horizonte. Gracias a la transparencia del aire otonal se divisaban al Sudeste las cimas de la isla de Bering, la mas proxima de las islas del Comendador. De alli se alejaba a toda marcha un gran barco que parecia dirigirse hacia Nizhne-Kamchatsk.
— Debe ser un crucero ruso de vigilancia en estas aguas — explico Maksheiev, contestando a la pregunta de sus companeros, reunidos sobre cubierta, y que estaban de excelente humor viendo el mar tranquilo y el buen exito de la navegacion.
— ?A quien vigila? — pregunto intrigado Kashtanov.
— A los piratas americanos y japoneses. Las islas del Comendador se conocen por ser el mejor o quiza el unico vivero de otarias
— ?Creo que tambien nosotros les parecemos sospechosos — exclamo Trujanov-. El crucero viene derecho hacia nosotros.
En efecto, el crucero, gran embarcacion de tres palos, iba a toda velocidad a cortar el camino al
El
Los pasajeros, agrupados junto a la borda, contemplaban el hermoso buque que se acercaba rapidamente.
— ?Como! ?Si no es un crucero ruso! Se llama
— dijo el capitan, que estaba examinandolo con su catalejo.
— Entonces, ?con que derecho da el alto a un navio ruso en aguas rusas? — pregunto Kashtanov sorprendido.
— ?De que nacionalidad es ese
— Vamos a verlo — contesto el capitan, consultando un prontuario-. ?Aqui esta!
Mientras tanto, el crucero aminoro la marcha y se detuvo a un cable del
No hubo mas remedio que echar una escala para recibir a aquellos visitantes importunos.
Los dos oficiales y diez marineros subieron a cubierta.
— ?Este es un barco ruso? — pregunto, llevandose la mano a la visera, el oficial superior.
— En efecto. El
-?Es usted el capitan?
— No. Soy el propietario del barco.
— ?Barco mercante o ballenero?
— Ni lo uno ni lo otro. El
— Con el derecho que dan las reglas de la flota y del estado de guerra.
— ?Como? ?De que estado de guerra? ?Que ocurre? — preguntaron los pasajeros alarmados hasta el maximo.
El oficial sonrio:
— ?No estan ustedes enterados? ?Llevan mucho tiempo navegando por el Oceano Glacial?
— Desde la primavera del ano pasado.
— Diese Russen sind wie vom Himmel gefallen (estos rusos parecen caer del cielo) — dijo el austriaco a su companero, que debia comprender mal el ruso y ahora sonrio tambien al contestar:
— Sie wissen gar nichts vom Kriege? (?No saben nada de la guerra?)
El primero continuo:
— Entonces, les comunico que, desde hace un ano, el Imperio aleman y el Imperio austro-hungaro estan en guerra con Rusia y nosotros, el crucero
— Pero mi barco no es un buque de guerra, sino una embarcacion cientifica, civil. Los barcos privados no se confiscan.
— ?Un barco civil? ?Y que es esto? — replico el austriaco senalando la pequena pieza que servia para las salvas y las senales-. ?Un canon!
Trujanov contesto con una sonrisa,