— Todo barco civil — prosiguio el austriaco— puede ser armado, puede llevar un desembarco, cargamento militar, correo militar. El barco civil tiene que ser confiscado. ?No hay mas remedio!

— ?No podria ver al comandante del crucero?

- ?Habla usted aleman?

— No, pero hablo espanol, frances e ingles.

— Bien. Vamos al crucero.

El oficial dio una orden a media voz a su subordinado y luego descendio con Trujanov al bote, que les condujo al crucero. El segundo oficial y los marineros armados quedaron en elEstrella Polar.

Kachtanov hablaba bien el aleman. Entablo conversacion con el oficial, que contesto de buen grado a sus preguntas e informo a los viajeros de los principales acontecimientos de la guerra europea de 1914. Asi paso el tiempo hasta el regreso de Trujanov, que volvio con dos oficiales y varios marineros sin armas.

— Nos piensan desembarcar en la costa de Kamchatka — declaro-. Vamos a los camarotes a recoger nuestro equipaje mientras escoltan alEstrella Polarhasta la orilla. Lo confiscan, desde luego, con todo su cargamento.

En la cabina, sin la presencia de los austriacos, que se habian quedado dando ordenes sobre cubierta, Trujanov refirio lo siguiente:

— El comandante del crucero me ha dicho lo mismo que el oficial. Al principio ha consultado con sus ayudantes, porque queria llevarnos prisioneros. Yo comprendo y hablo muy bien el aleman — explico Trujanov —, pero lo he ocultado a proposito para enterarme de lo que iban a hablar de nosotros entre ellos. Asi he sabido que tienen pocos viveres y cuentan aprovecharse de nuestras reservas. De ahi que no quieran prisioneros, que son bocas suplementarias. Uno de los ayudantes insistia en llevarse por lo menos todos los movilizables menores de 45 anos, es decir, a todo el mundo menos a mi. Pero el comandante le ha tranquilizado diciendole que, antes de que lleguemos de Kamchatka a Moscu, la guerra habra terminado seguramente con la derrota de Rusia y Francia.

— Asi pues — concluyo —, han decidido desembarcarnos a todos. No nos permiten llevarnos mas que la ropa estrictamente necesaria, algunas provisiones y el dinero personal, pero no la caja de la expedicion, que queda confiscada igual que todo el resto.

?Pero todas nuestras colecciones, el resultado de nuestra expedicion? — grito Papochkin indignado.

1: El lago de los Estegosaurios; 2. El desfiladero de los Pterodactilos; 3. Punto de desembarco; 4. El calvero de los Iguanodones: 5. Las dunas; 6. El hormiguero № 1; 7. El volcan Satan; 8. La bahia de los Peces; 9. El hormiguero N?2; 10. El rio de las Hormigas; 11. El volcan Grunon, el lago del Ermitano y el rio Papochkin; 12. La bahia del Ermitano; 13. La desembocadura del rio Maksheiev; 14. El rio Gromeko; 15. La desembocadura del rio del Azufre; 16. El bosque de colas de caballo, de helechos y de palmeras; 17. El desfiladero de los Millones.

— Todo, desde luego. Los diarios podemos esconderlos, naturalmente, en los bolsillos; pero las fotografias, los craneos, las pieles, los herbarios, etc:, tendran que quedar aqui. Prometen mandarlo todo a Viena intacto para que nos sea devuelto despues de la guerra.

— Eso si alguna mina o algun submarino frances o ruso no los manda antes a pique — observo indignado Borovoi.

— No tendria nada de particular — replico Trujanov —, sobre todo porque tambien la Gran Bretana ha entrado en la guerra…

— En una palabra, que la expedicion ha sido saqueada igual que cuando nos saquearon las hormigas — dijo Maksheiev con una sonrisa triste.

— Existe todavia cierta probabilidad de recobrar nuestros bienes — anuncio Trujanov-. Por ciertas alusiones he comprendido que tienen aqui cerca una base lo mas probable es que en las islas del Comendador —, de donde ha salido a nuestro encuentro el crucero. Alli van a llevar alEstrella Polar. En cuanto lleguemos a Vladivostok, lo comunicamos a nuestros barcos de guerra, que iran a sorprenderla.

— ?Cualquiera sabe cuando llegaremos!

— Pues, desde luego, es la unica esperanza que queda. Bueno, y ahora, vamos a hacer nuestro equipaje.

Cada cual se retiro a su cabina. ElEstrella Polarse dirigia ya a toda marcha hacia Kamchatka, escoltado por el crucero, rumbo a Ust-Kamchatsk, primer lugar habitado de la costa al Norte de Petropavloysk. Pronto se reunieron los viajeros, abatidos, en la cubierta con sus maletas y sus hatos, que los austriacos visitaron por encima, sin revolverlos ni registrar los bolsillos. Maksheiev, logro asi salvar el oro que habia metido en su ancho cinto de buscador de oro, especie de faltriquera larga y estrecha. Llevando una arroba encima, el ingeniero no tenia ninguna libertad de movimientos. Pera la especie de morcilla de oro, ajustada a la cintura, estaba oculta debajo de lakujliankay los austriacos no prestaron atencion a los movimientos torpotes del explorador. Las colecciones y el material de la expedicion, que llevaban mucho tiempo embalados en cajones para ser enviados por ferrocarril, fueron entregados a los austriacos con el inventario. Naturalmente, no les informaron de donde habia estado de verdad la expedicion.

— Hemos explorado la tierra de Chukotka y pasado el invierno en la isla de Wrangel — declaro Trujanov.

El oficial que se hacia cargo del material sacudio la cabeza con simpatia y dijo:

— Mi padre participo en una expedicion polar a la Tierna de Francisco Jose en la goleta austriacaTegetthoff.

Usted lo habra leido seguramente, verdad?

— ?Oh, claro! — sonrio Trujanov.

Al atardecer, los dos barcos se detuvieron frente a un largo cabo de la desembocadura del Kamchatka, detras del cual habia una pequena aldea de pescadores. Los pasajeros y su equipaje fueron rapidamente embarcados en tres botes y llevados hasta la costa. Igolkin y el capitan salieron en seguida para la aldea en busca de medios de transporte. Los demas se habian quedado en la orilla, observando pesarosos como eran izados los botes a bordo y como viraban los dos barcos y se adentraban a toda marcha en el mar. Al crepusculo, antes de que sus companeros hubieran vuelto con el unico caballo del pueblo, los barcos se habian desvanecido ya en las tinieblas vespertinas.

Nuestros viajeros hubieron de permanecer aun diez dias enteros en Ust-Kamchatsk por carecer de medios de transporte. La escasa poblacion de las orillas del Kamchatka estaba consagrada a la pesca porque habra comenzado la migracion de otono de los peces. Y, naturalmente, nadie tenia el menor deseo de abandonar esta labor, que daba de comer a los hombres y los perros durante todo el invierno, para conducir en lanchas, rio arriba, a todo aquel grupo. Unicamente Igolkin, que queria llegar cuanto antes a Petropavlovsk para ver a su mujer, emprendio aquel camino acompanado de General. Llevaba para el gobernador una carta donde Trujanov comunicaba la confiscacion delEstrella Polar, le anunciaba la existencia de una base enemiga en las islas del Comendador y pedia auxilio.

A fines de agosto un pesquero japones llego a Ust-Kamchatsk y consintio, mediante una fuerte cantidad, llevar a todo el grupo al Japon. Para hacer sitio a los pasajeros hubo de abandonar parte de su cargamento.

La travesia duro tres semanas y no fue nada agradable. Unos se habian instalado sobre cubierta y otros en la bodega, entre los barriles de pescado. Se alimentaban al estilo japones, de pescado, arroz y te. El balanceo era muy sensible y tuvieron que sufrir nieblas, lluvias y borrascas. Enfrente de las islas Kuriles estuvieron a punto de estrellarse contra unos arrecifes durante una tormenta. En el golfo de la Paciencia, los japoneses quisieron desembarcarlos a todos so pretexto de que la parte japonesa de Sajalin tambien era el Japon y solo consintieron conservarlos a bordo mediante un pago suplementario.

En Wakkanai, en el extremo septentrional de Hokkaido, la isla japonesa situada mas al Norte, los pasajeros, rendidos, abandonaron ellos mismos el barco porque desde alli podian llegar antes y mas comodamente al puerto de Hakodate por ferrocarril.

Hakodate, situado en el extremo meridional de la isla y casi en la misma latitud que Vladivostok, tenia con

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