animales y sus ninos. —Se deslizo hacia un lado, hasta detenerse justo frente a Indigo. La silueta de su cabeza se inclino ligeramente hacia abajo, e Indigo noto como Grimya se colocaba tras ella. Un debil y temeroso grunido borboteo en la garganta de la loba, y el demonio volvio a cloquear.

—Has encontrado a tus companeros, y has liberado a tu amiga de mi pequeno hechizo. Te felicito, Indigo; creo que has conseguido muchas cosas, y aprendido mucho sobre ti misma en el proceso. Es triste que no vaya a servir para nada.

—Oh, si que servira para algo —repuso Indigo con frialdad—. Y nuestro espectaculo aun no ha terminado.

—?Mas diversion? ?Que agradable! Animara mi desdichada existencia. Y puedo preguntar... —la borrosa cabeza se alzo otra vez, e Indigo sintio la intensidad casi fisica de su mirada—... ?de que naturaleza sera esta nueva diversion?

Indigo no estaba segura, pero le parecio detectar algo mas que laconica burla en la pregunta. La voz debil y sin inflexion no revelaba nada, pero la muchacha sospecho que aquella vampirica entidad estaba un poco mas preocupada por su respuesta de lo que se atrevia a admitir. Le sonrio y dijo:

—?Tanta curiosidad, cuando tu dolorosa carga te niega incluso los mas nimios placeres de esta vida? Me sorprendes, demonio.

Los hombros de la sombra se agitaron en un gesto cansino.

—Incluso los mas desdichados de nosotros tenemos a veces nuestros caprichos.

—O temores.

Constan tenia los ojos fijos en ella, e Indigo deseo fervientemente que no intentara intervenir; la muchacha necesitaba que aquel hiato se prolongara un poco mas, ya que algo que se le habia escapado al demonio bullia en su mente. Has aprendido mucho sobre ti misma. Aquella cosa percibia algun cambio, una estimulacion de sus habilidades, y la joven recordo la vertiginosa sensacion que se habia apoderado de ella cuando luchaba por sacar a Grimya de su hechizo. Entonces habia poseido el poder; ella era el poder...

Su corazon empezo a palpitar de forma irregular lleno de excitacion. Debiera haberse dado cuenta antes, mucho antes, cuando el demonio les dio la bienvenida en la sala en ruinas y le habia arrojado al rostro las dos imagenes que la denominaron hermana. Ya que, ?de donde podria haber sacado aquellas imagenes, si no era de su propia mente? No, como habia creido ella entonces, de su memoria; sino de otra parte mas profunda de su ser: de su alma.

Oh, si. Podia hacer lo que era necesario hacer. Lo habia conseguido una vez; lo haria otra.

Todo lo que precisaba era la comprension que pusiera en marcha su voluntad, y esa comprension le habia llegado ahora.

Supo, sin necesidad de volver la cabeza, que los Brabazon aguardaban inquietos. Era consciente de su confusion, pero no tenia tiempo de detenerse y advertirles de lo que pensaba hacer. El demonio habia colocado un arma en sus manos sin darse cuenta: debia utilizarla.

Devolvio toda su atencion a la flotante sombra. Hubiera resultado facil compadecerla; era una cosa patetica e irreal que no estaba ni viva ni muerta. Pero compadecerla era alimentar aquella ilusion y darle poder. Por si mismo el demonio carecia de fuerza; asi pues, seguramente, careceria de autentico poder. Solo poseia el poder que sus victimas le otorgaban de forma inconsciente al creer en la fuerza de las ilusiones que creaba... y creyendo de este modo en el mismo demonio.

—Tenemos un ultimo espectaculo para ti, mi siempre hambriento amigo —le dijo Indigo con una sonrisa—. Un baile. Lo llamamos El Regreso de Bruhome.

La sombra se estremecio, como movida por algun tipo de emocion.

—Un titulo divertido —repuso la insustancial voz, y esta vez no habia duda de la presencia de un tono de inquietud en ella—. Tu habilidad para bromear en un momento como este te honra.

—Me alegro de que pienses asi, ya que la broma sera a tu costa. —Dio un paso atras—. ?Quieres subir al escenario y bailar con nosotros, demonio?

A su espalda, Constan siseo:

Indigo, en el nombre de la Madre, ?que estas haciendo?

Pero la muchacha agito una mano en gesto negativo. La sombra permanecio inmovil. La sonrisa de Indigo se torno menos simpatica.

—?O deseas que te busque una pareja de baile mas apropiada?

Podia sentir como la energia aumentaba en su interior; como habia sucedido con Grimya. La distancia era mucho mayor, no obstante; no sabia si lo conseguiria, si podria reunir la voluntad necesaria: «?No, no pienses eso! ?Tienes el poder! ?Tu eres el poder!»

Una luz cegadora broto de debajo del escenario, y en el centro de la luz, donde un instante antes habia estado Indigo, se alzaba ahora la elegante figura del Emisario. El ser levanto un brazo en gesto autoritario, y de la noche, de algun lugar mas alla de los confines de la plaza, el aire les trajo las debiles notas de un organillo.

Esti lanzo un grito de angustiado deseo.

—?Val! ?Es la cancion de Val!

«Si», penso Indigo con violencia, «sigue asi, llamalos a todos: a Val, a Lanz, a Honi y a Pi, a todos ellos, a todos ellos!» Perdida en el turbulento caos de su propia mente, inundada por la imagen que ella misma se habia creado, concentro el llameante foco de su voluntad en su invocacion.

Flauta, caramillo y tambor se unieron al organillo, y la melodia se fundio en una alegre marcha. El sonido crecio, cada vez mas cercano, mas proximo, y ahora parecia estar ya por todas partes a su alrededor, como si todo un ejercito de musicos danzara por las oscuras calles y callejuelas, para converger de forma inexorable en la plaza y el escenario. Fran tomo su caramillo, con los ojos brillantes de excitacion, y Esti, pandereta en mano, grito a Constan:

—?Papa, toca el violin! ?Puedes hacerlo, puedes hacerlo, con solo desearlo con fuerza!

La sombra habia retrocedido al materializarse la luz y la figura del Emisario, pero ahora, recobrandose, se precipito hacia el escenario; se alargo, extendiendo sus manos fantasmales como si quisiera apoderarse de la reluciente vision y hacerla pedazos. Pero un brazo dorado volvio a alzarse, y senalo en direccion a la puerta de la posada del Tonel de Manzanas.

—?Baila, demonio! ?Baila con la Compania Comica Brabazon! ?Baila con la gente viva de Bruhome!

Dos antorchas se encendieron de repente en los soportes colocados sobre la puerta de la taberna, y la puerta de esta se abrio con estrepito. En el umbral aparecio una figura solitaria, y las llameantes antorchas iluminaron una mata de relucientes cabellos castanos...

?Cari! —aullo Esti con toda la potencia de sus pulmones.

Constan giro en redondo, y los arrebolados colores de su rostro desaparecieron como por ensalmo. Tambien el demonio se volvio, siseando furioso, y el contorno de la negra sombra se distorsiono al ver lo que pasaba.

—?Se ha roto tu hechizo! —La imponente figura del Emisario desaparecio con un potente destello y alli estaba Indigo, despeinada, y aullando de odio y triunfo al vampiro—. ?No tienes ningun poder sobre nosotros..., ahora somos los senores de la fiesta! —Se volvio—. ?Constan, trae a Cari! ?Traela con nosotros!

Constan salto del escenario al tiempo que gritaba el nombre de su hija a todo pulmon, y echo a correr por la plaza. Cari lo habia visto y se alejaba de la puerta, tambaleante, los brazos extendidos hacia el; se reunieron, y Constan la columpio entre sus brazos, besando su rostro y sus cabellos mientras se daba la vuelta y corria de regreso a la plataforma. El demonio contemplo su avance con atencion, luego se volvio con brusquedad para mirar a Indigo otra vez. La muchacha sintio el veneno de su mente, la energia que empezaba a acumular, la creciente rabia... y entonces una boca horrible y llameante se abrio en la borrosa cabeza, como si se hubiera abierto de par en par la puerta de un horno, y se balanceo hacia atras sobre sus talones mientras una unica y terrible nota brotaba de aquella boca, un malevolo trueno que ahogo la creciente musica y zarandeo el escenario. Las llamas de las antorchas se alzaron hacia el cielo en senal de protesta; entonces todas las luces de la plaza se apagaron, y el silencio cayo sobre ellos mientras la horrible nota se tragaba todo otro sonido, y cesaba.

Constan se detuvo con un patinazo, y Fran y Esti, que se habian dirigido al borde de la plataforma para ayudarlo, se detuvieron en seco. La sombra habia cambiado. A su alrededor palpitaba ahora una tormentosa aureola purpura, atravesada por lenguas de parpadeante fuego plateado, como si se tratara del lento latir de un corazon maligno. Lanzo un lento y aspero aliento que parecio interminable, e Indigo sintio como la piel se le ponia

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