entre en la autopista interestatal.

– ?Que demonios haces fuera de la celda? -Jimbo Thackery atravesaba corriendo la puerta, con rastros de donuts en la camisa y su cara morena moteada por la colera.

– Gracie esta saliendo del pueblo -comenzo a explicar Dell- y Bobby Tom necesita llegar hasta ella antes de…

– ?Esta bajo arresto! -grito Jimbo-. ?Encierralo ahora mismo!

Dell fue a reganadientes en direccion a Bobby Tom.

– Lo siento, B.T., me temo que tengo que devolverte a la celda.

Bobby Tom alzo las manos, y su voz era lenta cuando le advirtio:

– No te acerques mas, Dell. No voy a regresar a la celda hasta que haya tenido la oportunidad de hablar con Gracie. No quiero golpearte, pero lo hare si tengo que hacerlo.

Dell estudio a Bobby Tom por un momento, despues se volvio hacia Jimbo.

– ?Que dano puede hacer, especialmente a ti, darle una hora mas o menos para que arregle su vida amorosa?

Jimbo curvo la boca y sus cejas hisurtas se unieron cuando fruncio el ceno.

– ?Detenle, maldita sea, o estas despedido!

A ninguno de los Bradys les habia gustado nunca que les dijeran lo que tenian que hacer, y Dell no fue la excepcion.

– Tu no me puedes despedir; ?Luther no te dejara! ?Si tanto lo quieres alli dentro, entonces metelo tu mismo!

Jimbo se puso fuera de si. Con un rugido de furia, se abalanzo. Bobby Tom agarro una silla de atras del escritorio mas cercano y la empujo sobre el suelo de ladrillos, golpeando a Jimbo en las rodillas y tumbandolo.

Bobby Tom se dirigio a la puerta antes de que el jefe de policia se pudiera levantar, gritando a Rose cuando salia.

– ?Necesito un coche!

Ella agarro rapidamente un juego de llaves de su escritorio y se lo lanzo.

– Llevate el de Jimbo. Estara justo delante de la puerta.

El salio y se metio en el coche mas cercano, el brillante coche patrulla blanco del jefe de policia. Las ruedas chirriaron cuando dejo el aparcamiento y se incorporo a la Calle Mayor. Solo le llevo unos segundos encontrar los botones que activaban la sirena y las centelleantes luces rojas.

En el interior de la comisaria, Rose Collins acababa de levantar su telefono para difundir la noticia de que Bobby Tom Denton acababa de escaparse de la carcel.

*****

HEAVEN, TEXAS

UN LUGAR EN EL CORAZON

La pancarta colorida que colgaba en el limite del pueblo se hacia cada vez mas pequena en el espejo retrovisor de Gracie, hasta que ya no la pudo ver. Cogio un kleenex de su regazo y mientras se sonaba la nariz se pregunto si iba a llorar hasta San Antonio. La noche anterior se habia quedado sin lagrimas y estaba totalmente destrozada cuando Ray la habia llevado al apartamento para recoger sus cosas y luego conducirla al motel donde habia pasado la noche. Pero no habia dormido. Se habia tumbado en la cama recordando una y otra vez las irrecusables palabras de Bobby Tom.

Los dos sabemos que solo trataba de hacerte un favor… ?Por que demonios querria casarme con alguien como tu??No quiero volver a verte en la vida!

?Que habia esperado? Lo habia humillado delante de todos los que eran importantes para el y Bobby Tom habia contraatacado con crueldad.

Metio el kleenex bajo las gafas y se seco los ojos hinchados. El nuevo dueno de Shady Acres iba a enviar a alguien a recogerla al aeropuerto de Columbus para llevarla a New Grundy. Su sitio estaba en Shady Acres y en veinticuatro horas, se aseguraria de estar tan ocupada que no tendria tiempo de pensar en nada.

Habia sabido que eso tenia que acabar, pero nunca hubiera imaginado un final tan amargo. Habia querido que la recordara con carino como la unica mujer que no habia querido nada de el, pero la noche anterior habia destruido cualquier posibilidad de que ocurriera. No habia tomado dinero, pero al final, habia terminado por tomar algo mas importante para el, su reputacion. Trato de disculparse ante si misma pues sabia que habia sido su propia arrogancia la que finalmente habia llevado a eso, pero como todavia lo amaba, no podia disfrutar viendolo sufrir.

Oyo una sirena detras de ella, y cuando miro por el espejo retrovisor, vio la luz intermitente de un coche de policia que avanzaba rapidamente por la carretera comarcal. Una mirada al velocimetro le aseguro que estaba dentro de los limites de velocidad; se aparto ligeramente hacia la derecha para dejarle paso. Se acerco mas, pero en vez de adelantarla, permanecio detras de ella.

La sirena hizo un ruido brusco, indicandole que se echara a un lado. Preocupada, miro mas atentamente por el espejo y no se pudo creer lo que veia. ?El hombre que habia detras del volante era Bobby Tom! Se quito las gafas de sol. Hasta ahora, se habia mantenido en pie por pura fuerza de voluntad, pero no podria resistir otro enfrentamiento con el. Cuadrando la mandibula con determinacion, acelero, con el unico resultado de que el hiciera lo mismo.

Una vieja camioneta surgio amenazadoramente delante de ella. Sus nudillos se pusieron blancos cuando apreto el volante para pasar al carril izquierdo y adelantar. El velocimetro marcaba noventa y cinco kilometros por hora y Bobby Tom se mantenia pegado a ella.

?Como podia el hacerle esto? ?Que tipo de pueblo dejaria que un civil condujera un coche patrulla para perseguir a una persona inocente? La aguja avanzo hasta ciento diez kilometros por hora. Odiaba conducir rapido y estaba sudando. El puso la sirena otra vez, poniendola todavia mas nerviosa. Siseo con alarma cuando el se acerco aun mas y temio que le diera por detras bruscamente. ?Por Dios bendito, tenia intencion de sacarla de la carretera!

No tenia otra opcion. Era demasiado temerario, y mientras el podia estar perfectamente a sus anchas alcanzando los ciento veinte kilometros por hora, ella ciertamente no lo estaba. La colera la consumio cuando levanto el pie del acelerador y gradualmente desacelero para echar el coche a un lado de la carretera. Tan pronto como detuvo el coche, abrio de golpe la puerta para dirigirse hacia el.

El salio del coche patrulla antes de que ella hubiera dado mas de cuatro o cinco pasos, y entonces vacilo. ?Que le habia sucedido a Bobby Tom? Tenia uno de sus ojos cerrado por la hinchazon y se veia totalmente salvaje. Tenia las ropas rasgadas y su omnipresente stetson no estaba. La costra que se estaba formando en la herida de su sien lo hacia parecer un hombre primitivo y peligroso. Recordo lo que le habia hecho y, por primera vez desde que lo conocia, le tuvo miedo.

El avanzo hacia ella. Ella se sintio aterrorizada y se dio la vuelta para saltar dentro del coche y echar el seguro, solo para descubrir que habia esperado demasiado y era tarde para hacerlo.

– ?Gracie!

Por el rabillo del ojo, vio que intentaba alcanzarla y se movio justo a tiempo de evitarlo. Dejandose llevar por puro instinto, comenzo a correr. Las suaves suelas de sus sandalias se llenaron rapidamente de grava, haciendo que casi se cayera de rodillas. Tropezo, pero de alguna manera logro recuperar el equilibrio y continuar. Volo sobre la linea blanca de la carretera, corriendo tan rapido como podia. Esperaba que en cualquier momento la agarrara y como no lo hacia, miro por encima del hombro.

El iba ganandole terreno, pero cojeaba tanto que eso le retrasaba considerablemente. Aprovecho su ventaja apurandose todo lo que podia y mientras lo hacia, recordo la historia que le habia contado Suzy de cuando era un nino de nueve anos al que habian castigado publicamente por golpear a una chica.

Despues de todos esos anos de tratar amablemente a todas las mujeres, algo se habia desatado dentro de el.

Le resbalo el pie en el borde del asfalto y se salio del arcen dando bandazos por los matorrales. Las piedras del

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