Por suerte, ella no lo encontraba atractivo. Ademas, seria ridiculo que lo hiciera cuando aquel hombre no era su tipo. ?Que mas daba que le quedaran bien los trajes de chaqueta? ?O que tuviera los ojos azules mas bonitos que habia visto nunca? Habia muchos hombres con cuerpos fornidos y ojos bonitos. Y, probablemente, la mayoria tambien sabia sonreir. Y reir. Y tomarse un instante para detenerse a oler las rosas. Y no ofenderse porque las galletas tuvieran forma de torso.

Decidida a no permitir que aquel hombre irritante estropeara su maravilloso dia, Lacey estaba a punto de darse la vuelta para dirigirse hacia la mesa de la adivina cuando la mirada de Evan se poso en ella. Sintiendose como si estuviera en el punto de mira de un francotirador, se quedo paralizada y, durante varios segundos, se miraron el uno al otro. Lacey sintio un escalofrio, se obligo a inclinar la cabeza a modo de saludo y esbozo una sonrisa. Pero ?el intento hacer lo mismo? Nooo. El la miro de arriba abajo y fruncio el ceno con mas intensidad. Ella agacho la cabeza para mirar la blusa blanca, los pantalones, y los zapatos negros que llevaba, con el fin de encontrar el motivo por el que el hubiera podido poner esa cara. Ese hombre era un cascarrabias.

Alzando la barbilla, lo ignoro y se dirigio a la mesa de Madame Karma. Despues de presentarse, Lacey le dijo:

– He visto que estaba libre y pense que a lo mejor queria tomar algo -dejo el te y la galleta sobre la mesa.

– Gracias, carino. Es todo un detalle -contesto Madame Karma con brillo en la mirada.

Agarro la galleta y se fijo en que tenia la forma de una pierna de mujer, doblada y vista desde un lateral. La cobertura que tenia hacia que pareciera que estaba cubierta con unas medias de red y que llevara un zapato rojo de tacon.

– Ojala mis piernas todavia fueran asi -dijo Madame con un suspiro-. Solian serlo, cuando tenia tu edad.

– Esta galleta se llama Solo Para Tus Piernas. Es una de las que mas se venden.

Madame mordio un poco del zapato y mastico despacio. Despues de beber un poco de te, dijo:

– Delicioso. ?Cuanto te debo?

– Invita la casa. Iba a traertelo antes, pero la tienda ha sido una locura.

– Si no permites que te pague, al menos permiteme que te lea el futuro, en agradecimiento a la que es la galleta mas deliciosa que he comido nunca -le guino un ojo-. Y creeme, he comido muchas galletas en mi vida.

– Me parece un buen intercambio.

– Por favor, sientate -dijo Madame Karma, y senalo la silla que estaba frente a ella. Despues de que Lacey se sentara, se inclino hacia delante y la miro fijamente a los ojos, como tratando de penetrar en su alma-. Tienes un aura brillante, carino -le dijo en un susurro-. Noto una fuerte conexion -sin dejar de mirarla, saco una baraja de cartas de una caja de madera-. Contigo, empleare estas cartas. Para una lectura especial. Una que nos permitira tener una vision profunda.

Lacey miro la baraja. Parecia una baraja normal.

Madame coloco las cartas sobre la mesa, boca abajo.

– Por favor, elige siete cartas con la mano izquierda y entregamelas.

Lacey siguio las instrucciones, y repitio la tarea dos veces mas. Tras colocar las cartas en tres filas, Madame senalo el primer grupo.

– Estas representan tu pasado -miro las cartas en silencio, durante casi un minuto y despues dijo-: Veo a dos mujeres contigo. Tu madre y tu hermana. Habia un hombre, pero su presencia era borrosa y despues se ha ido -miro a Lacey a los ojos-. Murio, ?verdad?

Lacey pestaneo al oir sus palabras y sintio un nudo en la garganta.

– Si -susurro.

– Murio joven -continuo Madame, estudiando las cartas-. Por un problema de corazon.

Lacey se estremecio. ?Como podia saber algo tan personal? La imagen de su padre, serio y absorto en su trabajo, invadio la cabeza de Lacey. Tuvo que tragar saliva para poder hablar.

– Murio de un ataque al corazon, cuando yo tenia catorce anos.

Madame asintio.

– Veo la tristeza que dejo su muerte. Las penurias que provoco en la familia. Pero tambien veo el amor que sentias por la vida. Tu determinacion a conseguir el exito, pero no a costa de tu salud, como hizo tu padre. Tu decision a no cometer los mismos errores que sientes que cometieron tu madre y tu hermana.

Lacey se estremecio de nuevo y tuvo que contenerse para no moverse de la silla. Era como si Madame pudiera ver lo mas profundo de su alma.

– Estas cartas representan tu presente -continuo Madame Karma, y senalo la fila del medio-. Tu vida profesional va muy bien, aunque veo una presencia. Alguien o algo que esta frustrandote, una espina a tu lado.

La imagen de Evan Sawyer aparecio en la cabeza de Lacey y ella no pudo evitar apretar los dientes y entornar los ojos.

– ?Que pasara con esa espina? ?Desaparecera?

– Paciencia, carino -dijo Madame-. Sabre mas cosas cuando lea la ultima fila, la que representa tu futuro. Ahora, continuo con el presente. Aunque tu vida profesional progresa de forma adecuada, con tu vida personal no ocurre lo mismo. Veo soledad. Ninguna compania masculina, aunque… -fruncio el ceno.

– ?Que? -pregunto Lacey.

– Alguien se avecina por el horizonte.

– ?Alguien agradable? -pregunto Lacey con esperanza. Hacia mas de un mes que no tenia una cita. Y las tres ultimas habian sido terribles.

– Alguien que, de algun modo, esta relacionado con tu vida profesional. Vamos a continuar con la ultima fila, la que representa tu futuro inmediato -tras estudiar las siete cartas, Madame Karma fruncio los labios-. Con respecto a la espina que mencione antes, veo claramente que es un hombre. Un hombre cercano a ti, aunque no de forma sexual. Quiza, un companero de trabajo -la miro a los ojos-. Sabes a quien me refiero.

– Se me ocurre un hombre al que describiria como una espina a mi lado -dijo Lacey-. Es el hombre que dirige este edificio.

Madame Karma asintio despacio.

– Si, eso encaja perfectamente, ya que las cartas indican que es un hombre con poder.

– Si. Un poderoso idiota.

– ?Como se llama?

– Evan Sawyer -contesto Lacey-: ?Y puedes decirme si va a marcharse de Fairfax? ?Si se va a trasladar a Siberia?

– No. Justo al contrario. Su forma de estar cerca de ti esta a punto de cambiar. Pasara de ser alguien que no te resulta atractivo a… No podras vivir sin el.

Lacey se quedo boquiabierta. Despues, solto una carcajada.

– Tiene que haber otra espina a mi lado porque te aseguro que eso no va a suceder con el.

– Carino, yo te aseguro que si. Esta en las cartas, y no se puede luchar contra el karma. No se puede negar el destino. Hacerlo seria como el equivalente a estar maldita. Confia en mi, eso no lo quiere nadie. Tu suerte cambiara de buena a mala en un instante -Madame chasqueo con los dedos y sus brazaletes de metal chocaron unos con otros. Estiro los brazos y agarro las manos de Lacey-. Evan Sawyer, aunque creas que es malo para ti, es el hombre de tu vida.

Capitulo 2

Evan Sawyer vio que Lacey Perkins estaba al otro lado del jardin y, al mirarla, sintio que se le tensaba el cuerpo. Habia algo en aquella mujer que lo hacia sentir incomodo, de una manera que ni comprendia ni le gustaba. Seguramente, la tension que ella le provocaba tenia que ver con el hecho de que a el no le gustaba que en su tienda vendiera productos con nombres sensuales, ni la decoracion de los escaparates. ?Quien diablos vendia galletas con nombres como Orgasmo de Chocolate? ?O cafe que se llamaba Caliente, Humedo y Salvaje?

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