– Eso, y una de tus deliciosas galletas -se froto el vientre-. Las mejores que he probado nunca.

Ella sonrio de tal manera que Evan no pudo evitar fijarse en sus labios sensuales y en los hoyuelos que se le formaban a los lados. Maldita sea, a el siempre le habian gustado las mujeres con hoyuelos. Y era injusto que aquella mujer en concreto tuviera un par de hoyuelos tan sexys. Ella dejo de sonreir, y al sentir que lo miraba, Evan levanto la vista tambien.

– Evan.

– Lacey -la saludo.

Ella miro a Paul otra vez y pregunto:

– ?Se conocen?

– Somos muy buenos amigos desde la universidad -dijo Evan.

Ella arqueo las cejas.

– ?Ustedes?

– Parece que te sorprenda el hecho de que tenga un amigo.

– Supongo que si, al menos que sea una amigo agradable.

– Yo soy muy agradable con la gente que no acaba con mi paciencia constantemente.

– Quiza seas una persona impaciente. Quiza deberias pasarte al descafeinado. A lo mejor te ayuda a relajarte.

– De hecho, me considero un hombre muy paciente, teniendo en cuenta todo lo que he tenido que aguantar ultimamente -contesto el, mirandola fijamente.

– ?Paciente? Esa no es la palabra que yo asociaria con un hombre que se opone a la estetica juguetona de mis escaparates.

– Evidentemente, no tenemos el mismo concepto de lo que es una estetica juguetona. Aproximarse a la desnudez es algo que va mas alla de lo que considero apropiado para Fairfax.

Ella se sonrojo.

– Mis maniquies estan completamente vestidos.

– Si, de una manera que es tan evidente como una bofetada.

– Una bofetada… -sonrio ella-. ?Eso es una invitacion?

– No sabia que tuvieras tendencias violentas.

– Solo con la gente que me pone nerviosa.

– Hablando de ponerse nervioso… -indico la tienda con el pulgar-. Ese escaparate es…

– ?Provocativo? ?Interesante?

– Estaba pensando en algo mas como: excesivo.

– Gracias. Acepto el cumplido.

– No ha sido un cumplido.

– El hecho de que te hayas fijado en el escaparate es un cumplido en si mismo.

– Evidentemente, la ultima conversacion que tuvimos acerca de moderar el contenido de los escaparates cayo en oidos sordos.

– No, te oi.

– Ah. Entonces es que no sabes la diferencia entre oir y escuchar.

– Se la diferencia. Pero tambien se el significado de «ignorar».

– Evidentemente.

– El problema esta en que tu no sabes lo que significa la palabra «juguetona». Sospecho que no lo sabrias aunque saltara y te mordiera el trasero.

– Sin duda porque no me conoces.

– ?No? Es extrano. Tengo la sensacion de que te conozco muy bien.

Ella no anadio la palabra «desgraciadamente», pero era evidente que lo habia pensado.

– Yo tambien tengo esa sensacion -murmuro el-. Que afortunados somos.

– Yo no elegiria esa palabra, pero esta claro que nunca estamos de acuerdo. -Creo que la proxima vez que lo estemos sera la primera.

– Al menos, en eso estamos de acuerdo. Y puesto que hablamos en tono conciliador… -indico hacia la multitud con la barbilla-. La fiesta esta siendo un exito. Quien la haya organizado ha hecho un gran trabajo.

– Gracias.

Ella arqueo las cejas.

– ?Tu has organizado todo esto?

– Pareces sorprendida.

– Lo estoy. No me parecias un hombre de los que organizan fiestas.

El estuvo tentado a preguntarle que clase de hombre creia que era, pero decidio que no queria saberlo, sobre todo porque dudaba de que la respuesta fuera a ser un cumplido.

Con una sonrisa, contesto:

– Gestionar propiedades no es lo unico que se me da bien.

– Lo se. Tambien eres muy bueno incordiando a los inquilinos. Y al parecer, conoces el nombre de un buen organizador de fiestas.

– Parte de ser un buen gerente consiste en tener capacidad de delegar.

– Aja. Asi que ?pasaras a tomar un cafe? Tenemos una galleta especial para San Valentin que a lo mejor te gusta. Tiene forma de labios -le dedico una sonrisa-. Yo la llamo Muerdeme.

Paul se aclaro la garganta como para ahogar su risa y Evan se volvio hacia su amigo. Maldita sea, se habia obligado por completo de la presencia de Paul. Y de la de Madame Karma.

– Gracias, pero delegare la parte del cafe en Paul -Evan se volvio hacia la adivina y se fijo en que lo miraba con interes. Extendio la mano y dijo-: Madame Karma, soy…

– Evan Sawyer -dijo la mujer en voz baja.

Antes de que el pudiera recuperarse de la sorpresa de que supiera su nombre, ella le agarro la mano y lo miro fijamente.

– Tu aura… -murmuro, apretandole la mano entre las suyas-es excepcionalmente brillante. Y fuerte. ?Me permites que te lea el futuro?

– Por eso he venido -dijo Evan, ignorando la mirada que le estaba echando Paul.

Madame Karma miro a Lacey, y despues a el otra vez.

– Estupendo. Comencemos -le solto la mano y gesticulo mirando a Lacey-. Alejate, carino. El senor Sawyer y yo tenemos mucho de que hablar.

A Evan no se le ocurria nada que pudiera decirle a Madame Karma, pero puesto que parecia que no tenia alternativa, decidio que lo mejor era que le leyera el futuro cuanto antes. El escucharia y asentiria; despues le daria las gracias y se marcharia. ?Tan malo podia ser?

Capitulo 3

Era casi medianoche cuando Lacey cerro la puerta de Constant Cravings y cruzo el jardin, para dirigirse al aparcamiento de varias plantas que habia en el edificio. El olor a lluvia todavia permanecia en el ambiente a causa de la repentina tormenta que habia caido. Por suerte, cuando empezo a llover la fiesta estaba tocando a su fin. De hecho, la tormenta habia ayudado a que aumentaran sus ventas, ya que muchos de los asistentes habian acudido a refugiarse en Constant Cravings.

A pesar de que le dolian los pies y la espalda despues de un largo dia de trabajo, Lacey no podia evitar sentirse entusiasmada. Ese dia habia batido el record en ventas y habia conseguido tres encargos importantes.

A las nueve de la noche, despues de poner el cartel de «cerrado» en la puerta, habia empezado a hornear las galletas para el dia siguiente y a terminar el papeleo que tenia pendiente. Quiza no fuera la manera mas romantica de pasar la noche de San Valentin, pero sabia que le daria menos problemas que los hombres.

Al entrar en la planta baja del aparcamiento, se dirigio al ascensor y apreto el boton para subir. Despues, se apoyo contra la pared. Oyo que arrancaban el motor de un coche y, momentos mas tarde, vio que un

Вы читаете El Karma Tiene La Culpa
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×