– ?Asesinado? -repitio-. ?Como?
– Al parecer lo golpearon con un palo hasta que murio -informo lady Gatesbourne con cierto entusiasmo morboso.
– Luego lo enterraron en un hoyo poco profundo cerca del bosque -agrego lady Agatha.
Sarah se quedo paralizada mientras una imagen cruzaba por su mente. La de lord Langston. Regresando a su casa bajo la lluvia. Anteanoche. Con una pala.
Capitulo 9
Matthew entro en su estudio privado seguido de Daniel. Despues de cerrar la puerta, se encamino hacia la licorera y sirvio dos generosas copas. Le dio una a Daniel y se bebio la otra de un trago. Despues de respirar profundamente, le conto a su amigo lo que habia oido momentos antes sobre Tom Willstone.
Sacudiendo la cabeza, concluyo:
– Puede que no sepamos lo que estaba haciendo Tom cuando lo vi, pero ahora sabemos por que nunca regreso a casa. Cuando lo vi, estaba mas preocupado por haberlo encontrado deambulando por mi propiedad que por su propia seguridad. -Cerro los dedos sobre la copa-. Alguien lo asesino, y probablemente poco despues de que yo lo viera.
Daniel lo estudio por encima del borde de la copa de brandy.
– Por favor, dime que no te culpas.
Matthew nego con la cabeza.
– Aunque lamento que haya muerto, no puedo culparme por su tragico destino.
– Bien. ?Que crees que le sucedio?
– Hay varias explicaciones. Tal vez fue victima de un ladron.
– Puede ser. En el pueblo se rumorea que Tom siempre llevaba un reloj de oro en el bolsillo, y su esposa lo ha echado en falta. Al parecer no lo recuperaron con su cuerpo. Hay personas que han muerto por mucho menos.
– Si -convino Matthew-. Pero no en Upper Fladersham. Quizas el asesinato tuvo algo que ver con lo que dijo su cunado, Billy Smythe, de que Tom tenia una amante. Si esa otra mujer tenia un marido o un hermano u otro amante ademas de Tom, cualquiera de ellos podria no haberlo mirado con buenos ojos.
Daniel asintio con la cabeza.
– Cierto. Recuerda lo que me conto Billy cuando fui a casa de Willstone: no estaban demasiado contentos con el.
– No, no lo estaban. Y si es cierto que tenia una amante, la esposa de Tom tampoco estaria muy feliz.
– Y se ha sabido que hay amantes que buscan venganza, especialmente cuando son abandonadas.
Matthew asintio lentamente.
– Si, pero Tom era un hombre grande. Aunque supongo que incluso un hombre de gran tamano puede ser derribado con una porra lo suficientemente contundente.
– Cierto. Lo mismo que si le dan por detras en la cabeza con una piedra. O una pala que luego podria usarse para cavar una tumba.
– No me puedo imaginar a una mujer enterrandole.
– No era una tumba muy profunda -senalo Daniel-. Es posible que lo enterrara una mujer.
– Puede ser, pero no cualquier mujer.
– Quiza no estaba sola. Quiza fueron la mujer y el cunado los que liquidaron a Tom.
– Quiza. Pero… -Matthew miro su
– Alguien que no habria querido que supieras que te espiaba -dijo Daniel.
– Exacto. Lo que quiere decir que ese pobre bastardo podria haber muerto por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.
– ?Estas diciendo que el asesino de Tom podria saber que andas buscando algo?
– Si. Y que esta esperando a que lo encuentre.
– Entonces podria matarte a ti tambien. Y luego apropiarselo.
Matthew se estremecio.
– Un pensamiento no muy agradable, pero que debemos considerar.
– Bueno, al menos nadie te vio esa noche con la pala o podrias ser sospechoso del asesinato de Tom.
La mano de Matthew se detuvo a medio camino de su boca y se quedo paralizado. «Si que me vio alguien cuando regresaba a casa. Y ademas llevando la pala.»
– Maldicion -mascullo.
– ?Que sucede? -pregunto Daniel.
– Alguien me vio cuando volvia a casa anteanoche.
– ?Quien?
– La senorita Moorehouse.
Daniel considero la informacion durante varios segundos, despues dijo:
– Esas condenadas solteronas parecen pasar mucho tiempo espiando por las ventanas. ?Por que supones que estaba despierta a esas horas?
– Me dijo que no podia dormir.
– Bueno, esperemos que la senorita Moorehouse no sume dos mas dos y llegue a la conclusion equivocada, que no crea que solo porque estabas vagando bajo la lluvia a esa hora impia acarreando una pala eres un asesino demente.
– Lo pintas de una manera encantadora. Y no vagaba, caminaba. No creo que piense que soy capaz de asesinar. -?Lo haria? Ahora que lo pensaba, le parecia que ella le habia dirigido una mirada extrana antes de que abandonara la terraza para reunirse con Daniel.
– ?Quien puede entender la clase de locas ideas que se les meten a las mujeres en la cabeza? -dijo Daniel con el ceno fruncido-. Sus mentes son autenticos nidos de viboras retorcidas y venenosas.
– Tu, amigo mio, eres un cinico.
– Y tu, amigo mio, no eres… (por razones que escapan a mi razon) lo suficientemente cinico. Dime, ?esa noche fue la primera vez que te sentiste observado?
– En los ultimos once meses he salido a cavar incontables veces y
– ?Es posible que la presencia que sentiste fuera la de la senorita Moorehouse mirandote a hurtadillas por la ventana?
Matthew nego con la cabeza.
– Yo no estaba cerca de la casa.
– Quizas ella se aventuro bajo la lluvia.
– No me dijo que lo hubiera hecho.
Daniel arqueo las cejas.
– Quiza no queria que lo supieras.
– ?Por que me estaria espiando?
– ?Quien demonios entiende por que hacen las mujeres la mitad de las cosas que hacen? Pero si tu no te habias sentido observado antes de esa noche…, la primera noche que la senorita Moorehouse paso en la casa, dicho sea de paso, me aventuraria a decir que lo que le ocurrio a Tom no tiene nada que ver contigo. Aun asi, es mejor que te mantengas en guardia. Lo cierto es que si alguien esta esperando a que encuentres algo, estaras a salvo hasta que lo encuentres.
– Que pensamiento tan reconfortante -dijo Matthew secamente.
– ?Tienes intencion de salir a buscar esta noche?
– Tengo intencion de salir todas las noches hasta que venza la fecha limite de un ano.
– Lo que ocurrira dentro de tres semanas.