Emily abrio y cerro la boca varias veces sin decir nada. El no recordaba a nadie que le hubiera parecido mas confundido que la joven.
– Eso es… muy amable por su parte -dijo ella finalmente tras aclararse la garganta.
– Esto no tiene nada que ver con la amabilidad. Simplemente me siento responsable. Aunque, por otra parte, debo anadir que me parece bastante ofensivo que parezca continuamente asombrada por el hecho de que pueda hacer algo amable… si esto fuera un gesto de amabilidad, claro. Lo que, obviamente, no es.
Emily parecio no oirle. De hecho, parecia mirarlo como si nunca lo hubiera visto antes.
– Bueno, como puede observar, estoy bien.
– Si. -Lo estaba. Extraordinariamente bien. Emily estaba bajo un rayo de luna que iluminaba su piel con un etereo resplandor plateado, haciendo que sus ojos parecieran radiantes. Logan tuvo que cerrar los punos para no alargar las manos hacia ella y tocarla.
– Debe de estar muerto de frio -dijo ella. -Solo llevo aqui unos minutos y ya estoy helada hasta los huesos.
«Habia tenido frio.» Hasta que se puso a pensar en ella desnuda y excitada, humeda y abierta y… Maldicion, de nuevo volvia a dejarse llevar por la imaginacion. Aunque se apresuro a ahuyentar aquellos pensamientos eroticos, el dano ya estaba hecho y sentia como si tuviera la piel ardiendo.
– En realidad estoy bastante bien. Usted, sin embargo, deberia regresar a la casa. -Ahora mismo. Antes de que el cediese a la tentacion de tomarla entre sus brazos y aplacar aquel maldito infierno que ella habia desatado en su interior.
Emily asintio con la cabeza.
– Tengo que volver adentro. -Se llevo la mano enguantada a la nariz y se la froto. -Creo que estoy empezando a congelarme. Ya no siento la cara. -Luego alargo la mano y le toco el brazo. -Por favor, acompaneme. Mi padre tiene un brandy excelente. Le ayudara a combatir el frio.
El se quedo paralizado ante la caricia y el ofrecimiento. Y tambien consternado por las ganas que tenia de aceptar.
– Su familia no lo aprobaria, igual que no aprobaria que usted este aqui fuera.
– Mis padres se acostaron hace mas de una hora y siempre duermen de un tiron. Jamas se enteraran de que ha estado en casa.
– ?Y el resto de la familia?
– Todos duermen profundamente.
– Todos menos usted.
Emily miro al suelo y Logan tuvo la impresion de que se habia sonrojado. Maldijo para sus adentros la oscuridad que los rodeaba y que le impedia averiguar si era cierto.
– No… simplemente no tenia sueno. Pero en cuanto me quedo dormida, soy como el resto de la familia. Es como si me hubieran golpeado la cabeza con un yunque.
Logan solto una carcajada, empanando el aire entre ellos.
– Sin duda es una buena manera de dormir de un tiron.
Una lenta sonrisa curvo los labios de la joven, y que lo condenaran si el no se sentia como si el sol hubiera salido por el horizonte.
– Si, si luego puedes soportar el horrible dolor de cabeza. -Emily retiro la mano de su manga y se rodeo con los brazos. -Por favor, acompaneme adentro y calientese un poco ante el fuego. Despues de todo lo que ha hecho por mi hoy, es lo menos que puedo ofrecerle.
Una vocecita interior advirtio a Logan de que estaba a punto de jugar con fuego, pero Emily lo miro suplicante, con aquellos hermosos ojos del color del mar, y su resistencia se desmorono.
– De acuerdo. Pero solo un momento. Luego seguire vigilando aqui fuera.
– Es evidente que no se le ha ocurrido pensar que podra vigilarme mucho mejor si estamos en la misma habitacion.
Oh, claro que se le habia ocurrido, Con todo lujo de detalles. Y la habitacion en cuestion era el dormitorio de ella. Donde estaba desnuda y excitada, humeda y abierta, y… Santo Dios, no iba a permitir que sus pensamientos siguieran ese rumbo otra vez. Claro que no.
– Vamos. -Ella se encamino hacia la casa y el la siguio. Un momento despues, Emily abrio una puertaventana. Asi era como habia salido de la casa. Logan nego con la cabeza. Maldita sea. Si que debia de haber estado ensimismado en aquellos pensamientos eroticos para no haberla oido deslizarse por una de las puertaventanas que era claramente visible desde donde el estaba vigilando.
La siguio al interior y la observo fijamente mientras cerraba la puerta de vidrio. Luego se giro para examinar la estancia, deteniendose ante un enorme globo terraqueo y las paredes cubiertas de estanterias del suelo al techo y repletas de libros con encuadernacion de piel. «Maldita sea», tal y como a los britanicos les gustaba decir.
Estaban en la biblioteca.
Imagenes de los apasionados besos que habia compartido con esa mujer las ultimas dos veces que se encontraron a solas en una habitacion como aquella irrumpieron en su mente, dejando un rastro ardiente en su piel.
– ?Le gustaria tomar un brandy? -pregunto ella, dirigiendose a un juego de licoreras de cristal dispuesto en un aparador que habia cerca de la chimenea de piedra, donde resplandecia un debil fuego que arrojaba doradas sombras danzantes en la estancia.
– Dentro de un momento. -La cogio por el brazo y con suavidad la condujo hasta la chimenea. -Antes nos calentaremos un poco.
Cuando se detuvieron ante la lumbre, el se giro hacia ella. El corazon de Logan dio un brinco al ver la nariz roja, los labios temblorosos y los dientes castaneteantes de Emily. Parecia estar helada hasta los huesos y mas dolorosamente hermosa y provocativa que cualquier mujer que hubiera visto nunca. Comprendio que jamas deberia haber entrado alli con ella. Los siguientes quince minutos, hasta que pudiera escaparse y regresar a la fria noche donde pertenecia, iban a ser toda una tortura. Bien, someteria sus manos -y sus labios -a un rigido autocontrol, y se marcharia antes de que hubiera ocurrido nada complicado entre ellos.
Se puso en cuclillas y despues de quitarse los guantes, removio la lena con un atizador. Un torrente de chispas brillantes se alzo hacia el tiro de la chimenea. Luego uso el fuelle para avivar el fuego que muy pronto ardio, emitiendo calor.
Se incorporo y puso las manos en los hombros de Emily para frotarle energicamente los brazos de arriba abajo.
– Pronto entrara en calor -dijo el, sin dejar de frotarle los brazos mientras se negaba a pensar en el hecho de que la estaba tocando. Y en lo menuda y delicada que era bajo sus manos.
– ?Y como entrara usted en calor? -pregunto ella, mirandolo a los ojos y con la barbilla aun temblandole por el frio.
«Gracias a ti siento como si mi piel estuviera en llamas.»
– Estoy acostumbrado al frio. No me molesta demasiado.
Un fuerte estremecimiento la sacudio de los pies a la cabeza y el tuvo que combatir el abrumador deseo de estrecharla entre sus brazos y calentaria con algo mas interesante que un masaje.
– ?Como se acostumbra alguien al frio? -pregunto ella con los dientes castaneteando.
El vacilo y luego se encogio de hombros.
– Cuando uno pasa demasiadas noches durmiendo en la calle, acaba acostumbrandose a la incomodidad. -No anadio que uno acababa por acostumbrarse a todo con tal de sobrevivir un dia mas.
Emily le lanzo una mirada compasiva y el nego con la cabeza.
– No sienta lastima por mi. No lamento ninguna de esas adversidades. Me han convertido en lo que soy ahora. -Esbozo una media sonrisa. -Ya sabe, un grosero americano.
La simpatia en los ojos de Emily dio paso a una expresion de timidez. Resultaba evidente que iba a decirle algo, pero justo en ese momento el cogio sus manos entre las suyas y se las llevo a los labios. Sin dejar de mirarla a los ojos, Logan lanzo un largo suspiro contra los dedos femeninos.
– ?Va entrando en calor? -pregunto, pronunciando las palabras contra los guantes de Emily.
La mirada de la joven se desvio de sus ojos a sus labios, y Logan tuvo que contener un gemido. Maldicion, lo miraba de una manera tan intensa que parecia como si le hubiera besado de verdad. Volvio a mirarle a los