– Creo que es la solucion perfecta para lo que sentimos, porque ninguno de los dos somos capaces de superarlo -continuo Matt-. ?Y bien? ?Que te parece? ?Quieres acostarte conmigo?
Capitulo 7
Jilly se puso palida. Miro a Matt a los ojos durante unos segundos y luego bajo la vista, avergonzada. Ahora estaba segura de que habia oido parte de su conversacion con Kate.
Con la cabeza gacha, repaso lo que habia dicho en la conversacion con su amiga y se sonrojo. Le habia confesado que queria hacer mucho mas que besarlo y que llevaba tanto tiempo sin hacer el amor que apenas recordaba como era.
Acto seguido, apoyo los codos sobre la mesa y hundio la cara entre las manos. Estaba tan mortificada que, a pesar de su agnosticismo, le rezo a todos los santos para que ocurriera algun milagro que la librase de tener que enfrentar a Matt. Le habia dicho a Kate que deseaba hacer el amor con el mas que ninguna otra cosa; sin embargo, en ese momento, lo que queria era poder hundir la cabeza en la tierra como un avestruz.
– ?Cuanto has oido? -pregunto, finalmente.
El le levanto la barbilla con los dedos y la obligo a mirarlo a la cara.
– Lo suficiente como para saber que me deseas. Lo cual esta muy bien porque tambien te deseo. Y lo necesario como para saber que llevas tiempo sin hacer el amor; lo mismo me ocurre a mi tambien. En toda mi vida, jamas me habia sentido tan irremediablemente atraido por una mujer. En lo que a mi respecta, no debieramos perder mas tiempo. Asi que, si estas de acuerdo, podriamos…
Las palabras y el tono ronco y sensual de Matt sirvieron para que Jilly perdiera definitivamente la verguenza. El habia elevado la apuesta al afirmar que la deseaba y estaba esperando una respuesta. Ella tenia que elegir entre aceptar el juego o recoger sus cosas y escapar a toda velocidad. Tardo menos de cinco segundos en decidirse. A fin de cuentas, Matt tenia razon: no tenia sentido perder mas tiempo. Ademas, lo deseaba desesperadamente y estaba ansiosa por hacer el amor.
Nueve meses, tres semanas y diecinueve dias habian sido suficientes.
Sin mas, Jilly exhalo una larga bocanada de aire y afirmo:
– Apostaria que llevas menos tiempo sin tener relaciones sexuales que yo.
– Entonces, remediemos nuestra situacion.
Despues, Matt comenzo a deslizar los dedos hacia el cuello de su amante y disfruto al ver como se estremecia de placer con cada roce.
– Definitivamente, hay electricidad entre nosotros, preciosa -comento.
– Lo que notas es que mi cerebro tiene un cortocircuito. Y debo admitir que tu propuesta ha despertado mi interes.
– Me alegra saberlo, aunque te advierto que ha despertado otras cosas en mi…
– Mmm… no lo dudo -murmuro Jilly-. Sin embargo, no imaginas cuanto podria mejorar la situacion con un poco de esfuerzo.
– Creeme, lo imagino. Sueno con ello, constantemente.
Tras lo cual, el bajo la vista y se concentro en la boca de la mujer. Luego se inclino hacia ella y susurro:
– Adoro tus labios.
Jilly estaba tan decidida a seguir adelante que no opuso ninguna resistencia al deseo y la necesidad que la dominaban. Bien por el contrario, llevo el dedo indice hasta la boca de Matt y comenzo a desplegar sus juegos de seduccion.
– Tambien adoro tus labios -murmuro-. ?Te gustaria que te demuestre hasta que punto?
El la miro apasionadamente y le beso la palma de la mano.
– Me encantaria, preciosa.
– De acuerdo. Espera y veras.
Acto seguido, ordenaron que les llevaran el resto de la comida a la habitacion, se tomaron de la mano y, sin mas demora, se marcharon del restaurante.
Mientras avanzaban por el vestibulo del hotel, Jilly apenas podia contener las ganas de correr sobre el piso de marmol para arrastrar a su amante a la cama. Le sudaban las manos y estaba tan tensa y caliente, que estaba ansiosa por desvestirse para sentir las manos de Matt sobre su cuerpo desnudo. Por algunos segundos, fantaseo con la posibilidad de empujarlo contra una pared y besarlo hasta quedar sin aliento. Pero sabia que una vez que empezaran ya no podrian detenerse, de modo que asaltarlo en un lugar publico no parecia una buena idea.
– ,?Tienes preservativos? -pregunto ella con preocupacion.
– Si, descuida.
Jilly respiro aliviada. En toda su vida jamas se habia sentido tan impaciente por que un hombre la tocara; deseaba sentir el roce de su piel y el sabor de sus labios. Trato de mantener la calma y actuar con naturalidad. Solo tenia que contenerse hasta llegar a la habitacion. Una vez alli, se rendiria sin condiciones a sus anhelos.
Sin embargo, no tuvo que esperar tanto. En cuanto se cerraron las puertas del ascensor, Matt la atrajo hacia el y la beso con desesperacion. Y mientras movia la lengua febrilmente, le acariciaba la espalda y el trasero. Ella se arqueo contra el y se excito al sentir la presion del pene erecto contra su pubis. Acto seguido, hundio los dedos en la abundante cabellera de Matt y disfruto del sabor de aquella boca ansiosa y calida.
Se abrieron las puertas del ascensor y, entre risas y besos, los dos amantes se dirigieron hacia la habitacion. Matt hurgo en los bolsillos de los pantalones y fruncio el ceno. Despues de una rapida busqueda en el resto de los bolsillos, la miro con ojos desorbitados y dijo:
– No tengo la llave. La debo haber olvidado cuando vine a buscar mi telefono movil.
– No te preocupes, tengo la mia.
Entonces Jilly se volvio hacia la puerta y, con impaciencia, busco el llavero en su bolso. Matt la abrazo por detras y le mordio dulcemente la nuca.
– Eso no me facilita la busqueda… -dijo ella, mirandolo de reojo.
– Deberias ser mas precavida y tener las llaves siempre a mano -le susurro Matt al oido-. Hay muchos acosadores sueltos.
– Este parecia ser un pasillo bastante seguro… hasta ahora.
– Exacto. ?Que pasaria si alguien viene tras de ti?
Luego, Matt le rodeo la cintura con los brazos. Sin pensarlo, Jilly se entrego al calor del abrazo y al recostarse contra el pudo sentir el sexo excitado de su amante apretandose contra sus nalgas.
Despues, volvio la cabeza para mirarlo.
– Creo que el acosador me ha atrapado – bromeo.
El gruno sensualmente y confeso:
– Estoy desesperado, no puedo esperar ni un minuto mas.
– No puedes estar mas ansioso que yo. Hace nueve meses, tres semanas y diecinueve dias que no hago el amor.
– ?Bromeas?
– Juro que no -afirmo ella.
Matt le acaricio la nuca.
– En ese caso, estare feliz de poner punto final a tu larga abstinencia. ?Has encontrado la llave?
Jilly extrajo el llavero del bolso y sonrio con picardia.
– Aqui esta. Disculpa, ?te molestaria que la primera vez lo hagamos sin juegos previos?
El se apreto contra las caderas de la mujer y deslizo una mano hacia los senos.
– No solo no me molesta si no que, si no abres la puerta ahora mismo, montare una escena erotica en medio del pasillo.
Ella rio con complicidad y metio la llave en la cerradura. Matt la apuro a entrar en la habitacion y, en cuanto cerro la puerta, abandonaron los coqueteos previos para pasar a la accion. Jilly le puso las manos en el pecho y lo empujo contra una pared. El acerco la boca a la de su amante y comenzo a besarla apasionadamente mientras le soltaba el cabello con impaciencia. Jilly gimio y se arqueo contra el, rozandole el pene erecto con su pubis. Matt la tomo por las caderas y la acerco mas.