sino que investigo los hospitales de Palm Springs y alrededores y descubrio que el abuelo de Thomas habia sido trasladado al hospital Rancho Mirage.

Despues de tres dias, Brina tenia la direccion y el telefono, no solo de sus abuelos, sino tambien de el.

Hablare contigo cuando tenga la oportunidad, habia dicho y ella empezaba a creer que no lo dijo en serio. Se estaba deshaciendo de ella.

Tenia su numero de telefono en una carpeta en su escritorio, junto a sus otros casos. Se sento en la silla y miro por la ventana de su oficina hacia la calle de abajo. Estaba lloviendo, ?acaso eso era nuevo?

Las gotas caian sobre el cristal y se deslizaban hacia el alfeizar metalico que habia debajo. Ahora que tenia la informacion que queria, estaba reticente a usarla. Habian pasado tres dias y Thomas no aun no habia intentado ponerse en contacto con ella. Revisaba el contestador cada media hora y el hecho de que el no tuviera su telefono no hacia que ella no lo siguiera comprobando. Dio orden a su secretaria de que si un hombre la llamaba, le pasara con ella inmediatamente y cada vez que el telefono sonaba su corazon se aceleraba, pero nunca era Thomas.

Brina se quito los zapatos de 13 centimetros y volvio al escritorio. Abrio un informe sobre unos trabajadores que estaba investigando. Solo consiguio leer dos parrafos del informe cuando su mente volvio hacia Thomas.

Tenia miedo. Estaba mas asustada de lo que jamas habia estado. ?Y si el no queria verla o hablar con ella? ?Y si no sentia nada por ella? Estaba como en una montana rusa de emociones. Arriba y abajo. Su corazon se aceleraba con el recuerdo de sus besos, desacelerando cuando pensaba en no volverle a ver otra vez. Sus emociones eran un caotico lio y no sabia que hacer. Por un segundo pensaba en llamarle y al siguiente se recordaba a si misma que el habia dicho que la llamaria cuando tuviera oportunidad.

– Estaba esperando que me pudiera ayudar -dijo una voz sorprendiendola y alzo la vista.

Poco a poco cerro el informe y miro a los azules ojos de Thomas. Solo con verle su corazon se le detuvo. Llevaba un traje y un jersey negro de cuello vuelto. En sus manos tenia tres ramos de rosas. Capullos rojos, blancos y amarillos.

– ?Ayudarle con que? – pregunto.

El entro en la oficina y paro al otro lado del escritorio.

– Esperaba que me ayudaras a encontrar a alguien.

– ?A quien?

– Una chica con la que me gradue en el instituto. Me dejo por un idiota pero creo que le voy a dar otra oportunidad.

Brina trato de no sonreir. Estaba alli, en su oficina y todo de pronto parecia volver a estar bien en su vida. Sus ojos le empezaron a escocer.

– ?Que tienes en mente? ?Es legal?

– Probablemente no en alguno de los estados del sur.

Ella se levanto y se acerco a el.

– ?Como me has encontrado? -le pregunto.

– Llame a Mindy Burton.

Por supuesto.

– ?Como esta tu abuelo?

– No muy bien -bajo la mirada a sus ojos-, pero no quiero hablar de eso ahora. Podemos hablar luego si quieres. Ahora quiero hablar de otra cosa mas importante. Quiero hablar sobre nosotros -le dio las flores-. La de la floristeria me dijo que las rojas simbolizaban el amor pasional, las blancas el amor puro y las amarillas la amistad.

Brina se las llevo a la nariz y las olio profundamente.

– Son maravillosas Thomas -parpadeo para sostener sus lagrimas-, gracias.

– Primero fuimos amigos y despues amantes -dijo-. Quiero que continuemos siendo amigos y amantes.

Brina de dejo las flores en el escrito y le abrazo.

Yo tambien lo quiero.

?Recuerdas el sabado cuando te dije que ya no nos conociamos mas?

Ella asintio enterrando la cara en su pecho. Respirando profundamente. Inhalando el aroma del hombre que amaba con todo su corazon y su alma.

– Bien, eso no era verdad entonces y tampoco lo es ahora. Te conozco, Brina. Se cuando estas apunto de llorar y se cuando vas a reir. Que te hace feliz, te entristece o te hace enfadar. Han pasado diez anos pero te conozco -le beso la cabeza- y te he echado de menos.

– Yo tambien te eche de menos -dijo y se acerco para besarle la boca.

El movio las manos a ambos lados de su cabeza y sostuvo su cara con sus palmas. Sosteniendola de esa manera.

– Pero quiero algo mas que amor y amistad -dijo-. Me he intentado decir a mi mismo que no iba a la reunion para verte, pero lo hice. Menti sobre eso, y he mentido un poco sobre las rosas tambien. Las rosas blancas no significan solo el amor puro. Significan el amor puro en el matrimonio. -La miro profundamente a los ojos y dijo-: Quiero estar contigo para siempre. Te amo.

Las lagrimas que habia estado tratando de aguantar se agolparon junto a las pestanas.

– Yo tambien te amo.

El le limpio las lagrimas con los dedos.

– ?Eso es lo que queria oir!

– Te dije que te queria la otra noche. ?Me oiste?

– Si, -la miro a los ojos y dijo con una sonrisa-: Pero estabamos haciendo el amor y no sabia si lo sentias o solo te dejaste llevar.

– Lo sentia.

Lentamente bajo la cabeza y presiono su boca con la de ella. Un suave beso de bienvenida que duro tres segundos antes de volverse ardiente y duro. Como si fuera para asegurarse a si misma, Brina recorrio con las manos su cuerpo.

El se aparto y respiro varias veces.

– Mi vida es un lio ahora. Mi abuelo se esta muriendo y no hay nada que yo pueda hacer salvo estar a su lado y ver lo que pasa. Todo lo que poseo esta en Colorado. Estoy viviendo con mi abuela en Palm Springs y ahora mismo no tengo trabajo. Todo en mi vida ahora mismo es incierto menos lo que siento por ti. Eres lo unico que tiene sentido. Puede que suene un poco extrano pero te lo pido de todas formas, ven conmigo.

Asombrada, Brina pronuncio.

– ?A donde?

– Por ahora a Palm Springs, despues quien sabe. A donde quieras.

– ?Cuando?

– Ahora mismo. Hoy. Manana. La semana que viene. El mes que viene. Cuando quiera que puedas. Te estoy pidiendo que te cases conmigo. Que estes conmigo ahora y siempre. Se que puede sonar un poco precipitado, una decision irracional, pero he estado esperando desde el primer grado.

Brina sonrio. No habia sonado precipitado o irracional, no para ella.

– Sere tu amiga, tu amante y tu mujer. Me casaria contigo hoy. Manana. La semana que viene. El mes que viene. -Presiono su frente con la de el-. Quiero estar contigo ahora y siempre.

RACHEL GIBSON

***
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