nuestras propias reglas. No tenemos por que hacer juntos algo que a uno de nosotros no agrade. Si quieres pintar la casa de rosa, creeme Kelly, que puedes hacerlo. Si algo no te gusta, solo tienes que decirlo. Estoy seguro de que tendremos que llegar a un acuerdo en todo tipo de cosas, pero ninguno de los dos vamos a entremezclar los sentimientos en ello. Podemos ser sinceros el uno con el otro.
Kelly no dijo nada, simplemente observo a su marido. Podria haber imaginado que Mac valoraria la sinceridad y la libertad en una relacion. Con la cantidad de responsabilidades que tenia que manejar en su trabajo y en su familia, no soportaria tener una pareja, o incluso una amiga, que exigiera una continua atencion. Y, como siempre, su expresion era ilegible, sus ojos impenetrables. No parecia sentirse solo, sin embargo, y a pesar de ello, sus palabras fueron para Kelly la declaracion de alguien solitario.
– ?No crees en el amor, Mac?
– Claro, creo en todo tipo de amor. En la amistad, en la lealtad, en la familia…, en cuidarse de uno mismo.
– ?Pero no en otro tipo de amor? ?En el amor entre un hombre y una mujer?
Mac termino el ultimo sorbo de whisky y la miro fijamente.
– Creo que el poder de las hormonas puede llegar a ser muy placentero… pero si te preocupa si te sere fiel, tranquila. No puedo decir que me guste la vida de un monje, pero en este momento… ?Caramba! Creo que ambos vamos a estar muy ocupados por un tiempo. Y no me importa si dormimos o no juntos. Sin embargo…
– ?Sin embargo?
– Sin embargo, Chad podria volver o tu podrias encontrar a alguien… igual que podria encontrarlo yo. Por eso quise que firmaramos todos esos documentos, para proteger al nino y que no le pueda afectar lo que pase entre nosotros. No tendremos que divorciarnos, Kelly, pero si uno de los dos lo quiere, nos separaremos. Mientras que esto quede claro desde ahora, no tendremos que soportar el sufrimiento que normalmente conlleva la separacion. Seguiremos estando unidos a ese hijo y, al mismo tiempo, tu estaras protegida.
A pesar de todo, Kelly seguia opinando que habia una laguna en aquella discusion. El no le habia pedido nada a ella, excepto sinceridad. Quiza se debiera a que Mac no queria que ella ganara un lugar especial en su vida, a pesar del proyecto en comun. Pero Kelly estaba segura de que tendria que haber necesidades que ella pudiera cumplir para compensar todo lo que el estaba haciendo por ella.
Pero antes de que pudiera decir nada mas, escucho el reloj de la entrada, que daba las horas. Una, dos, tres… bruscamente se dio cuenta de que en unos segundos seria un nuevo ano.
Mac tambien se distrajo con las campanadas y se levanto repentinamente.
– Creo que nos habiamos olvidado de esto. ?Tienes leche suficiente para brindar por el proximo ano?
– Creo que si -contesto ella, inclinandose para agarrar su vaso.
– Hemos pasado un dia verdaderamente extrano. Estamos aqui gracias a que la novia dio codazos al novio cada vez que este se olvidaba de repetir las palabras del sacerdote. ?Te he dado las gracias?
– No, pero… puedes darmelas haciendome un pequeno favor.
– ?Que?
Ella alzo los ojos hacia el techo, incomoda.
– Estaba intentando levantarme para el brindis, pero creo que no puedo. No tenia que haberme sentado aqui, los cojines son muy blandos, tendre que sentarme en las sillas duras. Me siento como un elefante…
Antes de que le diera tiempo a intentar levantarse de nuevo, Mac la tomo por ambas manos y tiro de ella. Kelly penso que, desgraciadamente, la conversacion habia llegado a su fin. En ese momento brindarian y luego tendria que abrir la maleta.
Al levantarse, su vientre abultado se choco contra el abdomen liso de el. Y, por alguna razon, el continuo agarrandola durante unos segundos mas. Tenia las manos fuertes y calientes, y su roce provoco en ella una corriente de alto voltaje.
Kelly habia sentido 1 mismo cuando la habia besado en la ceremonia. Aunque estaba segura, entonces lo estuvo y lo estaba en ese momento, de que eran imaginaciones suyas. El simplemente queria ser amable. Habia hablado de sexo varias veces con ella como si se tratara de macarrones y queso para cenar. Mac pensaba que estaba enamorada de su hermano y no habia ninguna razon para pensar que el sintiera la mas minima atraccion hacia ella.
Y ella tampoco hacia el, por supuesto.
Pero por una milesima de segundo, el musculo de la mandibula de el se tenso, y en sus ojos aparecio algo. Pudo ser soledad y tristeza, O quiza se daba cuenta, lo mismo que Kelly, que una pareja de recien casados normales no terminarian su dia de boda de aquella manera.
Entonces ella tuvo un impulso de rodearlo con sus brazos. Sabia que los abrazos no eran parte del trato y podria resultar un poco presuntuoso, pero no le importaba. Aquella mirada la emociono. Todo el mundo necesita un abrazo de vez en cuando. Si tenia un infarto, peor para el, penso finalmente.
El se puso rigido cuando los brazos de ella se enredaron a su alrededor.
Pero luego se relajo.
Habia sido un estupido, relajandose…
Capitulo Tres
Mac se sirvio otra taza de cafe, la cuarta en esa manana, y la llevo hacia la ventana del salon. El sol no habia salido todavia y el horizonte tenia ese matiz rosado del amanecer, convirtiendo el paisaje en una postal de Navidad inocente y pura. Pero no habia nada inocente en el viento de la noche anterior. Mac estimaba que podia haber dos pies de nieve, algo facil de eliminar si no fuera porque el nivel no era el mismo en todos los lugares. En algunas partes habia montones mas altos que un hombre.
Penso en que Kel estaba embarazada y que no podia estar alejada o aislada de la civilizacion y de un medico. La poblacion estaba cerca y el tenia una furgoneta preparada para la nieve. Podria limpiar la entrada en unas pocas horas.
Al escuchar pasos en la escalera se giro. Habia dejado la cocina encendida, ya que habia estado trabajando para ordenar un poco la comida. Sobre el horno se apilaban cuatro sartenes. Una para huevos, otra para beicon, una para bollos y la ultima para panqueques. La mesa estaba abarrotada con cajas de cereales y recipientes con manzanas, naranjas y melones. Tambien habia dos jarras de plata, una con zumo de naranja y otra de arandanos amargos.
Mac se froto la barbilla. Quiza habia llevado demasiada comida. ?Habia comida para un regimiento! Pero las mujeres embarazadas eran una especie completamente diferente a todas. Aunque no sabia los gustos de Kelly o lo que debia comer.
Mac odiaba que las situaciones lo pillaran desprevenido.
Los pasos se aproximaron y su corazon comenzo a palpitar. Se paso una mano por el cabello, luego se toco la cremallera del pantalon y luego miro su camisa negra y se aseguro de que no habia tanta suciedad como en el suelo. Los pasos sonaban en la escalera. Mac se preparo mentalmente, como si fuera a enfrentarse a todo un batallon.
Y ahi justamente era donde habia cometido el error la noche anterior: no se habia preparado. Teoricamente no habia nada malo en un abrazo, pero no habia esperado que ella lo abrazara de repente. Todavia no sabia por que lo habia hecho. Quiza todas las mujeres embarazadas se hacian un poco descaradas. Quiza estaba cansada y no lo penso. Quiza necesitaba agarrarse a algo para sentir seguridad. Quiza habia olvidado que estaba enamorada de su hermano.
Mac no. Lo habia intentado, pero la familia le habia preguntado muchas veces que ocurriria si Chad volvia. ?Y por supuesto que Chad volveria en cualquier momento! Siempre lo hacia, despues de una de sus desapariciones. Mac lo sabia perfectamente cuando pidio a Kelly que se casara con el. Tambien sabia que amaba a su hermano. Pero todas esas complicaciones no borraban los motivos para aquel matrimonio, sino al contrario. Kelly habia sido atacada y necesitaba un hombre a su lado. Mac, por otro lado, queria a su hermano, a pesar de conocerlo bien. Demasiado bien y sabia que no habia diferencia en que Chad estuviera alli o en una playa de Jamaica. No confiaba en el para que protegiera a Kelly o se hiciera cargo de su hijo. Por tanto, era deber suyo cuidarla.