Durante un momento Laura se quedo tan absorta en el bebe, que no se dio cuenta de que Will habia vuelto y estaba de pie a su lado.
– Hay un parque en el vestibulo. ?Quieres que lo instale aqui? ?Y llevo el resto de sus cosas al estudio?
Laura lo miro.
– Gracias -murmuro.
Era tipico de Will ofrecer ayuda practica, pero no habia nada en su cara que mostrara que estuviera alterado por lo que habia pasado.
Pero tenia que estar perturbado. Incluso en el momento mas apasionado, nunca se olvidaba del control de natalidad, y nunca habia expresado el menor deseo de tener un bebe, y mucho menos de que de pronto apareciera en su vida el bebe de un extrano.
Instintivamente, Laura apreto al pequenin. Ella no habia vacilado ni por un instante en ayudar a su hermana. Will no habia puesto ninguna pega, y ademas todo lo que habia hecho y dicho demostraba que lo entendia. Laura no tenia opcion, Deb era su hermana y tenia problemas.
Pero la libertad e intimidad de su relacion estaba a punto de desaparecer. Ninguno pudo imaginar que eso sucederia, y solo seria algo temporal.
Pero Laura no sabia como se lo tomaria Will.
– ?Feliz Navidad, Daniel!
Como Laura estaba ocupada en la cocina, Will hizo de anfitrion y abrio la puerta. El padre de Laura era de mejillas rojizas y sonriente, pero tenia artritis y problemas para andar. Will sabia exactamente de quien habia heredado Laura su gran orgullo. Es hombre nunca pedia ayuda, pero Will rapidamente le quito el regalo pesado de sus manos y le hizo entrar.
– Feliz Navidad a ti tambien. Es estupendo verte, Will -Daniel dejo su sombrero en el perchero-. No tengo que preguntar donde esta Laura. ?Es bastante grande el pavo?
– Enorme -Will le quito su abrigo-. Sera mejor que te avise. Laura ha amenazado a cualquiera que se acerque a la cocina.
Daniel se rio.
– La verdad es que mi hija adora la Navidad y todo ese galimatias. ?Donde esta mi nieto?
– Durmiendo junto al arbol.
Will vio a Daniel colocarse el baston y dirigirse directamente hacia la puerta del salon, desde donde se quedo mirando al nino.
Laura llamo a su padre esa manana para contarle lo del bebe, aunque le ofrecio una version algo distinta de lo ocurrido. Daniel solo sabia que Deb iba a divorciarse y a mudarse; y que Laura se habia ofrecido a cuidar al nino hasta que ella se instalara.
A Will no le gusto la mentirijilla. Entendia el razonamiento de Laura. Debido a la salud precaria de su padre ella queria evitarle todos los disgustos posibles. Pero Daniel seguia siendo un hombre, y no era debil mentalmente solo por serlo fisicamente. Tenia derecho a saber lo que le habia sucedido a su hija y derecho a actuar. De todos modos Will no discutio con Laura. No tuvieron tiempo para discutir, ni hablar ni hacer nada durante toda la noche excepto ocuparse del bebe.
– Daniel, ?te apetece beber algo?
– No me importaria un poco de jerez -Daniel suspiro-. No, no me lo traigas. Mi hija me mataria si tomo algo de alcohol. Se me puede subir a la cabeza y ademas tengo que darle el beso de feliz Navidad.
Will se quedo detras cuando Daniel se dirigio a la cocina, pero pudo oir el sonido de voces y risas. Normalmente oia saludos, abrazos, Laura rinendo a su padre, el tomandole el pelo, conversaciones familiares… Nunca se habia sentido comodo uniendose a ellos. Daniel siempre le habia aceptado bien en la vida de su hija y nunca le habia hecho preguntas incomodas o embarazosas. Pero Will nunca podia olvidarse de la sensacion de no ser aceptado.
El bebe lloriqueo.
Will levanto la cabeza, primero hacia el nino y luego a la cocina, imaginando que Laura o Daniel saldrian al momento. Pero ninguno parecio oir al bebe.
Metiendose las manos en los bolsillos, se acerco al parque. Archie. Vaya nombre ridiculo para una criatura de cara arrugada y roja con extranos ojos azules que parecian desenfocados… excepto en ese momento. El bebe giro la cabeza y lo miro, directamente a el… y solto otro gemido.
Estaba claro que el no le gustaba.
Will no le habia puesto al nino un dedo encima desde que habia llegado, asi que no sabia por que estaba enemistado con el. Pero lo estaba. Cuando Will aparecia, el bebe lloraba. Quizas el mequetrefe hubiera adivinado que sentia cierta inquietud y malestar hacia los bebes. Su propia madre lo abandono a el cuando era como Archie. Y aunque esa historia no tenia nada que ver con Archie, estar cerca de un bebe le recordaba todos esos anos que a el no lo quisieron, no pertenecio a ningun sitio ni a nadie.
Los lloros eran cada vez mas altos, pero Laura no salia de la cocina. Ni tampoco Daniel.
Vacilante, se inclino y acaricio el estomago del bebe, consiguiendo mas chillidos. No podia tener hambre. Laura le habia dado el biberon hacia menos de una hora.
Imagino que debia llevarselo a Laura. No podia hacer dano al monstruito simplemente tomandolo en brazos, ?verdad? Y asi sabria lo que le pasaba. Cada vez que el enano lloro durante la noche, Laura le levanto y lo supo.
Lo levanto e inmediatamente se dio cuenta de que estaba mojado. Muy mojado. No podia sujetarlo a un metro de distancia porque Laura habia dicho algo de que era necesario que le sujetaran la cabeza. Asi que lo hizo, pero se dirigio a la cocina a la velocidad del rayo. Archie dejo de llorar en cuanto el empezo a correr. De hecho, el nino empezo a reirse.
En cuanto llego a la puerta, hizo intencion de llamar a Laura, pero vacilo. No era tan simple. Toda la cocina era un caos de ruido y confusion. Laura estaba parloteando con su padre. Los cazos en el fuego estaban borboteando. Daniel tenia las manos ocupadas sacando platos y fuentes del frigorifico. Salia humo del horno, donde Laura estaba inclinada pinchando el pavo.
Le parecia muy egoista interrumpirlos cuando los dos estaban tan ocupados. ?Pero como sabria que hacer con el nino?
Su mirada se dirigio a Laura. Tenia las mejillas sonrosadas por el calor y un monton de rizos pegados a la frente. Su pelo a menudo estaba asi despues de hacer el amor. Habia dejado los zapatos en alguna parte, y estaba corriendo por la cocina con los pies enfundados en medias. Su traje era del color rojo navideno, con falda corta y un bluson encima de una tela suave.
A Will se le quedo la boca seca. No se habia puesto el colgante del zafiro, aunque si llevaba unos pequenos pendientes de oro que el le habia regalado. Pero el sospechaba que solo los llevaba porque el mintio y le dijo que eran falsos y no de oro autentico. Era una testaruda. Si le dejara, el la habria llenado de joyas.
Seguia deseandola desde que la noche anterior fueron interrumpidos. Pero el sabia que ella no habia esperado esa crisis familiar, conocia su amor hacia su hermana y su padre y no habia duda de cuales debian ser sus prioridades. Era solo que verla agachada con la suave falda cenida a sus preciosas nalgas…
Archie le dio un tortazo en la cara. El acto no fue deliberado. El bracito se movio a ciegas y le dio casualmente, directamente en la nariz.
Eso le recordo que aun seguia mojado. Se dirigio al estudio. No habia una habitacion en esa casita que fuera lo suficientemente grande para respirar en ella, pero el estudio era lo mas pequeno. Solo cabia una television, una mesa y un viejo sofa. La primera vez que hicieron el amor fue en ese sofa, pero en ese momento ni siquiera se veia la tapiceria. Las cosas del bebe estaban por todas partes.
Archie volvio a llorar. Will lo dejo encima de una manta mientras rapidamente buscaba los panales y ropas. Archie lloro mas alto.
– Confia en mi, sabre hacerlo… Bueno, ?quieres ponerte esta cursilada blanca con el payaso o el pijama verde con el futbolista?
Parecia que el mequetrefe no iba a tomar ninguna decision. De hecho empezo a soplar pompas de saliva por la boca. Alarmado, Will empezo a quitarle el pijama humedo. El nino dejo de armar jaleo en cuanto estuvo medio desnudo. Will le quito el panal mojado y ya no supo que hacer.
– Podrias ayudar un poco. Esto de los panales no es nuevo para ti y tu madre no nos dio un manual a los