– Si.
Doug miro la fotografia. Habia sido tomada seis meses antes, durante la boda. Marc y Tammy estaban guapisimos, el con uniforme oficial, ella con un vestido de novia que quitaba el hipo… segun Lucy, de un disenador italiano muy famoso.156
Pero lo mas bonito de todo era como se miraban. Desde luego, eran un principe y una princesa, hechos el uno para el otro.
Tambien habia un senor mayor a su lado… Dominic, mayordomo mayor de palacio, decia el pie de pagina. Llevaba a Henry en brazos con el orgullo de un abuelo. Tras ellos, el resto del personal de palacio. Todos parecian contentos.
Y el palacio, como los de los cuentos de hadas.
– A mi me apetece mucho ir -dijo Lucy.
– Todos esos torreones, las gargolas… -murmuro Danny, que tenia setenta anos y nunca habia salido de Australia-. Y mira a Tammy con ese vestido… parece una princesa de verdad.
– Es que es una princesa de verdad, tonto -rio Mia.
– Quiere que vayamos a Broitenburg -dijo Doug, pensativo-. ?Que hacemos?
– Es la princesa, ?no? Uno no puede desobedecer a una princesa. Vamos a arreglar esos arboles -contesto Danny.
Marion Lennox