experimentar un sentimiento desconocido. Su manera de agarrar a Sam. Su manera de hacerla reir…-. Marchaos -dijo de nuevo, y miro a Jackson fijamente. Con la mirada se transmitieron un mensaje. ?Un mensaje? No. Era mas que eso. Se estaba formando un lazo entre ellos. Un lazo fuerte, calido y…-.Fuera -dijo otra vez. Pero esa vez queria decir algo mas. No solo queria que salieran del bano.
Ese hombre comenzaba a asustarla.
?Y Jackson?
Continuo mirandola durante un rato y, poco a poco, el brillo de diversion desaparecio de su mirada. Asintio, y era como si hubiera tomado una decision…
– De acuerdo -dijo el-. Sabemos cuando no nos quieren -se volvio y se alejo por el pasillo sin mirar atras.
Cuando Molly termino de vestirse y de peinarse, ya casi habia recuperado el control. Casi. Molly estaba nerviosa y se le notaba. Se peino con el secador, pero no podia concentrarse, asi que tuvo que mojarselo otra vez. Era eso o ir a la cena con el pelo como si fuera una fregona. A pesar de todo, no consiguio controlar sus rizos.
No importaba.
No. Se puso unos vaqueros y una blusa limpia, despues cambio de opinion y se puso una falda, y luego, otra vez los vaqueros. Cuando termino, estaba muy desconcertada y Sam no paraba de hacerle preguntas.
– ?Por que tardas tanto? ?No sabes que el senor Baird nos esta esperando?
Precisamente, tardaba tanto porque el senor Baird los estaba esperando. Se peino los rizos por ultima vez y se dirigio a la cocina. Sam caminaba dando saltitos a su lado.
Porque, si, el senor Baird los estaba esperando.
Para desgracia de Molly, Gregor y Doreen no tenian intencion de unirse a la barbacoa.
– Gregor odia la arena -les dijo Doreen, mirando a su marido con afecto-. Pensaba que despues de vivir cuarenta anos cerca de la playa se acabaria acostumbrando.
– Nunca me acostumbrare a la arena -dijo Gregor-. Esa porqueria se mete por todos sitios. ?Uno la encuentra hasta entre los dedos de los pies!
– ?No le gusta tener arena entre los dedos? -pregunto Sam fijandose en las botas que Gregor llevaba bien atadas.
– ?No me digas que a ti si? -pregunto Gregor-. ?Bueno, sobre gustos no hay nada escrito! Por eso Doreen ha preparado una cesta con comida para que os la tomeis en la arena mientras yo ceno en la mesa de la cocina como un caballero.
Estaba claro. Iban a cenar en la playa solos. Molly, Jackson y Sam.
El lugar era magico. En cualquier otra situacion a Molly le habria encantado. El sol estaba ocultandose tras las montanas y la arena todavia estaba caliente. Gregor habia bajado antes que ellos para encender una hoguera.
– El plato principal es una pieza de ternera que he enterrado entre las brasas, y tambien hay algunas patatas -les dijo-. Saquenlas cuando tengan hambre.
?O comeos el resto de la comida? Sin duda, podian hacer eso. Los aperitivos habrian bastado para saciar el hambre del mas hambriento de los comensales. Doreen lo habia preparado todo. Cuando abrieron la cesta sobre la manta de picnic, vieron que habia langostinos, vieiras, y ostras. Tambien, salchichas envueltas en hojaldre, sandwiches, esparragos, pollo y aguacate, salmon ahumado…
Y pasteles…
– Todo esto despues del desayuno, la comida y el te de la merienda… Los Gray deben pensar que nos morimos de hambre el resto de los dias -dijo Molly, y Jackson sonrio y se comio un langostino.
– ?Quien se queja? ?Quieres una salchicha, Sam? ?Limonada? ?Champan, senorita Farr?
– Hay cuatro tipos de vino -Molly estaba boquiabierta-. ?Como han hecho todo esto?
– La senora Gray hizo algunas llamadas mientras estabais fuera -dijo Sam-. Le trajeron las cosas.
– Vais a tener que llevarme a casa en carretilla si me como todo esto -Molly nego con la cabeza al ver que Jackson le ofrecia vino-. Tomara limonada, gracias.
– ?No tendras miedo de perder el control? -bromeo el, y ella se sonrojo.
– No. Pero tengo cuidado.
– ?Por la reputacion que tengo?
– Dudo que intentes poner en practica tus artes de seduccion con Sam aqui -dijo Molly.
– ?Que es la seduccion? -pregunto Sam.
– Conseguir que las mujeres te besen cuando no quieren hacerlo -dijo Molly sin pararse a pensar, y Jackson solto una carcajada.
– Eso significa que a tu tia Molly le gustaria besarme, pero ella cree que es demasiado decente.
– ?Por eso se ha cambiado tres veces de ropa antes de decidir que iba a ponerse esta noche? -pregunto Sam con interes Molly se rio medio avergonzada.
– Pasame una salchicha -le pidio a Sam-. Estoy perdiendo un tiempo valiosisimo hablando de cosas estupidas como besarse.
– Creia que a las chicas les gustaban los besos -Sam miraba a Jackson y a Molly tratando de comprender algo-. ?Eso quiere decir que no quereis besaros?
– ?Que? ?Besar al senor Baird? ?Por que iba a querer besar al senor Baird?
Sam se quedo pensativo hasta que encontro una respuesta.
– Bueno, yo no querria, pero seguro que hay gente que si.
– Besar es peligroso. Lo has leido en tus cuentos. Jackson podria convertirse en rana.
– O en principe.
– En principe no -dijo Molly-: Los millonarios no se convierten en principes. Siempre se convierten en ranas. Son las normas»
– A nosotros nos gustan las ranas.
– ?Una rana llamada Jackson? No creo. Y ademas, seria un sapo.
– Muchas gracias -dijo Jackson con frialdad.
– De nada -Molly le dedico una dulce sonrisa.
– Sam, sugiero que nos callemos y que cenemos. Si no, nos quedaremos con hambre.
– ?Con todo esto?
– El te de la merienda era escaso -dijo Molly-. Tengo un hambre canina.
Sam dejo el tema de los besos y se rio. La risa del pequeno hacia que el lugar pareciera aun mas magico. Se habia reido muy pocas veces desde que sus padres murieron y, alli estaba, comiendose una salchicha, enterrando los pies en la arena y apoyando la espalda sobre Jackson. Era como si perteneciera a ese lugar.
– Yo tambien -dijo el pequeno mientras se comia el cuarto hojaldre de salchichas-. Senor Baird, ?tiene un hambre canina?
– Mas que eso -dijo Jackson con aplomo- Tengo un hambre de lobo.
Capitulo 6
Fue una noche magica. Comieron hasta saciarse y, despues, se acercaron a la orilla para que Sam chapoteara. Molly y Jackson lo agarraron de las manos y juntos saltaron las olas hasta quedar agotados.
Y mojados.
– ?Por que no nos hemos puesto el banador? -pregunto Molly-. Miranos. Sam, estas empapado.
– Hablando de nadar… Sam, ?que te parece si manana probamos a nadar de verdad? -le pregunto Jackson-. Estare encantado de ensenarte.
Molly contuvo la respiracion mientras esperaba la respuesta del pequeno.
– Estaria muy bien… -dijo Sam.
Molly suspiro aliviada. Dio un grito de alegria e hizo una pirueta en la orilla, girando y girando mientras que Sam y Jackson la miraban como si hubiera perdido la cabeza.
– Sabes, no se parece a ninguna mujer de negocios de las que he conocido antes -le dijo Jackson a Sam, y el
