– Pues lo entenderas en seguida- dio un suspiro. Son el fruto de uan noche de borrachera. Su madre no recuerda quien fue el padre y tiene otros siete hijos a los que cuidar. Para serte sincera, los gemelos alcanzaron el nivel de inteligencia de la madre con tres anos. Fuera quien fuera su padre, era alguien muy inteligente, porque ellos tambien lo son.
Pero eso da igual, el caso es que la madre no puede manejarlos.
No quiere quedarselos bajo ningun concepto y nos los dio a nosotros en adopcion. Desgraciadamente, eran ya mayores para entender lo que pasaba.
– ?Por eso son tan revoltosos?.
– Solo con quien se sienten amenazados. Pero siempre creen que van a ser rechazados. No se quieren encarinar con nadie porque saben que durara poco tiempo.
Erin se habia relajado tanto con el chocolate y la amabilidad de aquel hombre, que se le cerraban los ojos.
– Vete a dormir- le sugirio el, quitandole la taza antes de que se le cayera. Encontraras cepillos de dientes y todo los que necesites en el cuarto de bano
– Ya lo he visto- afirmo, sonriendo. Tu madre debio ser la mejor anfitriona del distrito…y tu estas a su altura.
– No me dejan- respondio Matt, sonriendo. Su sonrisa conmovio profundamente a Erin. Charlotte ha contratado a la eficaz senor Gregory para que cuide de la casa y ella vigila que todo este en orden.
– Ah.
– No te preocupes. Estoy seguro de que tu, yo, los gemelos y la senora Gregory nos vamos a entender bien.
?Y Charlotte?, deseo decir Erin, pero no lo dijo.
En lugar de ello, miro a Matt y noto su cara de preocupacion.
– La doctora Emily dijo que tenia que cuidarte esta noche. Te desmayaste.
– Es cierto, pero no quiero que estes toda la noche despierta por mi- aseguro el. Gracias, de todos modos. Si prometo no morirme esta noche, ?Tu me prometes irte a dormir y dejar las preocupaciones para manana?
Esas malditas lagrimas…
Erin parpadeo y se contuvo una vez mas.
De acuerdo. Humm…?Te has puesto algo en la quemadura?- pregunto, pensando en que Charlotte la mataria si se le infectaba.
– Si, esta limpia y desinfectada. Asi que podemos irnos a la cama con la conciencia tranquila. Buenas noches, Erin.
– Buenas noches, Matt. Y…gracias.
Matt, al verla tan cansada, tan perdida y tan asustada, sin pensar lo que hacia se inclino y le dio un beso en la frente.
– Ha sido un placer. Y ahora deja de pensar en los gemelos, en quemaduras, en incendios y en problemas. Piensa solo en ti por una vez y duerme.
Y eso hizo ella, ya que el no le habia dejado mas alternativa.
3
Donde estamos?
Erin habia planeado despertarse temprano, pero finalmente la vencio el agotamiento y fueron los gemelos quienes la despertaron, subiendose a su cama, ya entrada la manana.
– ?De verdad se quemo el hogar?. ?Y nos trajeron en un coche de policia?
– Si, se quemo y tambien es cierto que vinimos en un coche de policia hasta la granja del senor McKay- contesto ella, abrazandoos y dejando que se metieran bajo las mantas. Erin llevaba una camiseta ancha y ellos, con los extranos pijamas que llevaban, tenian un aspecto tan raro como ella. Parecian una especie de objetos de bazar. Pero a Erin no le importaba. Estaban a salvo.
– ?Nos va a arrestar la policia?- pregunto Henry, que era el mas nervioso de los dos.
– ?Por que os iba a arrestar?.
– Porque hicimos esa bomba.
– Pero me habeis prometido que no vais a hacer ninguna mas.
– Bueno…-
– Me lo prometisteis.
– Si, de acuerdo, te lo prometimos- dijo el nino con una debil sonrisa.
– Entonces creo que convenceremos a la policia para que no os arreste…por esta vez.
Al parecer, aquella noticia los tranquilizo y ambos se acurrucaron contra ella.
– Erin, ?donde esta Tigger?.
?Oh, cielos!. Erin recordo la ultima imagen del hogar y decidio que era imposible recuperar nada. Les tenia que decir la verdad.
– Me temo que Tigger se quemo en el incendio.
Se quedaron en silencio un buen rato. No lloraron, pero Erin se emociono. Aquel juguete habia sido un regalo de la primera familia que los habia adoptado.
Eran tan pequenos, que en su mente tenian mezclado aquel juguete con haber dejado a sus padres y hermanos. Tigger habia sido su unico acompanante fiel durante todo aquel tiempo.
Un juguete que nunca luchaba, ni discutia con ellos, simplemente se limitaba a estar a su lado
Aparte de tenerse el uno al otro, habia sido su unica posesion y la habian perdido.
Erin sabia que Tigger era insustituible. Penso en decirles que encontrarian otro juguete, pero finalmente no dijo nada.
En ese momento, sono un golpe en la puerta, que de inmediato se abrio. Era Matt, quien a diferencia de Erin y los chicos, ya estaba completamente vestido. Llevaba una camisa caqui y un mono de trabajo y se habia vendado la quemadura, pero eso no le impedia tener un aspecto fuerte y vigoroso.
– Buenos dias- dijo gravemente. Pero ante la imagen de los tres en la cama, sus ojos adquirieron un brillo especial. Esa es una cama pequena.?no habeis encontrado las otras dos?. ?Pasa algo?.
– No, acabamos de venirnos aqui para hacer compania a Erin- contesto William con dignidad, mirando a su hermano.
Henry parecia que se iba a echar a llorar y entre ellos tenian como codigo de honor no demostrar ninguna emocion delante de extranos.
Matt, despues de mirar a Henry, decidio cambiar de tema.
– He hecho tortitas y he pensado que a lo mejor os apetecia tomarlas en la cama.?Que os parece?.
– ?Tortitas?- pregunto William, olvidandose por completo de que habian perdido a Tigger. Yo…
– ?Os las traigo en una bandeja?.
– Si, pro favor- contesto Erin agradecida. ?Como habia adivinado Matt que lo que menos les apetecia era tomar un desayuno formal?.Seria estupendo.
– En seguida vuelo.
Se marcho y Erin nunca sabria lo mucho que le habia costado no sentarse el tambien en la cama, junto a ellos.
Matt tenia en la granja una vaca que estaba a punto de parir y aquella manana, despues de pasarse toda la noche sin dormir, habia decidido ir a verla. Al volver a casa, se habia encontrado con su ama de llaves, la senora Gregory, que estaba limpiando la alfombra.
– Me llamo Charlotte y me conto todo, asi que pense que mi deber de cristiana era venir cuanto antes. Los salvo usted ?verdad?. Pero, ?por que tuvo que ofrecerles alojamiento?.
– Pense que era mi deber de cristiano,.
La mujer no sonrio.
– Humm.- Esos gemelos. Yo conoci bien a su madre, igual que todo el mundo, antes de que desapareciera con su ultimo amante. Nunca fue una buena…