querido a otra persona, pero como amiga. Nada mas. Entonces fuimos a aquella maldita fiesta. Ojala pudiera decirte que estaba tan borracho que no me enteraba de nada, pero no es verdad. Yo no tenia intencion de ir mas alla despues de que me besara, pero le deje hacer. Permiti que otra mujer me arrinconara y me besara. Despues la bese yo -se froto los ojos-. Y lo peor de todo es que me excito.
Bajo las manos y la miro.
– Eso es lo que Evelyn vio. Me vio besar a otra mujer, y cuando me separe, vio que estaba excitado. La ultima vez que habiamos intentado hacer el amor, yo no habia conseguido una ereccion, pero alli estaba, listo y dispuesto para hacerlo con otra mujer.
Cathy no queria oir nada mas. Conocia el fin de la historia y estaba segura de hasta que punto tenia que ver con ella. Stone tenia razon. En cierto modo, aquello no era una cuestion personal, pero lo importante era que, por mucho que ella lo quisiera, el no sentia lo mismo.
– No necesito decirte que nos marchamos inmediatamente -continuo-. Yo estaba demasiado borracho para conducir, asi que Evelyn condujo. En cuanto llegamos a la autopista empezamos a discutir. Ella tenia por fin la prueba que habia estado buscando; sus temores sobre mi supuesta infidelidad estaban confirmados. Intente explicarselo, pero no quiso escucharme. Lo unico que queria saber era que ella no podia excitarme y que aquella mujer si. La habia destrozado. Siempre la habia querido y al final, le hice mas dano del que le habian hecho en toda su vida.
Guardo silencio durante unos minutos; fue Cathy quien tomo el hilo de la historia.
– Esa fue la noche del accidente.
No era una pregunta.
– Murio en el acto, pero yo sobrevivi. Evelyn murio pensando que la habia traicionado. Lo unico que queria era que nos quisieramos, y esa era la unica cosa que no pude darle. Jamas podre compensar eso, y me voy a volver loco.
Las piezas del puzzle encajaron a la perfeccion. Cathy creia comprender el final de la historia, pero se equivocaba. La cuestion no era que Stone no la quisiera por no haber querido a Evelyn. Eso era muy sencillo. Queria compensar lo ocurrido entre su mujer y el. Queria compensarla, pero como ella ya no estaba, habia encontrado a alguien a quien ayudar. De una forma un tanto extrana, habia ocupado el lugar de Evelyn en su vida. Debia pensar que, haciendo obras de caridad, podia compensar el pasado.
– Crees que soy Evelyn -dijo.
– Por supuesto que no. No teneis nada en comun.
Cathy se levanto porque la necesidad de moverse era imperiosa y tras cruzarse de brazos, se acerco a la ventana.
– No se como no lo he visto antes -dijo, mas para si misma que para el-. Hay tanto parecido…
– No os pareceis en nada.
– Dime en que somos diferentes.
– Yo te deseo -dijo, como si bastase la pasion. Como si el hecho de que quisiera tenerla en su cama compensase el hecho de no quererla.
– Eso no es suficiente. Me has utilizado como medio para alcanzar un fin. No soy mas que un proyecto para ti, y no una persona real.
Penso en el hijo que llevaba dentro. Si no era real, ?que pensaria del bebe? La idea le hizo estremecerse.
– Cathy, tu no lo entiendes.
Se volvio bruscamente hacia el.
– Lo entiendo perfectamente. Has estado jugando con mi vida, y eso no se puede hacer, Stone. No puedes sacar a una persona de su mundo, cambiar sus circunstancias y despues no aceptar la responsabilidad por lo que has hecho. ?Que te creias, que iba a aceptar todo esto y despues, un buen dia, marcharme y no volver a pensar en ti?
– No, claro que no. No habia pensado nada de eso. Tu me importas. Creia que eramos amigos. Solo queria ayudar.
– Y al mismo tiempo, deshacerte un poco de la culpabilidad que sientes por lo de Evelyn.
Su expresion se endurecio.
– Nada cambiara lo que ocurrio con ella.
– Tienes razon -espeto, mirandolo fijamente-. ?Por que no me habre dado cuenta antes? Nada cambiara lo que sientes por el pasado. Supongo que los dos hemos actuado sin pensar.
El hablo, pero ella ya no le escucho por que la necesidad de escapar era imperiosa. Salio del despacho, entro en el suyo, recogio el bolso y se marcho. No sabia adonde se dirigia, pero tenia que salir de alli como fuera.
Stone estaba sentado solo, en la oscuridad. No queria ver la habitacion que habian compartido. En las sombras podia fingir estar en cualquier otra parte menos en el dormitorio en el que habian pasado horas tan felices juntos. Desgraciadamente la oscuridad no podia ocultar el aroma de su perfume, al igual que tampoco podia borrar lo que se habian dicho el uno al otro.
Sabia que le habia hecho dano. Sin querer, habia hecho precisamente lo que intentaba evitar. Habia pensado que podian ser simplemente amigos, pero Cathy habia tenido razon en todo lo que le habia dicho. Se habia inmiscuido en su vida sin pensar en las consecuencias.
Cathy se habia dado cuenta de que pensaba en ella como un proyecto, y si no podia compensar el pasado, al menos podria conseguir que cobrase sentido. Habia tardado un tiempo en darse cuenta de que ella era una persona con su propio destino, pero para entonces ya era demasiado tarde. Ya eran amantes.
Habia actuado de un modo egoista e irreflexivo. Ula habia intentado advertirle, pero el no habia querido escuchar. Habia hecho lo que no tenia que hacer, aunque para ello sus razones fuesen poderosas, y ahora Cathy estaba pagando el precio.
?Por que habia salido todo tan mal, cuando el solo pretendia ayudar? ?Por que no se habia dado cuenta de lo que estaba haciendo?
Se quedo sentado en silencio durante un rato, esperando que llegase la respuesta, que por fin llego hasta el. En un momento de revelacion seguido por un profundo desprecio de si mismo, se dio cuenta de que era un cerdo egoista que se creia mas listo que nadie. Habia dado por sentado que sabia lo que hacia y que trabajaba por conseguir un bien mayor, cuando en realidad lo habia hecho todo por su propio interes y por el de nadie mas.
Miro el reloj. Era casi medianoche. Llevaba horas fuera. ?Y si no volvia? ?Y si volvia? ?Que iba a decirle? Podia disculparse, pero eso no seria nada despues de lo que habia hecho.
Como si sus pensamientos hubieran tenido el poder de conjurarla, oyo sus pasos en el pasillo, y encendio la luz justo cuando ella entro en la habitacion.
Estaba despeinada y tenia ojeras. A pesar del poco maquillaje que le quedaba a sus mejillas, parecia palida y cansada.
– ?Te encuentras bien? -pregunto, medio levantandose, pero ella, con un gesto, se lo impidio.
– No se cuales son tus planes respecto al trabajo -le dijo desde la puerta-, pero no me importan.
Sabia que no iba a querer saber nada de el como amante, pero no se habia imaginado que dejaria tambien el trabajo.
– Creia que te gustaba tu trabajo -dijo-. A mi me gustaria que te quedases. Eres muy buena.
– Tambien soy muy buena en tu cama, pero eso no quiere decir que este dispuesta a seguir haciendolo - espeto con rabia-. No pienso ser la querida de ningun hombre, ni siquiera la tuya.
Si pretendia dejarle clavado, lo habia conseguido.
– Por favor, quedate -le dijo antes de poder contenerse.
– No. No puedo.
– No quieres, que no es lo mismo.
– Dejate de semanticas, Stone. Hubo un tiempo en el que habria aceptado tu ofrecimiento. Me habria quedado aun sabiendo que no habia futuro aqui. Pero he cambiado. Me creo digna de mucho mas. Tu me lo has ensenado. La proxima vez, ten mas cuidado con quien te traes del arroyo.
– No, no ha sido asi, y lo sabes. No intentes convertirte en un objeto. Llevabamos dos anos siendo amigos antes de que todo esto empezase, y para mi eso tiene un valor, aunque para ti no lo tenga.