Meri arqueo las cejas.
– Me estas defendiendo de un hombre en una moto acuatica. ?Que romantico!
– Estoy impresionada -dijo Betina-. Te podia haber llevado al otro lado del lago. ?Quien sabe? Quiza no te hubieramos vuelto a ver.
Jack las miro, sin lograr entender que habia querido decir.
– Te has precipitado -continuo Betina entre susurros-. Ella sola podia haber manejado la situacion.
– Tan solo hago mi trabajo.
– Si, claro -dijo Betina.
Meri suspiro.
– Sigamos con lo que hemos venido a hacer -dijo y, dirigiendose al monitor, anadio-: Lleveselos y expliqueles bien lo que van a hacer.
– Claro.
Jack tomo a Meri de la mano y la llevo hacia una de las motos acuaticas.
– Ven conmigo.
– ?Pretendes hacerte el macho y mostrarte al mando? Es inesperado, pero divertido.
Ahora, era ella la que se burlaba de el. Lo cual era justo, penso Jack mientras se ponia el chaleco salvavidas y empujaba la moto al agua.
– Esta fria -dijo Meri al contacto con el agua.
– Es agua de deshielo y el lago es profundo. ?Que esperabas?
– Me congelare.
– Estaras bien. Agarrate.
Se sento tras el, puso los pies en la plataforma y lo rodeo con sus brazos por la cintura. Cuando estuvo colocada. Jack encendio el motor y puso la moto en funcionamiento.
Meri se inclino hacia el, rozandole con sus muslos. Jack la imagino desnuda y ansiosa. Por una vez, no aparto aquel pensamiento de su cabeza y deseo hacer realidad la fantasia.
Luego, volvio a la playa, donde les estaban ensenando a los demas como manejar las motos.
Habia una nueva incorporacion al equipo. Habia un pequeno bote en la playa y Andrew estaba a un lado, mirando a Meri.
– ?Que tal algo mas potente? -pregunto, senalando hacia el barco de veinticinco pies que estaba anclado en aguas profundas.
Meri se bajo de la moto y se quito el chaleco salvavidas.
– Tengo que quedarme aqui -le dijo Meri-. Esto es idea mia.
Andrew miro a su alrededor.
– La brigada de empollones estara bien -dijo tomandola de la mano-. Venga, sera divertido.
Jack queria interponerse entre ellos del mismo modo en que lo habia hecho con el monitor. Pero esa vez era diferente. Aquel era el hombre con el que Meri queria casarse. Y hasta que lograra demostrar que Andrew solo estaba interesado en su dinero, no podia hacer nada para detenerla.
– Ve -dijo Jack-. Me ocupare de los demas.
– No necesitamos que nadie nos cuide -protesto Colin, aunque al momento se encogio de hombros-. Bueno, quiza si.
Meri miro a Jack.
– ?Estas seguro?
– Ve, estaremos bien.
Ella asintio y ayudo a Andrew a empujar el pequeno bote al agua. Luego se subio a el. Andrew encendio el motor y al momento se fueron.
Colin se quedo mirandolos.
– Odio cuando se la lleva. No es lo mismo sin ella.
Jack odiaba tener que admitir que estaba de acuerdo.
Meri dejo los platos en la encimera junto al fregadero. Se habia quedado llena despues de acabar con la comida mexicana que habian comprado para la cena y ligeramente mareada por la margarita que habia tomado. Su equipo habia tomado alcohol dos veces en la misma semana. Si no tenia cuidado, iban a descontrolarse.
Sonrio ante aquella idea y contuvo el aliento al sentir que alguien llegaba por detras y la tomaba por la cintura. Al principio penso que seria Jack, que practicamente la habia ignorado durante toda la tarde. Pero al percibir su aroma y sentir la presion del cuerpo que tenia detras de ella, supo que no era el.
– Andrew -dijo soltandose de su abrazo-. ?Has venido a ayudarme a recoger la mesa?
– No, no tienes que hacer eso. Deja que otro lo limpie.
– No me importa. He estado fuera toda la tarde.
– Lo dices como si fuera algo malo. ?No lo has pasado bien conmigo?
– Si, claro.
Se habian ido con el barco hasta el centro del lago, habian echado el ancla y habian disfrutado de una comida ligera bajo el sol. Luego se habian estado bronceando. ?Que habia en todo ello que no fuera agradable?
No habia dejado de estar atenta a la costa para ver lo que pasaba alli y asegurarse de que sus amigos estaban bien.
– Vayamos a divertirnos un rato mas -dijo Andrew tomandola de la mano-. Vayamos a mi hotel.
– Tengo que quedarme aqui -dijo ella haciendose a un lado.
– ?Por que?
– He estado fuera toda la tarde.
– Han sobrevivido. Meredith, no eres su animadora.
– Lo se, pero soy responsable de ellos.
– ?Por que? Son adultos.
Cierto, pero eran su equipo.
– Mira, quiero quedarme aqui.
El la miro a los ojos.
– ?Como voy a reconquistarte si te niegas a estar a solas conmigo?
Interesante cuestion. ?Acaso queria que la reconquistara?
Claro que si, se dijo. Se trataba de Andrew, del hombre con el que pensaba casarse. Se habia acostado con Jack y estaba preparada para continuar con su vida. Ahora ya podia comprometerse. ?Por que no hacerlo con Andrew?
– Tengo una
Era cierto. No llevaba la cuenta de las cartas, pero tenia una gran memoria.
Jack entro en la cocina y sonrio al ver a Andrew.
– ?Sigues aqui?
Andrew se acerco a ella.
– ?Estas tratando de librarte de mi?
– Dejare que sea Meri la que lo haga -dijo y, girandose hacia ella, anadio-: Estamos a punto de jugar al juego de las verdades. Se que es tu favorito. ?Te vienes?
– Vamos a jugar al casino -replico Andrew.
Meri miro a los dos hombres. Ambos eran maravillosos a su manera, pero muy diferentes.
– Estoy cansada -le dijo Meri a Andrew-. Preferiria quedarme esta noche.
– Me voy al casino sin ti.
Ella lo tomo del brazo.
– Puedes quedarte si quieres.
Andrew miro hacia el comedor, donde Colin discutia de sus teorias.
– No, gracias -dijo Andrew, y se dirigio a la puerta.
– Es culpa tuya -dijo Meri girandose hacia Jack.
– ?Que he hecho?
Meri solto un soplido y corrio tras Andrew.