– No, y me molesto mucho. Yo creia que era un gran trato.
Despues de ayudar a Brittany a preparar la cena, Nicole dejo a los chicos y subio a su habitacion. Oia el murmullo de sus voces, y despues, un largo silencio. Los fideos chinos con pollo estaban buenos, pero no tanto.
– ?Estas pensando lo mismo que yo? -pregunto a Sheila, que la habia seguido hasta a su habitacion y estaba acurrucada sobre la cama.
– ?Tengo que vigilarlos muy estrechamente? -pregunto a Hawk cuando este respondio.
– ?Donde estas?
– En mi dormitorio. Ellos estan cenando abajo, pero se han quedado muy callados.
– ?Cuanto tiempo?
– Unos quince minutos.
– Ahora voy para alla.
Hawk llego quince minutos mas tarde, con dos bolsas de comida mexicana. Brittany miro a su padre con cara de pocos amigos.
– Es una cena privada.
– Mmm. Nosotros cenaremos en la cocina.
– No necesito que me vigiles.
Hawk hizo unos ruiditos burlones y entro en la cocina, donde Nicole habia puesto la mesa pequena junto a la ventana. Ella abrio dos cervezas.
– ?Estas nervioso por lo que pueda ocurrirseles?
– Un poco. Me acuerdo de cuando tenia la edad de Raoul. Se lo que es meterse en lios -dijo el, y le dio un plato-. Tienes una perra.
–
– Pues no se separa de ti.
Era cierto.
– Sabe quien compra la comida.
– Me gustan los perros. Yo me crie con ellos. A Serena no le gustaban, asi que nunca tuvimos.
–
– Me gustan los perros grandes.
– No conocemos al padre. Puede que sean enormes.
El miro a
– Espero que no, por su bien -dijo. Despues cambio de tema-. ?Como van las cosas con Raoul? ?Que tal se te da vivir con un adolescente?
– Bien. El lo facilita mucho. Es silencioso, ordenado y ensalza mi comida. Trabaja duro. Lo ha pasado mal, pero lo esta superando. Yo respeto eso. Ojala mi hermana se pareciera mas a el.
– ?La pianista?
– No, mi hermana pequena. Jesse. No se parece en nada a Raoul. No entiendo si nacio inutil, o se hizo asi.
– ?Cuantos anos tiene?
– Veintidos. Le costo mucho terminar el instituto. Siempre estaba de juerga, y despues descubrio a los chicos. Yo estaba constantemente aterrada por si se quedaba embarazada. Lo intente con sermones, sobornos, amor, perdon. No hubo nada que funcionara. Va a heredar la mitad de la pasteleria cuando cumpla veinticinco anos, y eso va a ser una pesadilla para las dos. No esta interesada en el negocio, asi que ya estoy ahorrando para comprarsela.
Nicole hizo una pausa y tomo una patata frita.
– Deberiamos cambiar de tema.
– ?Por que?
– Jesse no es muy divertida, ni en la vida ni en una conversacion.
– Parece una chica problematica.
En mas sentidos de los que el pensaba.
– ?Donde vive ahora? -quiso saber Hawk.
– En el barrio de la universidad. Nunca ha tenido trabajo, salvo en la pasteleria, y eso no cuenta. Si no hubiera sido de mi familia, la habria despedido. Lo cierto es que no entiendo en que me confundi, ni que puedo hacer para arreglarlo.
– Hay algunos problemas que no tienen arreglo.
– Es mi hermana. La crie yo, practicamente. Me temo que hice un mal trabajo.
– Te he visto en accion, asi que eso no es posible.
– Me has visto en los dias buenos. Puedo ser una bruja.
– ?Y crees que yo no he cometido errores con Brittany?
– Tu eres muy engreido en cuanto a tu relacion con ella.
Hawk se echo a reir.
– Algunas veces. Es una buena chica. Uno hace lo que puede, y despues los deja marchar.
– ?Es la filosofia de un entrenador?
– El futbol es la vida.
– En mi mundo no.
– En el mundo de todos.
Eso la hizo sonreir.
– ?Quieres venir a mi casa conmigo? -le pregunto el, con una mirada intensa.
De repente, a ella se le quito el apetito.
– Claro, pero ?podemos dejaros solos?
Hawk fruncio el ceno.
– Demonios -murmuro.
Ella tomo su tenedor.
– Gana la paternidad.
– Esto es un rollo.
– Dimelo a mi.
Pero Nicole no estaba disgustada. Si, era frustrante estar cerca de Hawk y no poder hacer nada con el; sin embargo, lo positivo era que le habia mostrado una faceta que a ella le gustaba mucho, y por la que sentia mucho respeto. Despues del desastre que era Drew, agradecia tener la compania de un hombre solido. Por supuesto, como su vida era asi, aquel hombre solido solo estaba fingiendo que tenia una relacion con ella.
Diez
Nicole estaba en el obrador, llenado una caja de magdalenas glaseadas para servir un pedido de urgencia. Una madre desesperada acababa de llamar: su marido se habia sentado por error encima de la caja que contenia los pasteles para la fiesta de cumpleanos de su hijo de tres anos.
Fue colocando con primor las magdalenas de chocolate con glaseado de fresa. Dentro de unos minutos apareceria por la puerta la madre en cuestion, y se sentiria aliviada al comprobar que, al menos, esa parte del dia estaba resuelta. No le iban a dar el premio Nobel por ello, penso Nicole, pero ayudaria a alguien a sentirse mejor.
Maggie entro por la puerta de la tienda y se acerco a ella.
– Ha venido alguien a verte -le dijo.
– ?Alguien a quien quiero ver yo? -pregunto Nicole con un nudo en el estomago. No habia mucha gente que entrara por la parte trasera de la pasteleria.
– Probablemente no.
Nicole se preparo para otra pelea con Jesse. Su hermana estaba decidida a conseguir el dinero de su mitad del negocio. Ella no queria darselo, para que Jesse no pudiera acabar de destruir su futuro. Legalmente, no tenia