– Ya he presentado la demanda de divorcio -le recordo Nicole-. Hemos llegado a un acuerdo. En este momento solo estamos esperando a que el divorcio sea definitivo. Eso no es estar casados.

– No voy a perderte.

– No te queda mas remedio, Drew. Se ha terminado.

Parecia que el iba a echarse a llorar.

– Pero esto no es lo que yo quiero.

Ella casi sintio lastima por el, cuando recordo que se habia acostado con su hermana pequena.

– Deberia haber cambiado la cerradura la ultima vez que entraste. Esta vez lo voy a hacer de verdad. Si vuelves a aparecer por aqui, pedire una orden de alejamiento. Ya es hora de olvidar y seguir adelante, Drew. Es hora de crecer.

Nicole penso que el iba a discutir, o a dar mas argumentos. En vez de eso, Drew se fue, dando un portazo. Ella miro a Hawk.

– Te ha llamado Raoul.

– Si. No queria dejarte a solas con ese tipo. ?Es de verdad tu ex marido?

Nicole asintio.

– No es mi momento de mayor orgullo.

– No quiero que aparezca asi.

Ella sonrio.

– Me gusta cuando te pones tan machote.

El no le devolvio la sonrisa.

– Lo digo en serio, Nicole. No puedes permitir que ese tipo ande rondando por la casa. Es una rata y no creo que haga nada, pero no deberia tener la llave.

– Lo se. Voy a cambiar la cerradura enseguida.

El miro el reloj.

– Tengo que ir a desayunar con uno de mis jugadores y sus padres. Ya tienen noticias de los reclutadores, y voy a hablar con ellos para aconsejarles sobre como deben llevar el asunto.

Hawk la abrazo y le dio un beso. Nicole se apoyo en el y disfruto del contacto de sus labios. El cosquilleo comenzo inmediatamente.

Cuando la solto, Nicole dijo:

– Gracias por venir a rescatarme.

– Cuando quiera. Nadie se mete con mi chica.

Aquellas palabras no significaban nada. Tenian un trato, solo eso. Sin embargo, eso no impidio que se le acelerara un poco el corazon y que se preguntara como serian las cosas si fuera verdad.

Cuando Nicole llego a casa despues de trabajar, se encontro a siete adolescentes muy altos sentados en las escaleras de la entrada de su casa. Raoul no estaba con ellos; estaria en el entrenamiento de futbol hasta las cinco. Entonces ?quienes eran?

– ?Puedo ayudaros en algo? -les pregunto Nicole despues de aparcar en el garaje y dar la vuelta a la casa.

Los chicos se pusieron en pie.

– Si, senora. Me llamo Billy. El entrenador Hawk nos pidio que pasaramos por aqui despues de clase. Que echaramos un vistazo para asegurarnos de que todo iba bien.

Tres de ellos tenian balones de baloncesto. Por su altura, se imagino cual era su deporte.

– Pero Hawk no es el entrenador de baloncesto -dijo ella.

– Si, senora. Pero nos cae bien, y estamos encantados de echarle una mano.

Nicole estaba perpleja. No podia creer que Hawk hubiera hecho aquello. Buscarle guardaespaldas. ?Su vida no era tan arriesgada, al menos para su integridad fisica!

– ?Y que se supone que teneis que hacer? -pregunto, intentando averiguar si aquello le resultaba divertido o molesto.

– Esperarla, mirar por la casa y quedarnos aqui hasta que llegue Raoul.

– Pero si no me conoceis.

Billy fruncio el ceno.

– Bueno, eso no importa.

Ella tuvo la sensacion de que no iban a marcharse hasta que hubieran cumplido su mision. Probablemente, seria mas facil aceptar su presencia que luchar contra ella.

– Esta bien -dijo, y abrio la puerta-. Mirad. Supongo que tendreis hambre, asi que voy a la cocina a sacar algo de comer.

Billy sonrio.

– Gracias. Se lo agradecemos.

Cinco minutos despues, habian echado un vistazo por toda la casa y se habian reunido en el salon. Todos se presentaron, pero sus nombres eran un borron. Nicole saco patatas fritas, refrescos y galletas, y despues fue a su despacho y llamo al instituto. Unos minutos mas tarde, Hawk respondio al telefono.

– Estoy en mitad del entrenamiento.

– Entonces ?por que respondes mi llamada?

– He pensado que a lo mejor tenia que aplacarte un poco.

– ?Porque quiza me sintiera molesta debido a tu suposicion prepotente de que necesito que me protejan del hombre con quien estuve casada? Me has mandado jugadores de baloncesto.

– Son mas altos que los de beisbol. Y Drew es del tipo de hombre que se asusta de la estatura.

Posiblemente, pero eso no era lo importante.

– No tenias derecho a hacer esto.

– Se metio en tu casa sin permiso.

– Tenia una llave. Y yo voy a cambiar la cerradura.

– Pero todavia no la has cambiado, y los chicos solo se van a quedar hasta que llegue Raoul. ?No puedes ser paciente hasta ese momento?

– No se si deberia abrazarte o darte un golpe.

– ?Por que no me atas y te aprovechas de mi?

Eso hizo sonreir a Nicole.

– Me estas haciendo enfadar, Hawk. Esto no es parte del trato.

– Ahora si. No me gusta que ese tipo haya aparecido cuando sabia que ibas a estar dormida. Queria tener ventaja, y eso no esta permitido.

– No necesito que me proteja ningun hombre.

– Yo necesito saber que estas a salvo.

Nicole suspiro.

– Esta bien. Dejare que se queden.

– Bien.

– De todos modos, no podria librarme de ellos yo sola -murmuro.

– Siempre eres cortes. Es una de las cosas que mas me gustan de ti. ?Quieres venir a cenar a mi casa esta semana?

Aquel cambio de tema la tomo por sorpresa.

– ?A cenar?

– Si, a mi casa. Con Brittany. Los tres solos.

Nicole no supo que decir. Cenar en su casa no era una cita publica destinada a prolongar la mentira de que eran una pareja de verdad. Parecia una cita de verdad. ?Queria ella una cita de verdad?

Que pregunta tan tonta, penso al recordar el cosquilleo que notaba en el estomago.

– Me encantaria.

– ?Que te parece el miercoles por la noche? Yo cocinare.

– Estoy impaciente.

Quiza mas de lo que deberia.

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