– En realidad, no importa -murmuro Paula mientras sacaba las tazas y las ponia sobre la encimera.
Jesse no estaba tan segura. Quiza si importara un poco.
Una hora despues, Bill y ella estaban sentados en el porche.
– He estado preocupado por ti -le dijo Bill-. Y os he echado de menos a los dos. Gabe crece muy deprisa.
– Ya lo se. Yo tambien he pensado mucho en ti.
– ?Pero estas bien?
Ella sonrio.
– Lo que de verdad quieres saber es si acertaste al animarme a volver.
– Dimelo tu.
Jesse se echo a reir.
– Si, tenias razon.
– Estabas viviendo a medias, Jesse. Saliendo conmigo y con mis amigos. No es que no agradecieramos ver tu preciosa cara y la alegria que el nino nos daba, pero te estabas escondiendo.
– Lo se. Ha sido muy bueno volver a casa, pero tambien duro. Mi hermana no acepta que he cambiado. Parece que me cree con respecto a Drew, pero todavia esta enfadada.
– Tu has tenido cinco anos para cambiar y crecer, y mucho tiempo para hacerte a la idea de que ibas a volver. Nicole se lo encontro todo de repente. Tiene que adaptarse.
– Racionalmente, lo entiendo. Sin embargo, las otras partes de mi me dicen que esta tardando mucho. Ademas, creo que en secreto, quiere seguir enfadada conmigo.
– Ella desempenaba cierto papel en tu familia. Todo el mundo tiene un papel, y tu has cambiado el tuyo. Tu hermana va a luchar contra eso.
– Si yo soy distinta, entonces el equilibrio de poder entre nosotras, las reglas, todo cambia -reflexiono en voz alta.
Bill no dijo nada.
Ella iba a tener que pensar un poco mas en aquello.
– Asi que Gabe ha conocido a su padre -dijo su amigo-. ?Como ha ido eso?
– No muy bien. Matt ha establecido ya una relacion con Gabe, pero sus primeros encuentros fueron dificiles. El no sabia como relacionarse con un nino de cuatro anos. No tenia mucha experiencia. Estabamos peleandonos cuando llegaste, porque parece que no puede perdonarme que haya mantenido a Gabe alejado de el - susurro.
Bill la rodeo con un brazo.
– Ahora esta enfadado, pero lo superara.
– Eso no puedes saberlo.
– Un hombre no puede tener tantas emociones dentro sin que le sigas importando.
– No se lo que piensa de mi. A veces creo que de verdad le gusta estar conmigo, y otras veces… es tan diferente…
– Has estado fuera mucho tiempo.
– Lo se. El Matt al que yo conocia me queria o, por lo menos, yo creia que me queria. Por eso me desconcierta. Yo le crei cuando me dijo que era importante para el y que nunca me dejaria. Sin embargo, la primera vez que algo salio mal, me dio la espalda.
– Era algo muy grave para salir mal.
Ella asintio.
– Seguramente confirmo uno de sus peores temores, el hecho de que para mi todo aquello fuera un juego. Que el no me importara en absoluto.
– Fue una reaccion -dijo Bill-. Si tu te hubieras quedado aqui, si hubierais hablado otra vez, quiza las cosas habrian sido distintas.
?Habrian sido distintas? Jesse no estaba muy segura.
– Yo no podia quedarme. Habria seguido siendo la hermana pequena e inutil de Nicole, que se enamoro de un gran chico. Tenia que alejarme para encontrarme a mi misma -sonrio-. Creo que me estoy poniendo trascendental. Pronto voy a empezar a entonar canticos celestiales.
Bill se rio.
– Estan sucediendo tantas cosas…- explico ella-. Ha habido un incendio en la pasteleria -le conto lo ocurrido, y que habian retomado el negocio en una cocina alquilada-. Nicole odia que la idea tenga exito. Lo se.
– Tu solo eres responsable de ti misma, Jesse. Los demas tienen que entenderlo. No puedes definirte a ti misma por sus opiniones.
– Eres tan racional… ?Te habia dicho que es muy molesto?
– Una o dos veces.
– No lo habria conseguido sin ti.
– Lo habrias conseguido de sobra.
Jesse sabia que no era cierto, pero ?para que contradecirlo? Habia conocido a Bill y habia prosperado. Miro hacia la casa.
– Paula es muy agradable -dijo-. Un apoyo inesperado. Y guapa.
Bill la miro.
– ?Que quiere decir, senorita?
– Que llevas mucho tiempo viviendo solo. A lo mejor es hora de que tengas en cuenta otras posibilidades.
Ella ya habia bromeado sobre otras mujeres con Bill, y el siempre habia cambiado de tema amablemente. En aquella ocasion, miro hacia la puerta y asintio con lentitud.
– Tal vez.
Heath puso una carpeta en la mesa de Matt.
– Miralo para asegurarte de que es lo que quieres -dijo.
Matt le indico que se sentara, abrio la carpeta y miro los documentos. Pese al lenguaje legal, la intencion estaba clara. Iba a demandar a Jesse por la custodia de su hijo.
– Lo estudiare todo esta noche -dijo.
Heath fruncio el ceno.
– ?Estas seguro de esto, Matt? Entiendo que quieras castigar a Jesse, pero ?quitarle el nino? Eso es una responsabilidad muy grande.
– Yo puedo arreglarmelas con Gabe -dijo el.
– De acuerdo. Si ella no te lo entrega, tendras que ir a juicio.
– Ella va a luchar.
Jesse haria todo lo posible por conservar a su hijo, pero al final, el iba a ganar. Tenia recursos, y queria venganza.
– Te lo devolvere a finales de semana -dijo a su abogado, refiriendose a los documentos.
– Muy bien. ?Cuando quieres que le enviemos la notificacion?
El primer paso de la batalla.
– Ya te lo dire.
Los pedidos llegaban a un ritmo enloquecedor.
Jesse camino por el caos controlado que habia en la pequena cocina. Por lo menos, alli podia encerrarse en el trabajo y olvidar la locura que era su vida personal. El incendio, que habia tenido origen en un cortocircuito del antiquisimo sistema electrico, le habia dado una oportunidad inesperada de brillar.
Se dirigio hacia la parte delantera del restaurante, donde habian instalado la oficina, se acerco al escritorio de Nicole y saco una silla.
– Ayer hable con Ralph.