El la fulmino con la mirada.
– ?Y te crees que eso es suficiente?
Se dio la vuelta y se marcho.
Capitulo Catorce
Cinco anos atras…
Jesse coloco las ultimas piezas de la vajilla en el armario, y despues retrocedio para inspeccionar las filas ordenadas de platos. Matt no tenia demasiadas cosas que trasladar. A excepcion de su ropa y unos cuantos objetos personales, todo lo que iba a haber en la casa era nuevo: la vajilla, las cazuelas y sartenes, el sofa y los muebles del dormitorio. Todo era nuevo, e iba a convertir lo que habia sido un espacio vacio en algo casi acogedor. Al menos, cuando llegara el mobiliario.
Miro el reloj. Todas las citas para la entrega de los muebles eran de diez a una. Matt y ella habian decidido comprarlo todo a la vez. Ella se habia ofrecido voluntaria para pedir un dia libre en el trabajo. Estar sentada en una casa vacia era mejor que estar con Nicole en la pasteleria.
En aquel momento, mientras pasaba de habitacion en habitacion, intento imaginarse como iba a estar todo cuando Matt viviera alli de verdad. Cuando ella viviera alli.
Solo con pensarlo, se le escapaba una sonrisa, pero tambien un escalofrio. Poco despues de haber firmado los documentos de compra de la casa, Matt le habia pedido que se fuera a vivir con el. Habian elegido los muebles entre los dos, habian hablado sobre los colores de las toallas y sobre quien iba a encargarse de cocinar. Habian hecho el amor en el suelo enmoquetado, y Matt le habia prometido que la iba a querer siempre.
Pese a toda su experiencia sexual, Jesse nunca habia tenido un novio de verdad. Era maravilloso… y daba miedo. Se preguntaba sin parar cuanto tiempo pasaria antes de que lo estropeara todo.
Aquella era su costumbre. Lo habia hecho durante toda su vida. Su hermana siempre le decia que era una inutil profesional. A ella nunca le habia importado, porque no tenia nada que perder, pero ahora… Matt lo era todo para ella. No sabia si podria sobrevivir en caso de destruir lo que tenian.
Por eso no habia accedido a vivir con el. Estaba muy asustada. El amor que ardia en su alma era tan fuerte, tan real, que se habia convertido en parte de ella, como los latidos de su corazon. ?Y si hacia algo mal?
Matt entendia el motivo de su temor, y le habia dicho que se tomara el tiempo que necesitara para pensarlo. Habia sido bueno y carinoso, y despues habia bromeado hasta que habia conseguido que ella se riera. Era perfecto.
Sono el timbre de la puerta. Ella se apresuro a abrir y dejo pasar al primero de los repartidores de muebles.
Las dos horas siguientes pasaron rapidamente. Llego el sofa de la habitacion de musica, seguido de la mesa de la cocina y de las sillas. Estaban colocando el mobiliario del salon cuando aparecieron los mozos que llevaban la gran cama que habia comprado Matt.
Cuando se quedo sola, por fin, fue de habitacion en habitacion y se imagino la casa tal y como iba a ser. Todavia necesitaban algunos cuadros, libros y plantas. Hacia falta trabajar un poco para que fuera un espacio vivido, pero se iban acercando.
?Se veia alli, viviendo con Matt, durmiendo con el todas las noches? Sintio un nudo en la garganta. Era el mejor hombre que habia conocido. Seria tonta si no intentaba que aquello funcionara, pese a sus miedos. Podia conseguirlo, ?verdad?
Estaba a punto de subir al piso de arriba cuando sono el timbre nuevamente. Extranada, se acerco a la puerta para abrir. Que ella supiera, ya lo habian entregado todo.
Se encontro con Paula en el umbral. Las dos mujeres se observaron fijamente.
Paula fue la primera en hablar.
– Matt me dijo que iban a traerle hoy los muebles.
– Si. Yo les he abierto.
– Oh.
Era evidente que Paula esperaba que fuera Matt quien estuviera esperando. Habia pasado por alli a ver a su hijo.
– ?Quiere pasar? -le pregunto Jesse, con la esperanza de que dijera que no.
Paula asintio y entro en el salon. Una vez alli miro el sofa de cuero, cabeceo y se giro hacia Jesse.
– Queria hablar contigo desde hace tiempo.
Jesse se estremecio por dentro. Que Paula quisiera hablar con ella no podia ser bueno.
– Esto no va a durar -dijo Paula rotundamente-. Se que suena duro, pero es cierto, y cuanto antes lo aceptes, mejor para ti.
– Me lo dice porque esta muy preocupada por mi.
– Estoy preocupada -reconocio Paula-. Aunque no espero que me creas.
– Oh, claro.
Paula prosiguio:
– Matthew es un hombre muy especial. Estoy segura de que tu te has dado cuenta. Seguro que estas con el por eso, y por su dinero.
Jesse paso por alto la pulla sobre el dinero. Ella no lo sabia cuando habia conocido a Matt, pero de todos modos, no le importaba. Sin embargo, Paula no iba a creerla, asi que no era necesario intentar convencerla.
– Es un chico sincero y ve lo mejor en los demas -dijo la otra mujer-. Los ve tal y como quiere que sean, no como son en realidad.
Paula se acerco a la cocina, miro al interior y despues se giro de nuevo hacia Jesse.
– Yo era un poco como tu. Tengo un pasado. No te lo voy a contar, pero he pasado por ciertas cosas. Se lo que eres, Jesse. Estas intentando progresar socialmente, y ves a Matt como un medio para conseguirlo. Seguro que te importa, pero el esta completamente fuera de tu alcance, y que se de cuenta solo es cuestion de tiempo. Pronto vera que puede aspirar a algo mucho mejor y se marchara. Tu no eres lo suficientemente buena.
Jesse se dijo que Paula estaba enfadada y amargada, y que sus palabras no eran ciertas. Sin embargo, le hacia dano oirlas.
– Esta equivocada -dijo con calma-. En todo.
– ?De veras? No lo creo. No durareis mas de seis meses. Admito que estoy un poco enfadada contigo por haberte llevado a Matt. No me importaria vengarme, pero no voy a tomarme la molestia. ?Sabes por que? Porque tu desapareceras y yo seguire aqui. Y cuando Matt encuentre a la chica adecuada, se casara con ella.
Paula sonrio con tirantez y se marcho.
Jesse se dejo caer sobre el sofa e hizo todo lo posible por no echarse a llorar.
– Vieja estupida -murmuro.
Paula estaba intentando alejarla de Matt. Estaba intentando que ella dudara de el para que hiciera algo estupido. Pero eso no iba a suceder. Ella era fuerte, mas fuerte de lo que Paula podia imaginar. Matt y ella no iban a romper. Se querian, y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por proteger su relacion.
Una vez decidido aquello, subio las escaleras para deshacer las cajas que Matt habia llevado de casa de su madre. Comenzo a colocar la ropa en los armarios. Durante todo el tiempo que estuvo trabajando, intento no pensar en lo que le habia dicho Paula. Aquello no tenia importancia.
Sin embargo, estaba asustada porque la madre de Matt habia dicho algo que era cierto. Matt estaba muy por encima de sus posibilidades. Estar con alguien como el, bueno, carinoso y considerado, la aterrorizaba. Lo queria tanto que estaba desesperada por no cometer ningun error. Ojala pudiera quitarse de encima aquella sensacion de que iba a estropearlo todo.
Acerco otra de las cajas de Matt al armario. Estaba llena de camisas. Al sacarlas para colgarlas en las perchas, algo cayo al suelo. Jesse se inclino para recogerlo, y se quedo asombrada al ver una cajita azul claro. Era una cajita de Tiffany's.
Se le acelero el corazon. Se quedo inmovil, pero de repente le fallaron las rodillas y tuvo que sentarse en la alfombra.
Tal vez fueran unos pendientes. Quiza fueran un regalo de agradecimiento por haberlo ayudado en la