reaccion que habia tenido al beso de Reyhan. Lo habia deseado con todo su ser. Era curioso como habia empezado a temer que le pasara algo malo, porque no habia deseado desnudarse ni descontrolarse con ninguno de los hombres con los que habia salido. Y que mala suerte que el primero que la hacia sentirse asi fuera un principe arrogante que queria echarla de su vida lo antes posible.
– No aguanto mas -dijo tranquilamente mientras salia al balcon-. Cuando vuelva a casa voy a necesitar unas largas vacaciones.
Se acerco a la barandilla y contemplo los hermosos jardines. El tranquilo escenario empezo a aliviar su tension y a relajarla. Al cabo de unos minutos, oyo voces y vio a una pareja paseando por el jardin.
A pesar de estar dos pisos por encima, reconocio a Cleo. El hombre alto y atractivo que iba a su lado debia de ser su marido. Emma no podia oir lo que estaban diciendo, pero si percibio el tono carinoso de sus voces. Sadik se volvio hacia su mujer y le tendio los brazos, y Cleo se refugio en ellos y se besaron.
Emma no queria inmiscuirse en un momento tan intimo, asi que volvio a la suite. Sola en el silencio, se paseo por el salon mientras pensaba en que deberia hacer a continuacion. ?Deberia decirle algo a Reyhan? ?O al rey? ?Podria marcharse sin mas?
Las campanadas musicales del carillon le llamaron la atencion. Miro el reloj y calculo que hora seria en Texas. Entonces agarro el telefono y presiono el cero, confiando en hablar con un operador.
Menos de un minuto despues, oyo la voz de su madre al otro lado de la linea.
– ?Emma! Cuanto me alegro de oirte. ?Donde estas, carino? George, es Emma. Toma el otro telefono.
– Hola, gatita -se oyo la voz de su padre a los pocos segundos.
Al oir el familiar saludo de su padre, Emma pudo respirar de alivio por fin. Por primera vez en tres dias, la tension abandono su cuerpo.
– ?Estas disfrutando de tus vacaciones? -Le pregunto su madre-. He oido que la primavera en San Francisco es preciosa. ?Hay mucha niebla?
Emma puso una mueca de desagrado al recordar la mentira que les habia contado a sus padres. Alex se lo habia sugerido y ella habia aceptado, pero ahora se preguntaba si la idea original no habria sido de Reyhan.
– No estoy en San Francisco -les dijo.
– ?Que? -pregunto su padre, preocupado-. ?Hubo algun problema con el avion? ?Necesitas que vayamos a por ti?
– No. Estoy bien. Estoy en Bahania.
– ?En las Bahamas? -pregunto su madre.
– No. En Bahania. Esta junto a El Bahar. En Oriente Medio. Estoy aqui por Reyhan.
Su madre ahogo un grito.
– Sabia que ese hombre tan horrible no se quedaria sin hacer nada. Oh, George, la ha secuestrado. Tenemos que llamar a la policia. Ellos sabran que hacer.
– Espera, Janice. No saques conclusiones precipitadas. ?Estas bien, gatita? ?Te ha hecho dano?
– No, papa. Reyhan ha sido muy amable -no tenia intencion de mencionar el beso que acababan de compartir-. ?Por que dices que sabias que no se quedaria sin hacer nada, mama? Me dijiste que nunca se molesto en venir a verme.
Hubo un largo silencio. Finalmente, fue su padre quien hablo.
– Es posible que se pasara un par de veces por aqui.
En lo mas profundo de su corazon Emma no se sorprendio. Sus padres la querian e intentaban protegerla de todo. Eso incluia lo que ellos veian como a un hombre peligroso que intentaba aprovecharse de su hija. El problema era que ahora tenia que dudar de todo lo que le habian dicho, incluyendo la farsa de su matrimonio y todo lo que siguio.
– Vuelve a casa, Emma -le suplico su madre-. No perteneces a ese sitio. Nosotros iremos a por ti, si quieres. ?No te gustaria? Y luego podriamos ir todos a Galveston. Falta poco para el verano. Podria llamar para hacer una reserva y…
– No, mama. No voy a volver a casa todavia, y no quiero que vengais a por mi. Estoy bien. Solo… -se detuvo, sin saber como explicar lo que estaba haciendo.
– Ese hombre va a hechizarte -dijo su madre-. Igual que hizo antes. No esta bien. Deberia estar en la carcel.
– ?Por que? -Pregunto Emma-. Se caso conmigo y se preocupo en mantenerme -la tristeza la invadio. Tristeza por lo que habia pasado y por lo que ella habia creido. Y tristeza porque sus padres no hubieran confiado en ella para decirle la verdad.
– El te abandono -senalo su padre-. ?Que clase de hombre haria eso? Intento lavarte el cerebro, como esta haciendo ahora.
– Emma, nunca has sido lo bastante fuerte para cuidar de ti misma -dijo su madre en tono suplicante -. Eso lo sabes, ?verdad? Oh, carino, vuelve a casa. Aqui es donde tienes que estar, con nosotros.
Emma ignoro las suplicas. Ella sabia que era lo bastante fuerte. Su independencia se la habia ganado a pulso.
– El no me abandono, papa -dijo-. Y fue a verme cada dia. Llamo cuando estaba en Bahania por el funeral de su tia, y en cuanto volvio a Texas practicamente monto guardia delante de la casa, ?no es cierto?
– ?Eso es lo que te ha dicho?
– Si. ?Esta mintiendo?
Su padre volvio a guardar un largo silencio.
– Vino unas cuantas veces.
Emma aferro el auricular con fuerza. Reyhan le habia dicho la verdad sobre todo.
– Le dijiste que yo no queria verlo. Decidiste por mi.
– Gatita, no estabas en un estado para hablar con el. ?Has olvidado lo que tuviste que pasar?
No, no lo habia olvidado. El dolor siempre la acompanaria.
– Mama, ?tu le escribirte la carta diciendole que no queria volver a verlo?
– Yo… Oh, Emma. Era lo mejor.
Emma cerro los ojos y se pregunto como habria sido su vida de haberlo sabido. Habia amado a Reyhan todo lo que le permitia su corazon infantil, y se habria ido con el sin dudarlo.
?Acaso era eso lo que sus padres habian temido? ?Que su unica hija viviera a medio mundo de distancia, en una tierra extrana?
Si lo hubiera sabido…
– ?Y que me decis del dinero? -pregunto, mas resignada que furiosa-. ?Por que tampoco me dijisteis nada de eso?
– Pensamos que lo mejor para ti era no preocuparte por eso -dijo su madre en tono remilgado.
– Tengo que pagar los prestamos para mis estudios y un coche de diez anos -replico ella-. No teniais derecho a ocultarme esa informacion. Que gastara o devolviera ese dinero era asunto mio.
– Eras muy joven, gatita -dijo su padre.
– Demasiado joven -anadio su madre.
– Reyhan dice que me envio una carta diciendome que no fuera orgullosa y que aceptara el dinero. A partir de entonces, alguien empezo a sacar dinero de la cuenta regularmente. ?Que hicisteis con ese dinero?
– No lo gastamos -se apresuro a decir su madre, aparentemente indignada-. Unicamente lo transferimos a otra cuenta. Sigue todo ahi, carino. Te ensenare los extractos bancarios cuando vuelvas a casa.
Emma se sentia agotada. Habia sido una tarde con demasiadas emociones.
– ?Pensabais decirme la verdad alguna vez?
– Por supuesto -dijo su madre.
– Te queremos -anadio su padre.
– ?Cuando? Oh, dejad que lo adivine… Cuando pensarais que fuese lo bastante mayor.
– Exacto.
Tenia veinticuatro anos y era independiente. Tenia un trabajo, un apartamento y algo parecido a una vida propia. ?A que estaban esperando sus padres?
Estaba segura de que en el fondo habian pensado decirle lo que habia ocurrido, pero lo habian pospuesto lo mas posible. En parte porque no querian que se enfadara con ellos, y en parte porque no querian que volviera con Reyhan. Empezaba a sospechar que habrian hecho cualquier cosa con tal de mantenerla con ellos. Incluso mentir