– ?Por que iba a estar preocupada por eso? -contesto sin poder mirarlo a los ojos.

– Por lo que paso la ultima vez que estuvimos a solas.

Ah, si.

Lo debia de decir por aquel beso magico.

– A mi me gusto -murmuro Samantha.

– A mi, tambien -contesto Jack abriendole la puerta-. Venga, te acompano a casa -le dijo tomandola de la mano y conduciendola hacia el ascensor.

A Samantha le hubiera gustado decir algo, invitarlo a pasar o, por lo menos, quedar bien haciendose la mujer sofisticada y mundana, pero no se le ocurria como indicarle que no queria que la velada terminara.

Cuando el ascensor llego a su planta, se giro para despedirse y se encontro con que Jack tambien salia del ascensor y la acompanaba hacia su puerta.

Al llegar frente a su casa, le tomo el rostro entre las manos y sonrio.

– Me has dicho que no muchas veces, pero esta noche hay algo diferente en tus ojos. ?Que debo creer, tu mirada o tus palabras?

Samantha sintio que el corazon le daba un vuelco. ?Que queria hacer? ?Que queria tener con Jack?

– Las palabras se las lleva el viento -contesto.

– Me alegro -dijo Jack abriendo la puerta y dejandola entrar en su propia casa.

Una vez dentro, cerro la puerta y la beso y Samantha se apreto contra el y le paso los brazos por el cuello.

Mientras se besaban, no podia evitar que su mente recordara imagenes de ellos dos desnudos, juntos, pletoricos de deseo.

Jack le mordisqueo el labio inferior e introdujo la lengua en su boca con una fuerza que hizo que a Samantha le temblaran las piernas.

Sentia sus manos por todas partes, en los hombros, en los brazos, en la espalda. Ella tambien lo toco y le quito la chaqueta. Jack la dejo caer al suelo y alli fue a parar tambien la corbata.

– Los gemelos -le dijo Jack colocandose detras de ella y alargando los brazos.

Mientras Samantha luchaba con los gemelos de oro y diamantes, que se le resistian tontamente, Jack le mordisqueo el hombro haciendo que se le pusiera la carne de gallina.

Samantha sintio que los pezones se le endurecian y que mojaba las braguitas. Por fin, consiguio quitarle los gemelos y, cuando se disponia a darse la vuelta para besarlo de nuevo, Jack la mantuvo de espaldas a el y comenzo a frotarse contra su trasero.

Al instante, Samantha percibio que estaba completamente excitado y sintio que se derretia. Jack le agarro los pechos por detras y, al sentir sus pulgares jugueteando con sus pezones, Samantha se dijo que aquello era maravilloso.

– Llevo toda la noche queriendo hacer esto -murmuro Jack con la respiracion entrecortada-. Ese vestido me estaba volviendo loco. No sabia que me parecia mas erotico, si agarrarte por detras y tocarte como estoy haciendo o meterte la mano por debajo del dobladillo.

A Samantha le parecian bien cualquiera de las dos opciones.

– Desnudate -murmuro Jack besandola por el cuello-. Quiero tocarte de arriba abajo hasta dejarte exhausta y, luego, volver a empezar.

Samantha recordaba que la otra vez que se habia acostado con el Jack tambien le habia dicho aquel tipo de cosas. De todos los hombres con los que se habia acostado, el era el unico que hablaba y a Samantha le encantaba pues la excitaba sobremanera. Samantha se giro y lo beso y Jack aprovecho para bajarle la cremallera del vestido, que cayo al suelo, y para acariciarle de nuevo los pechos, pero esta vez sin nada que se interpusiera entre sus dedos y la piel de Samantha pues no llevaba sujetador. Samantha sintio que le faltaba el aire y, de repente, vio salir volando tres libros, el correo y una carpeta de plastico y cuando se quiso dar cuenta estaba tumbada sobre la mesa de madera con Jack encima lamiendole los pezones.

– Mas -le pidio-. No pares.

Jack no paro sino que se dirigio al otro pecho. Samantha sentia su otra mano entre las piernas y maldijo en silencio porque todavia llevaba puestas las braguitas.

– Quitamelas -le dijo.

Jack asi lo hizo y, cuando la tuvo desnuda junto a el, deslizo una mano entre sus piernas e introdujo sus dedos en el centro de su feminidad, que lo esperaba humedo y caliente.

«Que maravilla», penso Samantha al borde del extasis.

Jack encontro con facilidad el lugar preferido de Samantha y comenzo a acariciarlo con el dedo pulgar mientras introducia ritmicamente el indice y el corazon en su cuerpo.

Samantha sintio que todo su cuerpo se tensaba y, aunque habia sido muy rapido, supuso que iba a tener un orgasmo.

– Jack -grito sintiendo que todo le daba vueltas.

Jack siguio lamiendole los pechos. El placer era tan intenso que Samantha no podia soportarlo y cuando, por fin, la oleada de placer hubo pasado, lo miro a los ojos y sonrio.

– Guau -exclamo.

Jack sonrio y la tomo en brazos.

– ?Que haces?

– Llevar a la cama a esta mujer desnuda que me he encontrado.

– Buena idea.

Una vez en su dormitorio, Jack la deposito sobre la cama y se desnudo, dejando al descubierto su maravilloso cuerpo y su increible ereccion.

– ?Preservativo? -pregunto.

Samantha le senalo la mesilla de noche y no creyo que fuera necesario explicarle por que la caja estaba sin abrir. Los habia comprado al dia siguiente de que se hubieran besado.

Jack saco un preservativo de la caja, pero no se lo puso sino que se coloco entre las piernas de Samantha y se arrodillo sobre ella.

– Te deseo -le dijo.

– Yo, tambien -contesto Samantha.

– Bien.

A continuacion, se inclino sobre ella y comenzo a besarle por la tripa. Samantha sabia perfectamente lo que iba a hacer y sintio que una excitacion sobrecogedora se apoderaba de ella por completo porque recordaba lo increible que habia sido la ultima vez.

Sintio la punta de su lengua sobre el clitoris, sintio como Jack dibujaba circulos un par de veces alrededor de aquel punto tan sensible antes de lamerlo con la lengua entera.

Samantha se sintio perdida. Aquello era demasiado. Sin pensarselo dos veces, separo las rodillas e hinco los talones en el colchon para prepararse a disfrutar. Aquello era lo mas intimo que habia compartido jamas con un hombre y Jack era el unico con el que habia tenido la confianza porque, aunque con Vance la habia tenido, su ex marido decia que era asqueroso… aunque bien que le gustaba a el que ella se lo hiciera.

De repente, Samantha sintio que todo el cuerpo le temblaba y perdio el control como jamas lo habia perdido. Jack siguio besandola y lamiendola, acariciandola con la lengua y con los dedos hasta hacerla gritar de placer.

Samantha perdio la nocion del tiempo y de la realidad y solo sentia oleadas de placer por todo el cuerpo. Cuando recobro el sentido, sintio a Jack tumbado sobre ella y, en un abrir y cerrar de ojos, lo percibio dentro de su cuerpo.

La deliciosa sensacion hizo que se estremeciera de placer con cada embestida. Jack se agarro al cabecero de la cama y le hizo el amor sin parar de mirarla a los ojos, a lo que Samantha contesto abrazandole la cintura con las piernas hasta que sintio que el tambien alcanzaba el orgasmo, momento que aprovecho para acompanarlo contrayendo los musculos vaginales.

Capitulo 9

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