– No me puedo creer que lleves un cuchillo en el bolso
– Claro que si. Nunca se cuando voy a tener que probar una un pastel, al menos, yo no lo se. Lo siento - anadio, tras rebuscar un poco mas en el bolso-. No tengo tenedores.
– Me las arreglare ?Quieres un poco?
– Probare un poco si te preocupa que te vaya a envenenar o algo asi, pero si no, declino tu oferta. Anoche ya me tome un monton de pan.
– Solo tomaste un trozo.
– No has visto el tamano de mis muslos.
De repente, Riley penso que le gustaria. Y mucho. Tal vez el resto de su cuerpo… Era un territorio muy peligroso. Era mejor concentrarse en comer el pastel.
Se sirvio un trozo y noto que Gracie lo observaba ansiosamente, mientras daba un bocado. El pastel era suave y jugoso, con una agradable textura y un sabor que no era capaz de identificar. El relleno de chocolate era delicioso.
– Es excelente -admitio-. El mejor pastel que he probado nunca.
– Gracias -respondio ella, visiblemente relajada-. He trabajado muy duro para perfeccionar mi receta secreta, pero, de vez cuando, me gusta probarla en una persona neutral.
– ?Crees que yo te diria la verdad si no me gustara tu pastel?
– ?Y por que te iba a preocupar herir mis sentimientos? Con nuestro pasado…
– Tienes razon -afirmo el, antes de tomar otro trozo-. Bueno, si el pastel eran las buenas noticias, ?cuales son las malas?
– Alexis -contesto Gracie-. Me llamo esta manana para decirme que Zeke se habia olvidado su maletin en casa, por lo que ella decidio ir a su despacho para darselo. Entonces vio a Zeke teniendo lo que parecia una relacion muy personal con… Preparate.
– Lo estoy.
– Pam.
– ?Pam, mi ex?
– La misma. ?La has visto desde que has regresado a la ciudad?
– Si, la he visto pero no he pasado tiempo con ella. ?Te preocupa? -le pregunto con una sonrisa.
– Por supuesto que no. De eso hace ya catorce anos. Tu puedes ver a quien te apetezca. No me molesta en absoluto.
Riley dudaba que, efectivamente, Gracie tuviera un interes personal en su vida privada. Sin embargo, la noche anterior en el coche los dos parecian haber estado muy interesados en que el la besara.
– El hecho de que Zeke se este acostando con Pam no beneficia a nadie -dijo el-. Y mucho menos a Zeke.
– ?Significa eso que vamos a volver a vigilarlo?
– Si, pero esta vez nos vamos a centrar en Pam.
– Al menos, no va a estar lloviendo.
– Sera mas facil seguirla, pero tambien mas facil que ella nos vea.
– ?Otra vez a las seis y media?
– De acuerdo.
– Estare lista -dijo Gracie, poniendose de pie. Incluso me llevare la camara.
– No creo que sea una buena idea.
– Necesitamos pruebas.
– ?No puedes conseguir una camara mas pequena y digital?
– No estoy muy al dia en la tecnologia -cogio el cuchillo y lo limpio con una servilleta que se saco del bolso. Despues de guardarlo, se dirigio hacia la puerta.
– Hasta luego.
Y se marcho con un ligero movimiento de dedos, dejando a Riley con la sensacion de haber sido visitado por una verdadera fuerza de la naturaleza. Segundos despues, alguien volvio a llamar a la puerta. Por el modo de llamar, dedujo que era su secretaria.
– ?Si, Diane?
– Su reunion de la una en punto, senor.
– Este pastel esta delicioso -dijo, senalandoselo-. Deberias probarlo.
– No, gracias -replico ella, levantando ligerala barbilla.
– Gracie me lo ha hecho. Gracie siente simpatia por mi.
La expresion de Diane se lleno de furia.
– Eso es parque no lo conoce, senor.
– Hay demasiados detalles -dijo la madre de Gracie, mientras colocaba las carpetas encima de la mesa- Vivian, cielo, vamos a tener que decidirnos sobre algunas cosas. Tenemos que tener elegido el menu para finales de semana.
Gracie estaba sentada en el sofa. Tomo una carpeta que estaba senalada como 'Lista de Invitados' y la abrio.
– ?Donde vais a celebrarla? -pregunto.
– En el club de campo -respondio Vivian con una sonrisa-. Voy a tener una boda al aire libre, con montones de flores e invitados.
Gracie realizo un rapido calculo mental, multiplicando el numero de invitados con el coste de cada cubierto
– Vaya, las cosas deben de ir muy bien en la ferreteria -murmuro, mas para si que para nadie mas.
Su madre la oyo y le dedico una mirada que Gracie no supo si significaba que no debian hablar de tales cosas o que su madre apreciaba su preocupacion
– ?A que hora es la boda? -quiso saber Gracie.
– A las cuatro -contesto Alexis, que acababa de entrar con una bandeja con refrescos y galletas.
– Yo una vez trabaje en una boda en la que en vez de una comida formal, lo hicieron estilo coctel Los camareros circulaban constantemente con bandejas y ademas, habia varias mesas con mas cosas para picar. La familia de la novia se ahorro mucho dinero.
– ?Los cocteles no resultan tambien muy caros? -pregunto su madre.
– Pueden serlo, pero son mas baratos que una comida. Ademas, la gente tiene mas oportunidades de charlar con todo el mundo, lo que agradecen porque asi no tienen que pasarse un par de horas con las mismas seis personas. Ademas, no se tienen que decorar las mesas ni las sillas.
Vivian entorno la mirada.
– Gracias por convertir mi boda en un saldo, Gracie. ?Sabes? Otro modo en el que podriamos ahorrar dinero es hacer que todo el mundo se llevara un bocadillo. ?No seria esto magnifico?
– Lo siento -dijo Gracie muy tensa-. Solo estaba tratando de ayudar.
– Si, bueno, pues no lo hagas. Faltan menos de cinco semanas para la boda y no pienso cambiar nada. Quiero una cena formal y elegante en la que todo el mundo este sentado. Una orquesta y mucha musica.
– A mi me parece que no estaria mal ahorrar algo de dinero -comento Alexis, mirando con simpatia a Gracie.
– ?Y por que iba a tener que hacerlo? Zeke y tu os fugasteis y Gracie no se va a casar nunca. ?Por que no se iban a gastar nuestros padres todo el dinero en mi?
– Eres una nina mimada -observo Alexis encogiendose de hombros.
– Lo que tu digas -replico Vivian
– Mira, me voy a pagar mi vestido de novia. ?No es eso suficiente?
– Esta bien -dijo su madre-. Agradezco mucho tu ayuda. Hablemos ahora de los vestidos. El tuyo ya esta listo, ?verdad?
– Si. Tengo la primera prueba la semana que viene. ?Es tan hermoso! -le dijo a Gracie-. Sin tirantes, con encaje y la cintura baja. Los vestidos de las damas de honor son parecidos. Mas sencillos pero muy elegantes. Son negros con un reborde blanco. Me muero de ganas de que lo veas.
Vivian parecia haberse olvidado de lo ocurrido hacia cuarenta segundos, pero Gracie no. Las duras palabras