– Efectivamente.

Despues de lo que acababa de pasar, ella estaba mas que dispuesta a concederle lo que quisiera. Se sento y se llevo una mano a la trenza.

– Desnudate -le dijo ella.

– A sus ordenes.

El se quito los pantalones y los calzoncillos antes de que ella pudiera soltarse la trenza. Como si no supiera que hacer con el tiempo que le quedaba, Reid se inclino para lamerle el pezon derecho. Pese al reciente orgasmo, las entranas le ardieron. Se tumbo y tuvo que hacer un esfuerzo para no sujetarle la cabeza sobre los pechos.

– Estas distrayendome.

– No me hagas caso.

Se inclino sobre ella y se metio el pezon en la boca. Paso la lengua alrededor de la endurecida cuspide y luego la succiono. Con fuerza.

Ella cerro los ojos, se olvido del pelo, y se entrego a la experiencia de que Reid Buchanan la sedujera. El se movia hacia delante y detras entre sus pechos. Utilizaba los labios, la lengua y los dedos para recorrer cada centimetro de ellos una y otra vez. Ella se retorcio preparada para un segundo asalto. Sus entranas estaban avidas de recibirlo. El estaba duro otra vez o seguia estandolo y ella intento moverse un poco para que pudiera entrar, pero el se resistio.

– En seguida -le dijo el contra un pecho.

– Eso me dijiste antes.

– No te engano.

Antes de que ella pudiera quejarse, empezo a descender por su cuerpo. Le beso el vientre e introdujo la lengua en el ombligo antes de seguir el viaje descendente y alcanzar su destino entre las piernas.

Lori cerro los ojos y decidio aceptar su suerte, aunque penso decirle que ya habia llegado al climax una vez y que era muy improbable que volviera a suceder. Sin embargo, hacer el amor con Reid no tenia nada de normal y no podia saberse que iba a pasar.

La separo con los dedos y la calidez de su aliento la preparo a recibir su lengua. Trazo circulos con la punta de la lengua y luego la acaricio hasta el extasis con la parte mas ancha. Era un hombre entregado a una mision y ella se dio cuenta de que le gustaba que lo fuera. Era paciente e interpretaba su cuerpo. Ella siempre habia necesitado un rodaje lento, pero no esa vez. Habia pasado de la curiosidad a los jadeos en muy poco tiempo.

El la acariciaba avanzando y retrocediendo contra su clitoris. El deseo hizo que separara mas las piernas, como si intentara ofrecerle todo lo que era. No sabia si dejarse llevar o contenerse para que durara mas. Cada vez estaba mas cerca y las piernas le temblaron. Se agarro a la sabana y clavo los talones en el colchon. El acelero un poco e introdujo un dedo. Se puso en tension al saber que iba a llegar a la consumacion. Fue lo ultimo que penso antes de cada musculo se le contrajera y todo su cuerpo se deshiciera en mil pedazos. Grito, se arqueo contra el para obtenerlo todo. Cabalgo sobre su dedo entre jadeos. Se contrajo alrededor de el.

Unos minutos mas tarde, su corazon se habia apaciguado. Estaba extenuada y complacida. Se pregunto si volveria a ser la misma.

– Mision cumplida -dijo ella-. Estoy convencida.

Reid, a su lado, apoyo la cabeza en una mano con una sonrisa.

– Me alegro.

– No, en serio. Ha sido increible. Podrias tener un culto propio.

El sonrio un poco mas. Le gustaba haberla complacido. Todo en ella expresaba satisfaccion. Estaba congestionada y con las pupilas dilatadas. Parecia una mujer muy feliz.

– No necesito un culto.

– ?Estas seguro? -pregunto ella-. Podria ser la maxima sacerdotisa.

Lori tenia los ojos color avellana. El no se habia fijado nunca. Eran grandes y sexys y se encontro queriendo perderse en ellos.

Habia querido complacerla por dos motivos. Primero, porque siempre habia querido que su pareja disfrutara, pero tambien porque queria demostrar algo. El maldito articulo seguia obsesionandolo. Sin embargo, en algun momento, dejo de importarle. Habia querido que todo fuera fantastico por Lori; porque queria complacerla.

Ella se sento, se solto toda la trenza y se dejo caer otra vez en la cama. El tomo un rizo entre los dedos. Ella lo miro.

– Aun a riesgo de parecer codiciosa, estoy preparada para mas.

El tambien. Habia estado en ereccion y preparado desde que ella se presento. Hacia mucho rato de eso. Abrio un cajon de la mesilla, saco un preservativo y se lo puso. Atrajo a Lori hacia si y empezo a besarla. Era suave y moldeable en los sitios adecuados. Le gustaba como olia y reaccionaba. Le gustaba todo de ella. Lori introdujo la mano entre los dos y lo acaricio.

– Oh… -susurro ella.

El fue a preguntar que pasaba cuando se dio cuenta de que estaba flacido. Hasta hacia tres segundos estaba como una roca, pero en ese momento…

– Dame un segundo -le pidio el mientras le acariciaba un pecho.

No pasaba nada, se dijo a si mismo. Siempre habia salido bien, era una maquina de hacer el amor. Se centro en el pecho que tenia en la mano. Intento acordarse de una pelicula porno. No dio resultado. La deseaba. La deseaba mucho. Queria entrar en ella, alcanzar el climax y sentirse bien. Sin embargo, su cuerpo no reaccionaba.

Se puso de espaldas y solto un juramento. Se tapo los ojos con el brazo por la humillacion y deseo no estar alli.

– Reid… -la voz de Lori fue suave e indecisa.

– No -Reid levanto la otra mano-. Sea lo que sea, no lo digas. Quiero centrarme en este momento para que, cuando me lo pregunten, pueda decir que fue el mas bajo de mi vida. Se que es por el articulo del periodico. Se que es por la presion, pero saberlo no sirve de nada.

– Hay una parte positiva.

El aparto el brazo y la miro. Ella estaba inclinada sobre el.

– No hay nada positivo -replico el intentando no parecer enfadado-. Esto no me habia pasado nunca. Se que es lo que dicen muchos hombres, pero es verdad en mi caso. Desde luego, no es por ti. He disfrutado. Queria que llegaras antes al climax y no tomarte a los cinco segundos. Soy algo mejor que eso.

– Mejor es decir poco -ella sonrio-. Ha sido la mejor experiencia sexual de mi vida. De verdad. ?Que dice eso de mi vida? Pone las cosas en perspectiva.

El sonrio. Ella tambien lo hizo y luego, empezo a reirse.

– Soy lamentable.

– No. Jamas. Eres preciosa.

Lo era. Estaba desnuda, sonrojada y sonriendole. La beso. Ella separo los labios y el introdujo la lengua. La acaricio todo el cuerpo. La acaricio entre las piernas y ella las separo. Estaba humeda y abrasadora. Quiso entrar alli.

Lori se movio un poco para que pudiera penetrar. El sintio un momento de panico. Sabia que no podia, pero estaba llenandola. Estaba duro, se dijo con alivio. Acometio con ganas.

Capitulo12

Lori hizo todo lo posible por serenar su respiracion. Era un poco bochornoso seguir jadeando diez minutos despues. Sin embargo, si se tenia en cuenta por todo lo que habia pasado su cuerpo durante la ultima media hora, quiza fuera lo minimo que podia esperarse.

Se sentia debil e incapaz de moverse. Irradiaba satisfaccion por cada poro.

Reid la abrazo con un brazo y le acaricio el costado.

– Increible -Lori resoplo-. Te digo en serio lo del culto. Cuenta conmigo.

El la beso en vez de contestar. Lo hizo con carino y ella, sin darse cuenta, noto que le brotaban las lagrimas.

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