– Muy bien. Veo que te mantienes delgada. Nos preocupaba mucho a todos que siguieras siendo gorda. Pero nos has demostrado que estabamos equivocados -Nana Marie miro a Jackson-. ?Tu quien eres?
– Jackson Kent.
– Jackson, esta es Nana Marie le dijo Katie-. Es… -sacudio la cabeza-. ?Cual es nuestro parentesco, Nana?
– No somos parientes. Yo era amiga de tu abuela -Nana sonrio a Jackson-. ?Que guapo eres! Nos alegramos mucho de que Katie tenga por fin novio. Ese Alex… ?darle esperanzas para luego enamorarse de Courtney! Esa chica tiene la profundidad sentimental de una patata frita. No como nuestra Katie.
Nana le pellizco la mejilla tan fuerte que a Katie se le saltaron las lagrimas.
– Ahora tienes un hombre. Eso es lo que cuenta. Bueno, ahora tendreis que disculparme: tengo que ir a hacer pipi.
Katie la vio dirigirse hacia los aseos y luego se pregunto si haria bien en darse de cabezazos contra la pared. Aquello le dejaria un moraton, claro, pero al menos asi la gente tendria otra cosa de que hablar, aparte de de su peso y su vida amorosa.
– Lo siento -dijo apesadumbrada-. Esto es mucho peor de lo que imaginaba.
Jackson se acerco y le acaricio ligeramente la mejilla.
– Eh, que he venido porque he querido. Ademas, me gusta Nana Marie.
– Espera a que te pellizque la mejilla.
El se rio y luego se puso serio.
– No te lo tomes a mal, pero tu familia tiene que dejar de juzgarte. Tienes un trabajo estupendo, eres preciosa y sexy. Cuando estes lista, te casaras. Cualquier hombre se sentiria afortunado por casarse contigo. Alex es un idiota por haber preferido a Courtney.
Katie lo miro parpadeando.
– Gracias -musito.
– De nada -la rodeo con el brazo y la condujo hacia la fiesta-. Pasaremos al lado de Alex y Courtney para que ese pobre diablo vea lo que se esta perdiendo.
Nana Marie resulto ser una de las invitadas mas llevaderas, penso Jackson tres horas despues, mientras Katie y el bailaban una cancion lenta. La familia McCormick era grande, carinosa y estaba demasiado centrada en los que consideraban defectos de Katie. Cuando no hablaban de su peso, se extranaban que tuviera pareja. Como si fuera sorprendente.
Jackson no lo entendia. El era chico, claro, y quiza no fuera muy perspicaz, pero ?que le pasaba a aquella gente? Katie era preciosa. Tenia unos ojos preciosos, una piel fantastica y el pelo rubio y brillante, y esos eran solo sus atributos mas corrientes. Mientras bailaban y se mecian juntos al son de la musica, Jackson sentia sus pechos apretados Contra su torso y apoyaba mano sobre la curva de su cadera. No habia nada de malo en su figura. Al contrario: su cuerpo le decia que era perfecta. La gente era muy rara, y las familias peores aun. Al menos el estaba alli y podia protegerla.
El aire le llevo una dulce y ligera fragancia floral. Su aroma le hizo pensar en dormitorios en penumbra y sabanas revueltas. Sin pensarlo, condujo a Katie hacia una gran columna que habia al borde de la pista de baile. Cuando estuvieron fuera del alcance de la vista de los invitados, se inclino y la beso. La boca de Katie recibio la suya con una leve presion. Ella entreabrio los labios y sus lenguas se tocaron. Katie sabia a chocolate, a vino y a tentacion. Jackson se excito en cuestion de segundos.
Intentando ser un caballero, mantuvo una ligera distancia entre ellos. O lo intento. Ella le rodeo el cuello con los brazos y le hizo inclinarse. Cuando rozo su ereccion, dejo escapar un ruido a medio camino entre un grunido y un ronroneo. Jackson sintio que su vibracion le llegaba hasta la entrepierna.
– No podemos -murmuro ella contra su boca, y luego le mordisqueo el labio-. Seria una pesima idea. Peligrosa, incluso.
Jackson bajo la cabeza y beso su cuello. Mientras lamia su piel por debajo de la oreja, la sintio estremecerse.
– ?Una pesima idea para quien? -pregunto.
– Para mi. Para los dos. Es solo un fin de semana, Jackson. Y a mi no me gustan los lios de una noche.
El se irguio y miro sus bellos ojos azules.
– ?Por que tiene que ser una sola noche?
Katie estaba acalorada. Saltaba a la vista que la habian besado. Jackson vio sus pezones erectos a traves de la fina tela de su vestido. Poniendose de lado para que nadie les viera, los toco con los dedos. Ella contuvo el aliento. Sus ojos brillaban de deseo.
– Eres muy tentador.
Jackson volvio a besarla, chupando suavemente su boca. El deseo palpitaba dentro de el. Habia algo especial en Katie.
Sintio que alguien se acercaba y se aparto. Unos segundos despues, los padres de Katie rodearon la columna.
– Ah, estais aqui -dijo su madre-. Bueno, esto va bastante bien. Ya estamos en el ecuador. Han pasado dos noches y quedan otras dos. Queria deciros que podeis marcharos cuando querais. Se esta yendo todo el mundo. Tully se fue a la cama hace una hora. Sola, por suerte, aunque no dejaba de mirar a un camarero.
– Nosotros tambien estamos cansados -se apresuro a decir Katie, sin mirar a los ojos a Jackson-. Vamos con vosotros.
Subieron juntos en el ascensor. Katie y el se bajaron en el mismo piso y caminaron hacia la puerta de la habitacion de ella.
– Jackson, yo… -comenzo a decir.
– No pasa nada -dijo el, besandola ligeramente.
– ?No pasa nada?
– Este no es el momento, ni el lugar. Para empezar, esta toda tu familia. Te llamare cuando pase el fin de semana. Saldremos por ahi -sonrio-. A un sitio mas normal.
– ?No estas enfadado?
– Katie, no tengo diecisiete anos. Puedo esperar -la beso de nuevo-. Merece la pena.
Tomo la llave que ella habia sacado del bolso y abrio la puerta. Despues de devolversela, la empujo dentro.
– Nos vemos manana.
– Esta bien. Buenas noches.
Katie entro flotando en su habitacion, mas que andar. Aquello no podia estar pasando, se dijo, aturdida de emocion. Era imposible que Jackson fuera guapo, inteligente y divertido, y que ademas estuviera interesado en ella. ?No? Todas las senales estaban alli. Pero esas mismas senales la habian enganado otras veces. Habia, sin embargo, una parte de ella; bueno, toda, que queria creer que Jackson era de verdad un buen tipo.
Acababa de quitarse los tacones cuando alguien toco a su puerta y la llamo en voz baja. En su estomago empezaron a batallar la emocion y la angustia, porque aunque le gustaba que la sedujeran tanto como a la que mas, le daba un poco de miedo la idea de meterse en la cama con Jackson en ese momento.
Abrio la puerta dispuesta a decirselo, pero vio que el hombre que esperaba en el pasillo no era su pareja. Era su ex novio.
– ?Alex?
– Hola, Katie -Alex dio un paso adelante y tropezo al cruzar el umbral.
– Estas borracho.
– Puede ser -se puso delante de ella con expresion ilusionada. Como un perrito-. Puede que solo digamos la verdad cuando estamos borrachos.
Oh, oh. A Katie no le gusto como sonaba aquello.
– Alex, sea lo que sea lo que te pasa, hablalo con Courtney. Vais a casaros dentro de cuarenta y ocho horas - le dio media vuelta y lo empujo hacia la puerta todavia abierta-. Largo de aqui.
El no se movio.
– ?Y si es un error, Katie? ?Y si no quiero a Courtney?
Dentro de la cabeza de Katie se dispararon las alarmas.
– Solo estas nervioso porque vas a casarte -«y ademas eres un capullo por portarte asi a menos de cuarenta