– Un poco. Se que Natasha es demasiado pequena para recordarme de mi primera visita. Solo espero no asustarla. Podre pasar un poco de tiempo con ella, pero no podre llevarmela al hotel hasta dentro de un par de dias.
– Las dos tendreis que adaptaros.
– Yo mas que ella -dijo Liz y se mordio el labio-. Quiero ser una buena madre.
– ?Por que te causa inseguridad ese tema?
– Por la falta de experiencia.
– Lo aprenderas sobre la marcha. ?No es asi como ocurren siempre las cosas?
– Supongo que si.
Lo que Liz no dijo era que muchas madres primerizas tenian ayuda de los demas miembros de su familia. Habia otras mujeres a su alrededor que sabian lo que significaban las diferentes formas de llorar de los bebes y tambien sabian sobre que debian preocuparse y cuales eran las cosas que no tenian importancia.
– ?Que tiempo tiene? -le pregunto el.
– Cuatro meses.
– ?Y sabe hacer algo? ?Habla? ?Anda?
Liz se rio.
– Acaba de aprenderse la tabla de multiplicar, pero tendremos que esperar una semana hasta que aprenda las fracciones.
El sonrio.
– ?Esa es tu forma de decir que no?
– Mas o menos.
– No se nada de bebes.
– Puede mantener la cabeza erguida y pronto habra aprendido a darse la vuelta.
El se inclino hacia ella.
– Parece excitante.
Una idea salvaje y alocada se abrio paso en la mente de Liz. Intento apartarsela de la cabeza y al darse cuenta de que no podia, abrio la boca y la dejo escapar:
– ?Te gustaria venir conmigo manana, cuando vaya a ver a Natasha al orfanato?
Capitulo 3
Liz se movia con inquietud en el asiento del pasajero de la furgoneta. Junto a ella, Maggie Sullivan conducia por el trayecto desde el hotel hasta el orfanato.
– ?Nerviosa? -le pregunto la trabajadora social de Portland con una sonrisa alegre.
– Si, mucho.
– No tienes por que. Lo unico que va a ocurrir hoy es que podras pasar un rato con Natasha. Si la conexion todavia esta ahi y sigues queriendo adoptarla, entonces seguiremos adelante con el proceso. Si no, podras marcharte.
Liz se quedo mirando a Maggie.
– ?Alguien lo hace?
Maggie, una mujer rubia, guapa y muy agradable, sonrio.
– Normalmente no.
– Estoy deseando llevarme a Natasha a casa.
– Entonces, haremos que suceda.
Liz lo esperaba con todas sus fuerzas. El proceso de adopcion extranjero habia sido muy largo, tanto como para que ella hubiera tenido tiempo mas que suficiente como para estar segura de lo que hacia. Su unica preocupacion era ser una buena madre.
Tras ella, la pareja que iba en el asiento trasero charlaba en voz baja. Liz habia conocido a los Winston la noche anterior, en el hotel. Maggie habia organizado una cena privada para que los futuros padres se conocieran. Habia en total, ocho parejas aparte de Liz. Al ser la unica madre soltera, Liz se habia sentido ligeramente fuera de lugar.
Habia demasiada gente que iba emparejada, penso con ironia. Una vez mas, se veia nadando contra corriente. Claro que en aquella ocasion, David estaria esperandola en el orfanato.
Sonrio al recordar lo asombrado que se habia quedado cuando ella le habia pedido que la acompanara. Ella tambien se habia quedado atonita cuando habia aceptado. ?Tendria algun interes en Natasha, o simplemente estaria siendo amable? Liz no estaba muy segura de que le importara. En aquel momento aceptaria todo el apoyo moral que pudiera conseguir, incluso el que se prestara con reticencias. Ademas, estar con David no le resultaba nada dificil. Solo el hecho de estar en la misma habitacion que el conseguia que sus hormonas se pusieran a bailar y a saltar.
Cuando llegaron al orfanato, la aprension de Liz se transformo en impaciencia. Despues de cinco semanas, iba a ver a Natasha de nuevo. ?Cuanto habria crecido la nina? ?Cuanto tiempo les llevaria crear lazos?
Liz entro al vestibulo del edificio seguida por los Winston y por Maggie. Habia varias personas frente al mostrador principal, pero a Liz se le fue la vista hacia la derecha, hacia un hombre que estaba apoyado en la pared. Cuando la vio, David se irguio y se acerco a ella. A Liz le dio un brinco el corazon. El sonrio y le dio un beso en la mejilla.
– Te brillan los ojos -le dijo-.Y por algun motivo, no creo que sea por verme a mi.
– En parte, es por ti -respondio Liz- y en parte es por la nina.
– Si tengo que quedar en segunda posicion, aceptare que sea a causa de la relacion con tu hija.
Maggie se acerco a ellos y Liz hizo las presentaciones.
– Eres de la familia Logan, ?verdad? -le pregunto Maggie a David, mientras se estrechaban las manos-. Acompane a tus padres en su ultimo viaje a Rusia. Son una gente maravillosa.
– Gracias -respondio David.
– ?Senorita Duncan?
Liz se volvio hacia el sonido de la voz y vio a una adolescente en el pasillo.Tenia el pelo largo y oscuro y unos ojos muy grandes. Era muy guapa, aunque estaba muy delgada. Liz busco su nombre en la memoria y sonrio.
– ?Sophia?
La adolescente sonrio con timidez y bajo la cabeza.
– Si. Hola.
Tenia un fuerte acento ruso, pero su ingles era claro y correcto. Ademas, lo unico que Liz sabia decir en ruso era da y nyet, asi que no estaba en posicion de quejarse.
– Aun estas aqui -le dijo a la muchacha, mientras se acercaba a ella. David y Maggie se quedaron atras-. No sabia si seguirias en el orfanato.
Sophia se encogio de hombros.
– Me gusta trabajar con los bebes y aqui me dejan hacerlo.
– Eres una voluntaria asombrosa.
Liz habia conocido a Sophia durante su visita anterior. La adolescente aparecia todos los dias para ayudar en el cuidado de los bebes. Liz no sabia mucho de su familia. Maggie le habia dicho que los empleados pensaban que ella misma era huerfana y que se sentia acogida en el orfanato. Nadie sabia adonde iba por las noches ni como se mantenia, pero era muy buena con los ninos y el orfanato necesitaba toda la ayuda posible.
– ?Que tal esta Natasha? -pregunto Liz.
– Bien. Grande -dijo Sophia y sonrio-. Hace mucho ruido.
A Liz se le encogio el corazon.
– ?Como si estuviera intentando hablar?
La adolescente asintio.
– Muchos ninos se han puesto enfermos, pero Natasha no. Ella es fuerte. Ella…
Sophia se dio cuenta de que David se acercaba a ellas y se quedo petrificada. Liz los presento rapidamente y