– Si quieres jugar al futbol americano, tienes que ser fuerte. Y para eso tienes que dejar que se te cure el brazo.

– ?Sere tan grande como tu?

– No lo se -Raul no sabia nada sobre los padres verdaderos de Peter y penso que podria preguntar por ahi-. ?Quieres ensenarme lo que puedes hacer?

– Aja.

Peter corrio hasta la caja de balones. Otros ninos vieron lo que iba a hacer y lo siguieron. Enseguida, Raul organizo los equipos y los puso a lanzarse el balon entre ellos, como en un entrenamiento.

– Bien -dijo mientras los observaba-. Billy, estira el brazo. Tienes la fuerza en tu hombro, no en tu muneca. Bien, Trevor. Genial.

Sintio como alguien le tiraba de la chaqueta y bajo la mirada hacia una nina con gafas y coletas.

– ?Yo tambien puedo lanzar?

El nino que estaba mas cerca nego con la cabeza.

– Nada de chicas. Vete.

La nina lo ignoro.

– Quiero aprender.

– Las ninas tambien juegan -dijo Raul llevandola hasta el final de la fila. Le indico a Jackson que le lanzara el balon-. ?Por que no me ensenas lo que puedes hacer?

La nina atrapo el balon, se levanto las gafas y lanzo con tanta fuerza que Jackson se estremecio.

Raul sonrio.

– Menudo brazo tienes, jovencita.

– Quiero poder golpear a mi hermano en la cabeza y dejarlo noqueado. Siempre esta metiendose conmigo.

– De acuerdo. Me alegra poder ayudarte con tus lanzamientos, pero tienes que prometer que nunca golpearas a tu hermano en la cabeza. Por el modo en que lanzas, podrias hacerle mucho dano.

Ella abrio los ojos como platos.

– Dice que soy una nina debil y llorica.

– Probablemente lo dice porque eres mejor que el.

Ella sonrio.

– Nunca habia pensado en eso.

Dakota se acerco.

– ?Creando desavenencias entre sexos entre ninos tan pequenos?

– No soy tan pequeno.

Ella se rio.

– Ya sabes a que me refiero.

– Si -la observo y vio que parecia mas relajada y menos triste-. Te sientes mejor.

– Estoy mejor.

– Bien. ?Quieres hablar sobre lo que paso?

– No.

La campana sono indicando que habia llegado el momento de volver a clase. Los ninos lanzaron los balones y los guantes dentro de la caja y echaron a correr. Peter miro atras y se despidio de el.

– Le has hecho mucho bien -le dijo Dakota.

– Me lo ha puesto muy facil.

– Guardas las distancias con la mayoria de los ninos, pero con el eres distinto.

Caminaban hacia el edificio principal. No le sorprendio que ella hubiera visto eso.

– Es una vieja costumbre.

– Estoy segura de que hay muchas razones, como por ejemplo la fama. No puedes saber quien esta interesado en ti y si es por quien eres o porque quieren algo.

– Eso ya no tiene mucha importancia.

– Posiblemente. Ademas, diria que hay muchos ninos a los que ayudar de manera individual. No puedes estar en mas de un sitio a la vez. Por eso creaste el campamento para ayudar a todos los ninos que pudieras. Tiene el beneficio anadido de permitirte mantener las distancias.

– Sientes la necesidad de utilizar tu licenciatura en psicologia, ?verdad?

– A veces. Puede hacerte quedar muy bien en algunas fiestas.

Raul sabia que tenia razon. Era cierto que se contenia porque habia aprendido la leccion de que ayudar desde la distancia era mucho mas sencillo.

Y ya que las cosas habian ido mal con Caro, tambien era lo mas inteligente. Su traicion lo habia sacudido en muchos niveles y ella le habia hecho cuestionarse su habilidad para conocer a la gente.

– No tienes que hacer nada -dijo Dakota-. No hace falta.

– Claro que si. Me ensenaron que si la vida te ofrece ventajas, tienes que devolver el favor.

– ?Eso te lo dijo tu antiguo entrenador?

– Aja. Si no estuviera haciendo nada, vendria aqui y me daria una patada en el trasero.

Ella sonrio.

– Charla barata. No compraste este campamento por el. Lo compraste porque querias.

El se encogio de hombros.

– Hawk puede ser la voz de mi conciencia, la que me dice lo que tengo que hacer.

– Mi madre lo es para mi. Creo que es algo positivo.

– ?Psicologicamente cuerdo?

Ella se rio.

– Sin duda. Creo que es importante mantenerse en el lado de la cordura.

– Tu eres la profesional -el le sostuvo la puerta del edificio principal.

– ?Como esta Pia? -le pregunto ella.

– Bien. ?Por que?

– ?No vienen Hawk y su mujer a visitarte?

– Si.

– Tecnicamente no son tu familia, pero emocionalmente es su familia politica. ?No crees que eso la pondra nerviosa?

El no lo habia pensado.

– No tiene nada de que preocuparse. Les gustara.

– Has estado casado antes. ?De verdad crees que eso es lo que piensa ella?

– Oh, de acuerdo. Deberia ir a hablar con ella, verdad?

Dakota le dio una palmadita en el brazo.

– No te lo tomes como algo personal. No puedes evitarlo, eres un hombre.

Pia se dijo que caminar de un lado a otro de la habitacion contaba como ejercicio y el ejercicio era sano. Su cuerpo no distinguia si estaba recorriendo la alfombra de Raul o cruzando el parque.

– ?Puedes relajarte? -Raul entro en el salon y fue hacia ella. Se acerco y la beso-. Les encantaras.

– ?Tienes pruebas? Porque eso estaria bien.

– Les encantaras -repitio.

– Decir algo una y otra vez no hace que suceda. Por muchas veces que te diga que soy una jirafa, no vas a creerme.

– ?Has tomado cafe hoy?

– No. No estoy excitada por la cafeina.

– Deberias intentar respirar.

Como si eso fuera a ayudar en algo.

– ?Y si no quiero conocerlos? Seguro que son gente muy amable, pero todo esto me parece innecesario. ?Por que no te reunes con ellos solo y luego me cuentas? Puedes sacar fotos y sera como si yo hubiera estado alli.

– Preferiria que estuvieras alli.

– Piensa en los bebes. Todo este estres no puede ser bueno para ellos. Creo que tengo que vomitar.

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