Susan Mallery
Un Oasis de Placer
Un Oasis de Placer (2006)
Titulo Original: The sheik and the bride who said No (2005)
Serie: Principes del Desierto
Capitulo 1
Ya se que casarte con el principe heredero y ser reina algun dia suena muy bien -dijo Daphne Snowden intentando mantener la calma-, pero la verdad es muy diferente. No conoces de nada al principe Murat, pero te aseguro que es un hombre dificil y testarudo -le explico a su sobrina por propia experiencia-. Ademas, casi te dobla la edad.
Brittany levanto la mirada de la revista que estaba leyendo.
– No te preocupes tanto, tia Daphne. No me va a pasar nada. Todo ira bien.
?Que no se preocupara por nada? ?Que todo iba a ir bien?
Daphne se arrellano en la lujosa butaca de cuero del avion privado e intento no gritar. Aquello no podia estar sucediendo. Era una pesadilla. No se podia creer que su adorada sobrina hubiera accedido a casarse con un hombre al que ni siquiera conocia.
Fuera o no principe, aquello iba a ser un desastre. A pesar de que llevaba casi tres semanas rogandole a Brittany que se pensara muy bien lo que iba a hacer, se creyo en la obligacion de volver a insistir.
– Quiero que seas feliz porque te quiero -le dijo.
Brittany, una adolescente alta y rubia con los preciosos rasgos de la familia Snowden, sonrio encantada.
– Yo tambien te quiero. Te preocupas demasiado. Ya se que Murat es un viejo, pero no me importa.
Daphne apreto los dientes. Obviamente, a una chica de dieciocho anos un hombre de treinta y cinco le debia de parecer un anciano; no como a ella, que solo le quedaban cinco anos para tener aquella edad.
– Pero es una monada -anadio su sobrina-. Ademas, tiene mucho dinero. Voy a viajar un monton y voy a vivir en un palacio -apunto apartando la revista y mirandose los pies-. ?Me quedaban mejor las otras sandalias?
– ?Que mas da las sandalias que te pongas? Estamos hablando de tu vida. Casarte con el principe heredero no quiere decir que te vayas a pasar el dia yendo de compras. Vas a tener responsabilidades para con el pueblo de Bahania, vas a tener que ocuparte de los dignatarios que os visiten, acudir a un monton de actos de beneficencia y, por supuesto, tener hijos.
Brittany asintio.
– Ya tengo todo eso en cuenta. Lo de las fiestas es genial. Invitare a mis amigas y cotillearemos sobre, por ejemplo, lo que lleva puesto el Primer Ministro frances.
– ?Y lo de los ninos?
Brittany se encogio de hombros.
– Supongo que, como es un viejo, sabra lo que se hace. Mi amiga Deanna se acosto con su novio de la universidad y me dijo que era muchisimo mejor que con su novio del colegio. La experiencia cuenta mucho.
Daphne tuvo que hacer un gran esfuerzo para no zarandear a su sobrina. Sabia por las numerosas conversaciones nocturnas que habia tenido con ella cuando Brittany se habia quedado a dormir en su casa que la adolescente no habia mantenido relaciones sexuales con ninguno de sus novios.
?Que habia ocurrido? ?Como habia cambiado tanto? ?Que habia sido de aquella nina a la que adoraba y a la que practicamente habia criado? ?Como era posible que se hubiera convertido en aquella jovencita fria y sin sentimientos?
Daphne consulto el reloj. No les quedaba mucho tiempo. En cuanto aterrizaran y llegaran a palacio, ya no habria marcha atras. Una Snowden habia dejado plantado a Murat practicamente en el altar y tenia la sensacion de que a Brittany no le iban a dar la oportunidad de que se pensara las cosas mejor.
– ?En que estaria pensando tu madre? -se pregunto Daphne en voz alta-. ?Como es posible que haya dado su consentimiento?
– A mi madre todo esto le parece supercool -contesto Brittany-. Yo creo que es porque tiene la esperanza de que a la madre de la novia le regalen alguna joya o algo por el estilo. Ademas, que yo me case con un principe es mucho mejor que el hijo de la tia Grace vaya a Harvard cuando sea mayor, ?no?
Daphne asintio sin decir nada.
Habia familias cuyos miembros eran muy competitivos en los deportes, otras se echaban en cara su situacion social y economica. En la suya, lo mas importante era el poder, tanto politico como de cualquier otra clase. Una de sus hermanas se habia casado con un senador que tenia pensado presentarse a las elecciones presidenciales y la otra se habia casado con un empresario con contactos a los mas altos niveles.
Ella habia sido la unica que habia elegido un camino diferente.
Daphne se sento en el borde de la butaca y tomo las manos de Brittany entre las suyas.
– Te quiero -le dijo mirandola a los ojos-. Te quiero mas que nadie en el mundo. Te considero practicamente mi hija.
– Yo tambien te quiero mucho -contesto Brittany sinceramente -. Siempre me has ayudado. Incluso mas que mi propia madre.
– Entonces, te pido por favor que pienses muy bien lo que vas a hacer. Eres joven e inteligente y puedes hacer con tu vida lo que tu quieras, puedes tener todo lo que desees en el mundo. ?Por que quieres atarte a un hombre al que ni siquiera conoces y vivir en un pais en el que nunca has estado? ?Y si no te gusta Bahania?
Daphne sabia que no era muy probable que eso sucediera porque Bahania era un pais maravilloso, pero estaba dispuesta a intentar por todos los medios que su sobrina recapacitara sobre su decision.
– Lo de viajar no es lo que tu te crees -anadio antes de que a Brittany le diera tiempo de interrumpirla-. Los viajes que hagas seran visitas de estado en las que no podras salirte del protocolo ni lo mas minimo. En cuanto accedas a casarte con el principe, no podras quedar con ninguna amiga para ir al centro comercial o al cine.
Brittany se quedo mirandola muy seria.
– ?Como que no voy a poder ir al centro comercial?
– Brittany, seras la futura reina y no podras ir corriendo a comprarte un jersey a las rebajas cuando te apetezca.
– ?Por que no?
Daphne suspiro.
– Eso es lo que llevo intentando un buen rato explicarte. Porque ya no seras tu misma. Viviras una vida que no es tuya en un pais extranjero regido por unas normas que no conoces y que tendras que cumplir a rajatabla.
A pesar de lo que estaba diciendo, Daphne sabia que, de haber sido ella la que tuviera que cumplir aquellas normas, no le habria costado nada, pero no era ella la que se iba a casar con el principe Murat.
– No habia pensado que tuviera que estar todo el dia en el palacio -recapacito Brittany-. Yo creia que podria tomar un avion cuando me diera la gana y volver a casa para estar con mis amigas.
– No, de eso nada. Viviras en Bahania. Bahania se convertira en tu hogar y no podras moverte de alli.
– A mis padres no los echaria mucho de menos, pero a Deanna y a ti… -se lamento Brittany mordiendose el labio inferior-. Yo creo que estoy enamorada del principe…
– ?De verdad? Pero si ni siquiera lo conoces. ?De verdad estas dispuesta a renunciar a todo para casarte con el? Brittany, nunca has tenido una relacion seria. ?De verdad quieres darle la espalda a tu vida? ?De verdad quieres quedarte sin ir a la universidad?
Brittany fruncio el ceno.
– ?No voy a poder ir a la universidad?
– ?Tu te crees que los catedraticos van a querer tener a la futura reina en su clase? ?Y como harian para