Ella se levanto de golpe.

– ?Pues a mi si que me importa! Mi situacion financiera es confidencial y lo primero que hare manana por la manana sera llamar a mi abogado para que continue siendolo.

Tambien mantendria una conversacion privada con su contable para ocultarle a su padre los cincuenta mil dolares mensuales que le pagaria a Bram. «Gastos domesticos» o «gastos de seguridad» sonaba mucho mejor que «gastos de soborno».

– Relajate -dijo Bram-. ?De verdad crees que se interpretar un estado financiero?

– Lo has provocado deliberadamente.

– ?No te has divertido al menos un poco? Ahora tu padre sabe que no puede mangonearme como hace contigo.

– Yo dirijo mi propia vida. -Al menos eso intentaba.

Georgie esperaba que el rebatiera su afirmacion, pero Bram simplemente apago la lampara del escritorio y la empujo hacia la puerta.

– Hora de acostarse. Apuesto a que te gustaria un masaje en la espalda.

– Apuesto a que no. -Georgie salio del despacho y el cerro las puertas tras ellos-. ?Por que sigues insistiendo? Ni siquiera te gusto.

– Porque soy un tio y tu estas disponible.

Georgie dejo que su silencio hablara por si mismo.

Capitulo 7

A la manana siguiente, Georgie hizo la cama en la que habia dormido sola con esmero y bajo a la planta baja. En la cocina, encontro a una joven trajinando en la encimera, de espaldas a la puerta, con un colador con fresas. Llevaba el pelo tenido de negro, muy corto en un lado y largo hasta la mandibula y escalado en el otro. Tres pequenos simbolos japoneses tatuados en su nuca desaparecian por debajo de una camiseta gris sin mangas y unos imperdibles de gran tamano sujetaban un largo descosido en la pernera de sus vaqueros. Parecia una roquera punk de los anos noventa y Georgie no entendio que hacia alli, en la cocina de Bram.

– Esto… Buenos dias. -Su saludo fue ignorado. Georgie no estaba acostumbrada a que no le hicieran la pelota y volvio a intentarlo-. Soy Georgie.

– ?Como si no lo supiera! -La joven siguio sin darse la vuelta-. Esta es la bebida especial proteinica de Bram para el desayuno. Tu tendras que prepararte lo que quieras tu misma.

La batidora se puso en marcha.

Georgie espero hasta que el motor se apago.

– ?Y tu eres…?

– El ama de llaves. Chaz.

– ?Que es el diminutivo de…?

– Chaz.

Georgie capto el mensaje. Chaz la odiaba y no queria hablar con ella. Solo a Bram se le ocurriria tener un ama de llaves que pareciera salida de una pelicula de Tim Burton. Georgie empezo a abrir armarios en busca de una taza. Cuando la encontro, se dirigio a la cafetera.

Chaz se volvio hacia ella.

– Este es el cafe especial de Bram. Es solo para el. -Tenia cejas espesas y oscuras, y en una llevaba un piercing. Sus facciones eran pequenas, afiladas y hostiles-. El cafe normal esta en ese armario.

– Estoy segura de que a Bram no le importara que beba una taza del suyo.

Georgie cogio la jarra de la cafetera ultimo modelo.

– Solo he hecho la cantidad suficiente para el.

– Pues a partir de ahora sera mejor que hagas un poco mas.

Georgie no hizo caso de los dardos envenenados de los que era blanco, cogio una manzana de una fuente mexicana de Talavera y se la llevo, junto con el cafe, al porche trasero.

Se bebio la mitad del delicioso cafe, y comprobo si tenia mensajes en el movil. Lance habia vuelto a telefonearle, en esta ocasion desde Tailandia.

«Georgie, ?te has vuelto loca? Devuelveme la llamada en cuanto oigas este mensaje.»

Ella borro el mensaje y, a continuacion, telefoneo a su publicista y a su abogado. Sus evasivas acerca de lo que habia ocurrido durante el fin de semana los estaban volviendo locos, pero ella no pensaba contarle la verdad a nadie, ni siquiera a las personas en que teoricamente debia confiar. Utilizo con ellos el mismo argumento que el dia anterior con su asistente personal, cuando le indico que recogiera sus cosas: «No puedo creer que precisamente tu no supieras que Bram y yo estabamos saliendo. Hicimos lo posible por mantenerlo en secreto, pero tu sueles leer en mi como en un libro abierto.»

Al final reunio el coraje necesario para telefonear a Sasha. Le pregunto acerca del incendio, pero ella cambio de tema.

– Me estoy ocupando de el. Ahora explicame que esta pasando de verdad, no la chorrada que me conto April acerca de que tu y Mister Sexy os pusisteis nostalgicos viendo una reposicion de Skip y Scooter.

– Esa es mi explicacion y todos nos ajustaremos a ella, ?de acuerdo?

– Pero…

– Por favor.

Al final, Sasha cedio.

– De momento no insistire, pero la proxima vez que vaya a Los Angeles tendremos una larga charla. Por desgracia, tengo que quedarme en Chicago durante un tiempo.

Georgie siempre esperaba con ilusion las visitas de Sasha, pero en esta ocasion se sintio mas que feliz de posponer lo que sabia que constituiria un tenso interrogatorio.

No se molesto en telefonear a su agente. Su padre se encargaria de Laura. Intentar conseguir el carino de su padre era como esforzarse en una rueda de hamster. No importaba lo deprisa que corriera: nunca se acercaba al objetivo. Algun dia dejaria de intentarlo. En cuanto a lo de contarle la verdad… por el momento, no. Nunca.

Bram salio al porche bebiendo los restos de algo rosa, espeso y espumoso. Mientras Georgie se fijaba en la forma en que su camiseta marcaba unos musculos que a ella no le resultaban nada familiares, decidio que preferia su anterior aspecto de heroinomano. Al menos aquello lo entendia. Vio como un trozo de fresa desaparecia en la boca de Bram. Ella tambien queria un batido rosa y espumoso para desayunar. Claro que tambien queria muchas cosas que no podia tener: un matrimonio fantastico, hijos, una relacion saludable con su padre, y una carrera que mejorara con el tiempo. Pero en aquel momento se conformaria con un buen plan para hacer creer al publico que se habia enamorado otra vez.

– Las vacaciones han tocado a su fin, Skipper. -Ella se levanto de la silla-. El fin de semana ha terminado y la prensa exige respuestas. Como minimo, hemos de planificar los proximos dias. Lo primero que tenemos que hacer es…

– No hagas enfadarse a Chaz.

Bram se limpio una burbuja de espuma rosa de la comisura de los labios.

– ?Yo? Esa chica es una maquina de cabrear parlante.

– Tambien es la mejor ama de llaves que he tenido nunca.

– Por su aspecto, parece que tenga dieciocho anos. ?Quien tiene un ama de llaves tan joven?

– Tiene veinte anos. Y yo tengo un ama de llaves tan joven. Dejala tranquila.

– Si voy a vivir aqui, va a resultar un poco dificil.

– Te lo dejare bien claro: si tengo que elegir entre tu y Chaz, ella gana de lejos.

Bram y su vaso vacio desaparecieron en el interior de la casa.

Se acostaban juntos. Eso explicaria la hostilidad de Chaz. No parecia su tipo, pero ?que sabia ella sobre los gustos actuales de Bram? Nada en absoluto, y tenia la intencion de que siguiera de esa manera.

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