A ella se le cayo el corazon a los pies. Una parte de su mente se pregunto como la habia encontrado tan deprisa. La otra parte se sorprendia de que hubiera tardado tanto.

Unos zapatos crujieron en el sendero de grava que conducia a la casa de invitados y, entonces, aparecio su padre. Iba vestido, como siempre, de un modo conservador, con camisa blanca, pantalones gris claro y mocasines con borla. A los cincuenta y dos anos, Paul York estaba delgado y en forma, usaba gafas sin montura y su pelo ondulado y prematuramente entrecano hacia que lo confundieran con Richard Gere.

Entro en el despacho y permanecio en silencio, estudiando a Georgie. Salvo por el color de los ojos, no se parecian en nada. Georgie habia heredado la cara redonda y la boca grande de su madre.

– ?Que has hecho, Georgie? -pregunto el con su habitual calina indiferente.

Y asi, sin mas, Georgie volvio a tener ocho anos, y aquellos frios ojos verdes de siempre la estaban juzgando por permitir que un caro cachorro de bulldog se escapara durante la filmacion de un anuncio de comida para perros o por derramar un zumo en su vestido antes de una audicion. Ojala fuera uno de esos padres con arrugas, sobrepeso y mejillas rasposas, no supiera nada del mundo del espectaculo y solo se preocupara de su felicidad. Georgie recupero la compostura.

– Hola, papa.

El junto las manos a la espalda y espero a que ella se explicara.

– ?Sorpresa! -exclamo Georgie con una sonrisa falsa-. Claro que, en el fondo, no es una sorpresa de verdad. Quiero decir que… Tu sabias que estabamos saliendo, ?no? Todo el mundo vio las fotos del Ivy. Estoy de acuerdo en que parece precipitado, pero practicamente crecimos juntos y… Cuando esta bien, esta bien. Esta bien, ?no, Bram? ?A que esta bien?

Pero su marido estaba disfrutando de su nerviosismo y no pensaba darle su apoyo.

Su padre evito mirar a Bram de forma deliberada.

– ?Estas embarazada? -pregunto con su fria voz.

– ?No! ?Claro que no! Lo nuestro es… -intento no atragantarse- un matrimonio por amor.

– Vosotros os odiais.

Bram por fin se levanto de la silla y se coloco al lado de Georgie.

– Eso es agua pasada, Paul. -Rodeo la cintura de su esposa con un brazo-. Ahora somos personas diferentes.

Paul siguio ignorandolo.

– ?Tienes idea de cuantos reporteros hay frente a la casa? Mientras entraba, han atacado mi coche.

Georgie se pregunto como la habia encontrado su padre en aquella parte de la casa, pero entonces penso que el no permitiria que un pequeno detalle como que nadie respondiera al timbre lo detuviera. Se lo imagino atravesando los arbustos sin que un solo pelo de su cabeza se despeinara. A diferencia de ella, Paul York nunca se alteraba ni se sentia confuso. Y tampoco perdia nunca de vista sus objetivos, por eso le costaba tanto entender que ella insistiera en tomarse seis meses de vacaciones.

– Tienes que asumir el control de toda esta publicidad inmediatamente -declaro su padre.

– Precisamente Bram y yo estabamos decidiendo nuestro siguiente paso.

Por fin, Paul volvio su atencion hacia su indeseado yerno. Habian sido enemigos desde el principio. Bram odiaba las interferencias de Paul en el plato, sobre todo su forma de asegurarse de que Georgie nunca dejara de encabezar el reparto. Y Paul lo odiaba todo de Bram.

– No se como has convencido a Georgie de que participe en esta farsa, pero se el porque. Quieres volver a aprovecharte de sus exitos, como solias hacer en el pasado. Quieres utilizarla para revivir tu patetica carrera.

Su padre no sabia lo del dinero que ella pagaria, asi que, extranamente, no habia dado en el blanco.

– No digas eso. -Al menos tenia que fingir que defendia a Bram-. Por esta razon no te he telefoneado. Sabia que te enfadarias.

– ?Enfadado yo? -Su padre nunca levantaba la voz, lo que hizo que su enfado todavia le resultara mas doloroso a Georgie-. ?Intentas arruinar tu vida deliberadamente?

No, estaba intentando salvarla.

Paul se balanceo de atras a delante, como solia hacer cuando ella era una nina y no lograba memorizar sus dialogos.

– Y pensar que creia que lo peor ya habia pasado.

Georgie sabia a que se referia su padre. El adoraba a Lance y se puso furioso cuando se separaron. A veces, deseaba que el le hubiera dicho lo que realmente sentia, o sea que deberia haber sido lo bastante mujer para retener a su marido.

Paul sacudio la cabeza.

– Creo que nunca me habias decepcionado tanto como ahora.

Sus palabras la hirieron en lo mas hondo, pero se estaba esforzando en ser ella misma, asi que esbozo otra sonrisa radiante.

– Pues piensa que solo tengo treinta y un anos. Tengo un monton de anos por delante para mejorar mi record.

– Ya esta bien, Georgie -declaro Bram casi con amabilidad, y aparto el brazo de su cintura-. Paul, te lo dire sin rodeos: ahora Georgie es mi esposa y esta es mi casa, asi que comportate o te prohibire visitarnos.

Georgie contuvo el aliento.

– ?Ah, si?

Paul apreto los labios.

– Pues si.

Bram se dirigio a las puertas vidrieras, pero antes de llegar se dio la vuelta, interpretando una salida falsa con tanta perfeccion como lo habia hecho en cientos de episodios de Skip y Scooter. Incluso utilizo el mismo inicio de dialogo.

– ?Ah, y una cosa mas…! -Dejo a un lado el guion con una sonrisa perversa-. Quiero ver las declaraciones de la renta de Georgie de los ultimos cinco anos. Y sus estados financieros.

Ella no pudo creerselo. «El muy…» Avanzo un paso hacia Bram y su padre enrojecio de indignacion.

– ?Acaso estas sugiriendo que he administrado mal el dinero de Georgie?

– No lo se. ?Lo has hecho?

Bram habia ido demasiado lejos. Puede que le molestara la forma en que su padre intentaba controlarla y, sin lugar a dudas, cuestionaba su criterio a la hora de elegir sus ultimos papeles, pero el era el unico hombre del mundo en el que ella confiaba plenamente en lo relativo al dinero. Cualquier nino-actor se sentiria afortunado con un padre tan escrupulosamente honesto cuidando de su dinero.

La apariencia de su padre se volvio mas y mas calmada, lo que nunca constituia una buena senal.

– Ahora llegamos a la verdadera razon de este matrimonio: el dinero de Georgie.

Su yerno torcio la boca con insolencia.

– Primero dices que me he casado con ella para avanzar en mi carrera… Ahora, que lo he hecho por su dinero… La verdad, tio, es que me he casado con ella por el sexo.

Georgie se acerco a ellos.

– Muy bien, ya me he divertido bastante por hoy. Te llamare manana, papa. Te lo prometo.

– ?Eso es todo? ?No vas a decir nada mas?

– Si me concedes un par de minutos, probablemente se me ocurrira una buena frase lapidaria, pero de momento me temo que es lo mejor que tengo.

– Te acompanare a la puerta -declaro Bram.

– No es necesario. -El padre de Georgie llego a la puerta en un par de zancadas-. Saldre por donde he venido.

– Papa, no, de verdad… Deja que yo…

Pero el ya se estaba alejando por el sendero de grava. Georgie se dejo caer en un sofa blando y marron, justo debajo de Humphrey Bogart.

– Ha sido divertido -comento Bram.

Ella apreto los punos en su regazo.

– No puedo creer que cuestionaras su honestidad de esa manera. Tu, el autentico rey de la mala administracion financiera. La forma en que mi padre maneja mi dinero es asunto mio, no tuyo.

– Si no tiene nada que ocultar, no le importara ensenarme los libros.

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