oleaje lamia la orilla. La fria arena se filtro entre los dedos de los pies de Georgie. Lo unico que le faltaba era el hombre correcto. Se acordo del fragmento de conversacion que habia oido mantener a Bram con aquella misteriosa Caitlin y se pregunto cuanto tardaria en verse involucrada en otro escandalo relacionado con otra mujer.
Conforme se acercaban a la orilla, Bram aminoro el paso. Un rayo de luna infundio un tono plateado a sus pestanas.
– Tienes razon, Scooter -dijo Bram-. La noche del yate me comporte como un gilipollas y te pido perdon.
Ella nunca le habia oido disculparse por nada, pero guardaba en su interior demasiado dolor y verguenza para que unas pocas palabras produjeran algun cambio.
– Disculpa no aceptada.
– Esta bien.
Georgie espero unos minutos.
– ?Eso es todo?
El introdujo las manos en los bolsillos.
– No se que mas decir. Sucedio y no me siento orgulloso de ello.
– Querias aliviarte -declaro ella con amargura-, y alli estaba yo, convenientemente situada delante de ti.
– Espera. -A diferencia de Georgie, el no llevaba puesto ningun jersey y la brisa marina pego la camiseta a su pecho-. Podria haberme aliviado con cualquiera de las mujeres que habia en el yate aquella noche. Y no estoy siendo arrogante. Simplemente, es la verdad.
Una ola salpico los tobillos de Georgie.
– Pero no lo hiciste con ninguna de ellas, sino que elegiste a la boba aqui presente.
– Tu no eras boba, solo inocente.
Georgie necesitaba preguntarle algo, pero no queria mirarlo a la cara, asi que se agacho para recogerse los vaqueros.
– ?Por que lo hiciste?
– ?Por que crees que lo hice? -Bram cogio una piedra de la playa y la arrojo al agua-. Queria ponerte en tu lugar. Hacerte bajar unos cuantos peldanos. Demostrarte que, aunque tu padre se asegurara de que figurabas la primera en el reparto y obtenias el mejor sueldo, yo podia someterte a mi voluntad.
Georgie se incorporo.
– ?Que amable!
– Tu lo has preguntado.
El hecho de que, por fin, se hubiera responsabilizado de su mal comportamiento le hizo sentirse un poco mejor. No tanto como para perdonarlo, pero si lo suficiente como para poder coexistir con el mientras estuvieran atrapados en aquella farsa de matrimonio. Reiniciaron el paseo.
– Hace anos que ocurrio. -Georgie rodeo una tortuga de arena que debian de haber hecho unos ninos-. No ha habido danos duraderos.
– Tu eras virgen. No me trague esa chorrada que me soltaste acerca de que te habias acostado con un hombre mayor.
– Era Hugh Grant -contesto ella.
– ?Que mas quisieras!
Georgie cogio un mechon de pelo que tenia suelto y se lo remetio detras de la oreja.
– Hugh me dijo que estuve sublime. ?No! Espera. Ese fue Colin Firth. Siempre confundo a los britanicos mayores con los que me he acostado.
– Es un problema comun.
Bram lanzo otra piedra al agua.
Georgie contemplo la unica estrella que brillaba en aquellos momentos en el cielo. El ano anterior, durante una fiesta en una playa, alguien le habia contado que no se trataba de una estrella, sino de la Estacion Espacial Internacional.
– ?Quien es ella?
– ?Quien?
– La mujer con la que hablabas en susurros por el movil esta manana.
– Tienes unas orejas muy grandes.
– Para pillarte enganandome.
– ?No te parece que es un poco pronto para que te engane? Aunque tienes que admitir que, de momento, la luna de miel ha sido un autentico desastre.
Georgie hundio los talones en la arena.
– Cuando se trata de vicios, nunca te subestimo.
– Veo que has espabilado.
– No era solo el sexo, Bram, sino todo. Tuviste la oportunidad de tu vida con
– Valore lo que me proporciono: coches, mujeres, alcohol, drogas… Tenia ropa de diseno gratis, una coleccion de Rolex, grandes casas donde podia vivir con mis colegas. Me lo pase de miedo.
– Ya me di cuenta.
– De pequeno me ensenaron que si tenias dinero, lo gastabas. Disfrute de cada segundo de aquella epoca.
Pero consiguio su placer a costa de muchas otras personas. Georgie se arremango el jersey.
– Mucha gente pago un alto precio por tu diversion. Los actores, el equipo…
– Si, bueno, ahi me has pillado.
– Tu tambien pagaste un precio.
– Pero no me oiras quejarme por ello.
– No, no te lo permitirias.
Bram levanto la cabeza.
– ?Mierda!
– ?Que…?
De repente la estrecho entre sus brazos y le dio un apasionado beso en la boca. Deslizo una mano por debajo de su camiseta hasta la parte baja de su espalda y, con la otra, la agarro por la cadera. Una ola llego hasta ellos y la espuma se arremolino entre sus tobillos. Un momento perfecto de pasion a la luz de la luna.
– ?Camaras!
Bram pronuncio la palabra junto a los labios de Georgie, como si ella no lo hubiera deducido por si misma.
Georgie le rodeo el cuello con los brazos e inclino la cabeza. ?De verdad creian que podrian gozar de un poco de intimidad aunque estuvieran en una playa supuestamente privada? Los chacales siempre encontraban una forma de acceder a aquellos lugares. Georgie se pregunto que podian captar las imagenes. Todo.
Su beso se volvio mas intenso. Mas profundo. Los pechos de Georgie se aplastaron contra el torso masculino y ella sintio un cosquilleo en los pezones. Y tambien percibio que el miembro de Bram se endurecia.
El deslizo el pulgar por el trasero de Georgie e introdujo el muslo entre sus piernas.
– Ahora te voy a manosear por arriba.
Su mano se deslizo por encima de las costillas hasta el pecho. La mano que ningun fotografo podia ver. La acaricio a traves del sujetador y una indecente oleada de excitacion recorrio el cuerpo de Georgie. ?Hacia tanto tiempo! Y aquello era seguro, porque era falso y porque solo llegaria hasta donde ella lo permitiera.
Los dedos de Bram siguieron el contorno abultado de los pechos de Georgie por encima de las cazoletas del sujetador y el le susurro junto a los labios:
– Cuando dejemos de jugar, te follare tan fuerte y profundo que no querras que acabe nunca.
Sus rudas palabras enviaron una oleada de calor por el cuerpo de Georgie y ella no se sintio nada culpable. No los unia una relacion personal. Aquello era puramente fisico. Bram podia ser un prostituto al que ella hubiera contratado para pasar la noche.
Sin embargo, los prostitutos regresaban a sus casas cuando terminaban el trabajo, asi que Georgie se separo a desgana de aquellos brazos musculosos.