cuerpo despidiendo rabia contenida, orgullo desbordante y determinacion inquebrantable. La camara temblo y se oyo la voz de Chaz:

– ?Mierda, Georgie, ha sido…!

La pantalla se volvio negra.

Bram miro a Georgie, que estaba de pie frente a el, en el patio encalado, con el pelo recogido en un nudo sudoroso y despeinado, con la cara sin maquillar y la toalla de playa colgando de su mano, y durante un instante creyo que eran los ojos frios y calculadores de Helene los que le devolvian la mirada: decididos, cinicos, astutos. El se encargaria de solucionarlo.

– Esta manana he despertado a Hank y le he hecho ver la prueba incluso antes de que tomara el cafe.

– ?Ah, si?

– Se ha quedado alucinado. Igual que yo. Ninguna de las actrices a las que hemos visto ha conseguido lo que tu, la complejidad, el talante sombrio…

– Soy una actriz. Eso es lo que hago.

– Tu actuacion ha sido electrizante.

– Gracias.

La reserva de Georgie estaba empezando a sacarlo de sus casillas. Bram esperaba que se jactara y le dijera que ya se lo habia dicho, pero como Georgie no reacciono de esa manera, el volvio a intentarlo.

– Has lanzado a Scooter Brown al olvido.

– Esa era mi intencion.

Georgie todavia no parecia haber captado su mensaje, asi que Bram se lo concreto:

– El papel es tuyo.

En lugar de lanzarse a sus brazos, ella se dio la vuelta.

– Tengo que ducharme. Ponte comodo mientras me visto.

Capitulo 25

Georgie se encerro en el lavabo y dejo que el agua resbalara por su cuerpo. Su buen nombre habia sido reivindicado, pero eso no significaba nada para ella. Georgie ya sabia lo buena que era. ?Menuda ironia! La unica aprobacion que realmente necesitaba era la suya propia. ?Vaya leccion de crecimiento personal!

Se puso los mismos pantalones cortos y blancos y la misma camiseta azul marino que habia llevado por la manana y se paso el peine por el pelo humedo. Habia llegado la hora de encararse a Bram con toda la verdad que fuera capaz de revelarle, pero no podia hacerlo ella sola. Necesitaba la ayuda de su fiel companera.

El pequeno y fresco salon tenia las paredes encaladas, el suelo embaldosado y sillas de mimbre oscuro con unos bonitos cojines azules. Todas las mananas, Georgie abria las vidrieras correderas para que el patio se convirtiera en una extension del interior permitiendo que, de vez en cuando, una lagartija entrara en la casa, pero a ella no le importaba. Habia leido que algunas especies de lagartijas eran partenogeneticas, lo que significaba que las hembras podian reproducirse sin tener que aparearse. ?Ojala ella pudiera hacer lo mismo!

Bram habia encontrado una jarra de te helado en la nevera y estaba sentado con los pies apoyados en la mesa auxiliar y un vaso verde de base gruesa en equilibrio sobre su muslo. Oyo los pasos de Georgie en las frescas baldosas de terracota, pero no dirigio la mirada hacia ella.

– No pareces tan contenta respecto a lo del papel como yo esperaba.

– Por lo visto, solo tenia que demostrarme algo a mi misma -declaro con alegria Scooter, la fiel companera de Georgie-. ?Quien lo habria dicho?

– Esta es la oportunidad que estabas esperando.

– Si, pero…

Como titubeaba, Bram se dio la vuelta para mirarla. Georgie levanto una mano.

– Tengo algo que decirte. No te hara feliz, pero a mi tampoco me lo hace. Me diras de todo, y no te lo reprochare.

Bram se levanto del sofa y se acerco a Georgie con el mismo recelo que emplearia si fuera una maleta abandonada en un aeropuerto.

– No te quedaras en casa de Trev. Lo digo en serio, Georgie. ?Yo he cumplido todos los pactos de este estupido matrimonio, asi que tu tambien puedes hacerlo!

– Tu no los has cumplido porque seas honrado, sino por razones egoistas.

– Es igual -contesto el-. Yo he cumplido mi parte y tu tienes que cumplir la tuya, o no eres la mujer que creia que eras.

– En principio, estoy de acuerdo, pero… -Georgie no era una persona superficial y habia llegado la hora de soltar la verdad-. Pondre las cartas sobre la mesa, Skipper. -Enderezo una revista que habia en un extremo de la mesa-. Siento que estoy empezando a enamorarme de ti otra vez.

– ?Y un cuerno!

Bram ni siquiera parpadeo. Georgie continuo:

– Es ridiculo, ?no? Humillante. Embarazoso… Por suerte, la cosa no ha avanzado mucho, pero ya me conoces, siempre decidida a dispararme a la menor oportunidad. Pero esta vez, no. Esta vez voy a acabar con esta estupidez incluso antes de que empiece.

– Tu no te estas enamorando de mi.

– A mi tambien me cuesta creerlo. Afortunadamente, solo es el principio. -Sacudio el dedo hacia Bram-. Es tu cuerpo. Tu cara. Y tu pelo… Estas buenisimo y, lamento decirlo, yo soy tan sensible como cualquier mujer.

– Ya lo capto. Se trata de una cuestion de sexo. Basicamente, eres una mujer chapada a la antigua que necesita creer que esta enamorada para disfrutar del sexo.

– ?Dios mio, creo que tienes razon!

Bram parpadeo y, unos segundos demasiado tarde, se dio cuenta de que ella lo habia acorralado.

– Lo que quiero decir es que…

– Tienes toda la razon -contesto ella con enfasis-. Gracias. Ya no mas sexo entre nosotros.

– ?No me referia a eso!

– La alternativa es que vuelva a tu casa y me enamore por completo de ti. Seguro que los dos somos conscientes de como podria acabar eso: escenas violentas en las que yo lloraria y suplicaria… Tu sintiendote como una mierda… Conociendome, seguro que dejaria de tomar los anticonceptivos a escondidas. ?Captas la idea?

– No puedo creerlo. -Bram se meso el pelo-. No eres tan estupida. Lo nuestro no es amor, es sexo. Me conoces demasiado bien para enamorarte de mi.

– Eso creia yo.

– Tu, por encima de todos los demas, sabes lo imbecil, egoista y mujeriego que soy.

– Me odio a mi misma por esto. De verdad.

– Georgie, no lo hagas.

– ?Que puedo decir? De todos los lios en que nos he metido este es el peor. -Bram no respondio y Georgie se humedecio los labios-. Curioso, ?no?

– No es nada extrano. Eres tu siendo tu misma. Eres demasiado emocional. Utiliza la cabeza. Los dos sabemos que te mereces a alguien mejor que yo.

– Por fin estamos de acuerdo en algo.

Ella lo dijo esperando aliviar la tension que habia entre los dos, pero el ceno fruncido de Bram se acentuo.

– Aquella estupida conversacion que mantuvimos sobre si yo estaba enamorado… Crei que estabas preocupada por mis sentimientos, pero solo me estabas tanteando.

– Por favor, no me lo recuerdes. Seguro que eres consciente de cuanto me cuesta tragarme el orgullo y admitir que estoy cayendo en esa vieja trampa.

– Es algo temporal. Estabas necesitada de sexo y yo soy un amante jodidamente bueno.

– ?Y si es algo mas que eso?

– No lo es. Piensa que ultimamente he estado sacando casi lo mejor de mi. Ahora veo que he cometido un error. Recoge tus cosas y olvidalo. Te garantizo que no volvera a ocurrir.

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