El personal comenzaba a tener esperanzas y Faith se sentia tan bien, que ni siquiera echaba de menos el chocolate.
El sabado, la clinica estaba llena y muchos pacientes pedian que los atendiera el doctor Walker.
Parecia que realmente era su salvador. De pronto, Faith podia ver la luz al final del tunel e imaginaba el dia en que dejarian de estar en numeros rojos.
Tenia esperanzas desde principios de semana y, mientras se acercaba desde su pequeno apartamento a la sala de personal, no pudo evitar sonreir.
Shelby, Guy y Catherine, su herborista, estaban sentados en una mesa comiendo magdalenas y hablando sobre cual de las flores salvajes que habia en el centro de la mesa, proporcionaba mayor efecto relajante.
Faith se unio a ellos, pero antes de que pudiera comerse el primer mordisco de magdalena, Luke abrio la puerta trasera.
Shelby, Guy y Cat miraron a Faith. Ella sonrio.
– Buenos dias, doctor Walker.
Parecia mas descansado que el sabado anterior. Asintio con frialdad y dijo:
– ?Cual es el plan de trabajo para hoy?
De acuerdo, no era el tipo de hombre que le gustara hablar de banalidades.
Y seguramente, ese dia preferiria estar haciendo cualquier otra cosa.
– Toma -Shelby le entrego una copia del plan de trabajo del dia y miro el reloj-. Uy, tengo que darme prisa - con disimulo, codeo a Cat y a Guy para que dejaran a Faith y a Luke a solas.
Ellos se levantaron con gran aspaviento.
– Que sutileza -dijo Luke cuando salieron todos.
– No se lo digas, creen que lo han conseguido.
Luke se apoyo en el mostrador. Estaba muy atractivo con los pantalones oscuros y la camisa arremangada.
– Entonces, ?que? ?Vas a despedirme?
Ella solto una carcajada.
– ?Por que iba a hacerlo?
– Porque la semana pasada discrepamos en todo menos en respirar.
Ella lo miro a los ojos y se sorprendio al ver su vulnerabilidad.
– No discrepamos en la pasion que tenemos por curar a la gente.
– No es mucho… -la miro durante un largo instante.
– De hecho, no esperaba que vinieras.
– Te prometi tres meses.
– El hospital lo prometio.
– Es lo mismo. No incumplo mi palabra.
– ?Aunque sea por algo que va contra tus principios?
– Estas curando a gente. Yo me dedico a lo mismo. Lo que hago es mi vida se encogio de hombros-. Estare hasta el final.
Faith siempre habia sentido debilidad por los hombres que consideraban que su trabajo era su vida. Nunca habria imaginado que el doctor Luke fuera de esa manera, y deseaba no haberse enterado. No tenia tiempo para aquello, fuera lo que fuera lo que la hacia estremecer cuando el la miraba.
– Hmm… tenemos pacientes que atender.
– Asi que empezamos de nuevo.
– Empezamos de nuevo -convino ella.
– Entonces, que tengas un buen dia.
– Y tu -lo siguio hasta el pasillo y observo como se ponia la bata.
– Emma Connelly -dijo el, mirando el primer informe.
– Ah, es mi paciente -Faith agarro los papeles-. Esta manana empiezas con los pacientes que no tienen que pedir cita. Primero la habitacion numero seis. Te espera un hombre que sufre de alergias y…
– Ahi dice que Emma Connelly es enferma terminal. Cancer de ovarios.
– Si -Faith apreto el informe contra su pecho. Conocia a Emma desde hacia cuatro anos y la habia visto luchar contra el cancer. No le quedaba mucho tiempo de vida, y Healing Waters trataba de hacer que sus dias fueran lo mas agradables posible-. La aromaterapia es lo unico que le alivia el dolor de cabeza. Ha dejado la medicacion, la hacia sentirse tan mal que no la permitia funcionar. Guy le hace masajes para relajarle la musculatura. El dolor es tan intenso que…
– Hay medicamentos que pueden ayudarla -se callo al ver la expresion del rostro de Faith-. Ya. «Callate, Luke»
– Lo ha probado todo. Esta al final -dijo ella-. Lo unico que quiere es comodidad. Eso es lo que le proporcionamos aqui, es lo unico que podemos darle.
– Bien.
Faith pensaba que la conversacion habia terminado, asi que se sorprendio al ver que el la seguia hasta la habitacion. Le presento a Emma y ambos comenzaron a hablar enseguida.
Faith observo como Luke camelaba a Emma para que le contara su historia medica. Todo ello, de manera relajada.
Y Emma sonreia, a pesar de que negaba con la cabeza cuando Luke trataba de convencerla sobre los metodos convencionales para aliviar el dolor.
Ella queria continuar con el tratamiento que mejor le habia funcionado hasta el momento, con lo que la calmaba en lo que eran los ultimos dias de su vida. Y Faith tuvo que reconocer que Luke se comporto de la manera correcta. No expreso decepcion o rabia al ver que Emma no iba a seguir sus consejos, simplemente, se lo tomo con calma y se dirigio a ver a otros pacientes mientras Faith continuaba con Emma.
Mas tarde, ambos se cruzaron en el pasillo.
– ?Por que lo hiciste? -pregunto ella.
Junto a la pared habia una de las fuentes pequenas que decoraban la clinica. Luke se acerco para verla mejor.
– ?El que?
– Con Emma. Intentar convencerla de lo bueno de la medicina convencional cuando yo te habia dicho que no estaba interesada.
El la miro un instante, como para medir sus palabras. Ella se preguntaba si pretendia ser politicamente correcto para que no le endurecieran el castigo.
– Saber es poder -dijo sin mas-. Y queria asegurarme de que comprendia todas las posibilidades.
Cuando Faith abrio la boca para contarle que Emma ya habia probado todos los tratamientos posibles, Luke le cubrio los labios con un dedo.
Al instante, ella se quedo de piedra, invadida por sensaciones que nada tenian que ver con la ira.
Calor procedente de su dedo. Un nudo en el estomago. Temblor de piernas.
– Vamos a tener que estar de acuerdo en discrepar sobre esto -dijo el-. Es mas, vamos a tener que estar de acuerdo en discrepar sobre todo -solto una carcajada-. Lo sabes, ?verdad, Faith?
Lo que ella sabia era que el habia mencionado su nombre con un tono dulce, y que, al oirlo, el momento le habia parecido muy intimo.
Despues, el se volvio y se dirigio a donde pasaria la mayor parte del dia, trabajando con los pacientes que no necesitaban cita.
Ella lo observo marchar, sorprendida por la mezcla de sensaciones que le habia provocado.
Se habia preguntado como iba a arreglarselas el para sobrellevar los dias de trabajo que le quedaban en la clinica, pero al verlo alejarse, se pregunto… «?Como voy a arreglarmelas yo?».
Varias horas mas tarde, una conocida sensacion de mareo le recordo a Faith que no era invencible. Que estaba un poco cansada y que tenia muchas posibilidades de ponerse enferma. Pero no podia permitir que el virus la afectara en esos momentos. Paro en la sala de personal y saco el sandwich de pavo que se habia preparado para la comida. A pesar de que su estomago le pedia un dulce despues del sandwich, lo ignoro. Era una profesional del area de la salud y comeria como uno de ellos. Aunque eso acabara con ella.
