– ?En ingles? ?Como quieres que hable en ingles? La maldita ventana de tu salon estaba abierta y parecia que iba a llover, asi que tuve que subirme a… -tomo aire-. No me aprietes, ?idiota!

Luke la rodeo con un brazo y la llevo dentro.

– Deja que te mire la mano.

– Deberias haber impedido que esa ventana se abriera -dijo Carmen-. ?Vaya sorpresa, eh? ?Un celebre doctor que no es capaz ni de clavar un clavo? El viento comenzo a meter porqueria…

– Carmen…

– Y, maldito seas, me he pasado la tarde limpiando…

– Callate. Carmen, esta es Faith McDowell. Faith, Carmen.

– Me alegro de volver a verla. Ya no voy a tocar las ventanas nunca mas, desagradecido -dijo Carmen, y tras su enfado, Faith oyo verdadero dolor.

– Si soy tan desagradecido, ?por que viniste a buscarme en lugar de ir a urgencias?

– Porque son unos sinverguenzas.

Sin dejar de sujetar a Carmen, Luke miro a Faith.

– Necesita puntos.

– ?Puntos? Ah, eso explica por que estoy viendo las estrellas… -Carmen se cubrio la boca con la mano y puso los ojos en blanco.

– Perfecto -dijo Luke al ver que se habia desmayado, y la tomo en brazos-. Pasa antes de que me caiga por el peso de esta mujer.

Humor. Faith no imaginaba que tuviera sentido del humor. Se adelanto para encender las luces de la sala de curas.

Durante la siguiente hora, mientras Luke cosia la mano de Carmen, le mostro a Faith que tenia mucho sentido del humor cuando hablaba de la fobia que sentia Carmen hacia las curas medicas, pero siempre con mucho carino y ternura.

– Sube la mano -le dijo ella a Carmen al mismo tiempo que Luke.

El la miro.

– Tambien voy a mandarle analgesicos. ?Quieres que lo digamos a la vez?

– No estoy en contra de los analgesicos -dijo ella, y el se rio.

– ?Uf! Que se detenga el mundo. Otra vez estamos de acuerdo -con las manos en las caderas, se volvio hacia Carmen y suspiro-. Supongo que necesitas que te llevemos a casa.

– Si, vine en taxi.

Cuando Luke la llevo hasta la puerta, se detuvo para mirar a Faith.

– Gracias por permitir que la curara aqui fuera del horario. Pasame la factura. Voy a llevarla a mi coche - estaba cargando todo el pese-. Si no, me partire la espalda.

Carmen utilizo la mano buena para darle un golpe suave en la cabeza.

– ?Lo ves? -dijo el con una sonrisa-. Ya te sientes mejor.

Faith les sujeto la puerta.

– Bueno, hasta el proximo sabado.

El la miro por encima de la cabeza de Carmen. De pronto, ya no habia humor en su mirada y Faith se abrazo a si misma. El iba a decirle que no pensaba volver.

Lo que tampoco estaba tan mal. Al fin y al cabo, no se llevaban bien. Pero tampoco tan mal.

– Hasta la proxima semana -dijo el, y se marcho dejandola en la oscuridad de la noche preguntandose si se sentia aliviada… o aterrorizada.

El lunes por la manana, Leo llamo a Luke para que fuera a verlo al despacho del hospital.

– Buenas noticias -dijo su amigo-. Faith McDowell te ha recomendado de maravilla. Has debido causarle una gran impresion estas dos semanas, con todas esas terapias aromaticas y toques energeticos.

– Si, riete. No eres tu el que tiene que sacrificar los sabados durante dos meses y medio mas.

– Tu tampoco.

– ?Que?

Leo arqueo una ceja.

– Te ha perdonado. Dijo que estaba impresionada con tu capacidad para aprender metodos alternativos de cura.

Luke solto una carcajada.

– No tienes que terminar tu trabajo en la clinica -Faith le habia perdonado sus deberes. Aquello era lo ultimo que Luke habia esperado. Esperaba llenarse de jubilo, de satisfaccion-. Pense que darias saltos de alegria al oir la noticia.

– Si -Luke se acerco a la ventana. Daria saltos de alegria si el alma no se le hubiera caido a los pies-. Leo…

En ese mismo instante, sono el buscapersonas de Leo.

– Lo siento, tengo que irme.

Si. Y Luke tambien. La sala de urgencias estaba llena y habia poco personal. Durante el resto del dia, extirpo dos bazos, opero una cadera rota, cosio a un motorista… y no dejo de pensar en Healing Waters. Faith.

?Por que lo habia echado? Habia dicho que lo necesitaba. Que necesitaba su apoyo. Necesitaba sus servicios gratuitos. Lo necesitaba a el.

Luke no podia asumirlo, y por eso paso por la clinica despues del trabajo en lugar de irse a casa. No tenia nada, pero nada que ver con ver a Faith otra vez.

No contesto nadie cuando llamo a la puerta, pero era normal, porque la clinica cerraba los lunes. Rodeo el edificio y subio por las escaleras. En el porche habia un columpio de madera que parecia muy comodo. La puerta trasera de la casa tenia una gran ventana que permitia mirar la cocina iluminada desde fuera.

Y lo que vio hizo que se le detuviera el corazon.

Faith estaba tirada en el suelo.

Capitulo 5

Luke trato de abrir la puerta de Faith y la encontro cerrada. Dio un paso atras y le dio una patada. La puerta cedio con facilidad.

Ella ni se movio. Estaba apoyada contra un mueble, tenia la cabeza agachada y los brazos alrededor de las rodillas flexionadas.

Luke se arrodillo junto a ella.

– Faith.

Despacio, como si le doliera moverse, levanto la cabeza. Estaba muy palida, y cuando Luke le sujeto la barbilla con manos temblorosas, se dio cuenta de que estaba empapada en sudor.

– No me toques -dijo ella-. Estoy enferma.

El le acaricio un mechon.

– ?Gripe? -coloco la mano en su frente.

– Siempre me pasa cuando me abandono. Es un virus que tengo hace tiempo y llevo dos semanas notando que me iba a suceder. Estoy temblando y mareada. Maldita sea.

El habria sonreido ante su tono petulante si no hubiera tenido el corazon en un puno.

– No tienes fiebre.

– ?Y?

– ?Cuando has comido por ultima vez?

Faith fruncio el ceno y trato de levantarse, pero el la agarro por la cintura para que no se moviera.

Ella lo miro.

– Quedate ahi -se puso en pie y saco un carton de zumo de naranja de la nevera-. Bebe.

– ?Del carton? -pregunto ella.

– Unos sorbitos.

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