– Preferiria un poco de te. Por casualidad ?no sabras hacer te de Echinacea?
– ?Eh?
– Echinacea. Se utiliza para reforzar el sistema inmunologico, y como antibiotico -Luke la miro-. Oh, no te preocupes -apoyo la cabeza en el mueble y bebio un poco de zumo.
El observo que una gota de zumo le caia por la mejilla, llegaba hasta la barbilla y caia sobre su pecho. Por algun inapropiado motivo, se le hizo la boca agua. Trago saliva y le pregunto.
– ?Todavia estas mareada?
– Si.
– Manten los ojos abiertos. Te ayudara -ella lo fulmino con la mirada y el se encogio de hombros-. Eh, soy medico… -la observo beber otro trago de zumo y vio como recuperaba el color de las mejillas. Satisfecho, suspiro-. Muy bien.
– Lo siento. Ahora puedes dejarme un poco de espacio -era evidente que ella no queria tenerlo tan cerca, asi que dio un paso atras. Mejor. Mucho mejor. Era una lastima que Luke no pudiera olvidar el tacto de su cuerpo, y dudaba que consiguiera olvidarlo pronto-. ?Has roto la puerta?
– Ha sido muy facil. ?Cielos! Faith, cualquiera podria haber entrado.
– Bueno, he tenido suerte de que nadie haya querido entrar, excepto tu -se puso en pie tambaleandose y se retiro el cabello de la cara-. Estoy un poco mejor -lo miro-. ?A que has venido?
– Yo… -pestaneo. ?Para que habia ido? Contemplo sus ojos verdes y trato de recordar-. Dijiste en el hospital que ya no me necesitabas.
Ella solto una carcajada.
– ?Y eso te ha molestado? Pense que estarias celebrandolo.
– ?Por que, Faith?
– ?Por que? ?Cielos, Luke! -se froto la cara con las manos. Parecia tan cansada, que el tuvo que esforzarse para no acercarse mas y sujetarla-. Mira, no estoy para esto -se acerco a la puerta abierta y espero a que el obedeciera la indirecta.
– Vaya, supongo que hemos terminado de hablar.
– Asi es.
– ?Siempre te pones de mal humor cuando no comes?
– Te lo he dicho, tengo un vi…
– Virus -dijo el al mismo tiempo que ella. Se acerco a la puerta y la cerro. Se acerco a Faith y, al tocarla, sintio que se le aceleraba el pulso. A ella tambien-. ?Es cierto que no te encuentras bien o ha sido el shock de la atraccion que sientes cuando te toco?
Ella tenso los labios y permanecio en silencio.
– Si -dijo el-. Lo suponia.
– Eres el hombre mas engreido que he conocido en mi vida.
– ?Engreido? -solto una carcajada-. Faith, te he tocado sin ninguna connotacion sexual y me he estremecido de pies a cabeza. ?Es engreido admitir que eso me aterra?
Ella se mordio el labio inferior.
– De acuerdo, quiza yo tambien lo he sentido. Un poquito.
– Un poquito -repitio el, y le acaricio la barbilla-. ?Que vamos a hacer al respecto?
– Nada. Nada de nada. Estoy demasiado ocupada, y tu… tu has regresado a tu vida de antes, doctor Universo. Gracias por la ayuda prestada los dos fines de semana anteriores, pero ya no necesitamos tus servicios.
– Bien. De acuerdo -se puso tenso-. ?De veras te sientes mejor?
– Claro.
– ?Cuando has comido por ultima vez?
– Almorce una buena ensalada de pasta y un aperitivo de zanahoria…
– ?Y no has cenado nada?
– A la hora de la cena estaba enferma. No me apetecia comer nada.
– ?Sabes que? Necesitas a alguien que te cuide.
– Llevo mucho tiempo sola. Desde siempre. Soy mi unica cuidadora.
– Pues haz mejor trabajo, maldita sea. ?Donde esta tu familia?
– En Africa. Son misioneros. Y antes de que me lo preguntes, tengo una hermana, pero esta en Europa. Trabaja como matrona ambulante.
Asi que ella estaba tan sola como el.
– Estan tan dedicados a su profesion como tu.
– Mas. Ellos entregan todo lo que tienen al trabajo, por encima de todo lo demas. Al menos, yo me las arreglo para tener vida propia.
– ?En serio? ?Cuando?
Ella miro a otro lado.
– A veces.
A Luke no le gusto la tristeza que vio en su mirada, ni saber que sus padres le habian dado prioridad al trabajo y no a los hijos, igual que habian hecho los suyos.
– Asi que estas completamente sola -como el estaba. Maldita sea. ?Por que habia iniciado esa conversacion?
– Tengo la clinica.
– Dime por que me has liberado de mis deberes.
– Eres un hombre inteligente -susurro ella, y dio un paso atras para alejarse de su roce-. Imaginatelo.
– Pero…
– Buenas noches, Luke -le dio un empujoncito y lo echo de la casa.
La puerta se cerro tras el, pero cuando se volvio, vio que habia un espacio entre la madera y la jamba.
– Pon una silla detras del pomo -dijo el-. Y te mandare a alguien para que lo arregle manana.
– Buenas noches, Luke.
– Una silla -repitio el, y se quedo alli de pie hasta oir que lo habia obedecido. Despues, se marcho a casa.
«Eres un hombre inteligente. Imaginatelo».
Pero no lo hizo. No hasta muchas horas despues, durante las que estuvo dando vueltas en la cama, observando la sombra de la luna en el techo.
Finalmente, cuando comenzo a salir el sol, lo comprendio todo. Ella lo habia echado por el mismo motivo por el que el tenia miedo de regresar.
Era evidente que entre ellos habia algo que ninguno podia ignorar.
El la necesitaba.
El, Luke Walker, que siempre hacia todo lo posible para no necesitar a nadie, la necesitaba.
Tras unas noches sin dormir, Luke se sento frente al televisor sin saber lo que le sucedia. Le dolia la cabeza y no dejaba de pensar en todo lo que habia pasado en el hospital durante la semana, y en la boda de su hermano, que iba a celebrarse en el verano.
El seria el padrino de Matt, lo que estaba bien, a pesar de que todavia dudaba de que su hermano quisiera acostarse con la misma mujer durante el resto de su vida.
Necesitaba ibuprofeno, pero no tenia. Un doctor que no podia curar su propio dolor de cabeza. Que tristeza.
Al dia siguiente era sabado. Un dia que debia haber dedicado a una pelirroja, bella y con caracter que se llamaba Faith McDowell.
Pero ella lo habia liberado.
Algo que deberia haber provocado que diera saltos de alegria. Y de haber sido asi, no le doleria la cabeza como si le fuera a estallar.
Al oir que llamaban a su puerta, apago el televisor. Quiza si permanecia en silencio, fuera quien fuera, se marcharia.
Cuando llamaron de nuevo y con insistencia, se levanto. La ultima persona que esperaba estaba alli, vestida con un traje de flores y unas sandalias.
