Nyssa Wyndham.

– Pobre senora -suspiro la duquesa de Richmond negando con la cabeza cuando la reina hubo abandonado el salon-. ?No entiende nada! Es una lastima que el rey no la quiera. ?Que va a ser de ella? No puede acusarla de adulterio ni alegar consanguinidad, como hizo con Ana Bolena y Catalina de Aragon.

– Seguramente se anulara el matrimonio -repuso la marquesa de Dorset.

Nyssa cerro la puerta de la habitacion y se volvio hacia la reina, cuyo rostro estaba contorsionado en una mueca extrana.

– No hagais caso de esas chismosas, majestad -trato de consolarla Nyssa creyendo que la reina estaba a punto de llorar. Como toda respuesta, lady Ana estallo en ruidosas carcajadas.

– Foy a contarte un secreto, Nyssa -dijo cuando recupero la compostura-. Si no puedes esconder una secreto di mi ahora. Las otras no son amigas. Unas se creen muy importantes y otras son todafia unas ninas. Necesito una amiga. -Ja, Nyssa, hasta una reina necesita amigas! Hans es buen chico, pero es crio. En cambio tu…

– Estoy orgullosa de serviros, majestad -contesto Nyssa arrodillandose a los pies de la reina, que se habia sentado junto a la chimenea-. Prometo guardaros el secreto y sera un honor para mi ser amiga de su majestad.

– No sere reina durante muy tiempo -suspiro lady Ana.

– ?No digais eso, senora!

– Escucha mi, Nyssa Wyndham. Yo no gusto a Hendrick Tudor. Lo se desde la primera dia. El rey no haber casado mi si encontraba una excusa por no hacerlo. El noche de bodas hacemos un pacto: no consumamos el matrimonio porque el dice que no le gusto y yo acepto el divorcio. Hoy la cotilla lady Edgecombe sabe lo que queria.

– ?Pero vos habeis dicho que su majestad es un marido bueno y carinoso! -exclamo Nyssa.

– Hendrick no quiere mi por esposa, sino por amiga. Todos los noches jugamos a cartas en nuestra habitacion. Siempre gano porque el pobre Hendrick no es muy listo. Me pregunto por que le tienen miedo.

– ?Enrique Tudor es un hombre peligroso! -aseguro Nyssa-. Es amable y bueno con vos porque os doblegais a sus deseos y aceptais su voluntad, pero cuando se le contradice se convierte en una bestia salvaje. Debeis tener mucho cuidado.

– Vuestra madre fue su amante, ?verdad?

– Ocurrio antes de que el rey se casara con Ana Bo-lena y solo duro unos meses -contesto Nyssa-. Mama acababa de enviudar y mi tia, la condesa de Mar-wood, la trajo a palacio para que se distrajera. El rey se encapricho de ella desde el principio pero mama se escondio detras del luto. Le tenia mucho miedo y nunca habia estado con otro hombre que no fuera mi padre. Enrique Tudor aseguro a mi madre que antes del dia uno de mayo seria suya y ella quiso escapar pero vuestro esposo amenazo con separarla de mi si lo hacia.

– Asi que mi Hendrick tambien puede ser un hombre desagradable y despiadado -murmuro la reina.

– Asi es, senora.

– ?Y tu madre fue el amante de Hendrick Tudor antes del dia un de mayo?

– Si. Llego a quererle y a entenderse con el bastante bien, pero todo cambio cuando Ana Bolena llego a la corte. El rey arreglo el matrimonio de mi madre con mi padrastro y dejo el campo libre para poder casarse con la primera lady Ana. Mi padrastro era el heredero de mi padre y estaba enamorado de mi madre desde hacia muchos anos, aunque nunca se habia atrevido a decirselo por respeto a mi padre. Se casaron en la capilla del rey y se trasladaron a vivir a Riveredge, nuestro hogar. El rey siempre ha tenido a mama por su subdita mas fiel y ha reclamado su presencia en la corte dos veces: para interceder por la reina Catalina y poco antes de la ejecucion de Ana Bolena. Desde entonces no ha vuelto mas.

– ?Como llama Hendrick a ella?

– Mi pequena campesina, o algo parecido -respondio Nyssa con una sonrisa.

– ?Tu eres campesina o prefieres el corte? El corte de mi hermano estaba muy aburrido. No cartas, no baile, no festidos bonitos.

– Nuestra corte es muy emocionante pero, como mi madre, prefiero el campo -contesto Nyssa-. Naturalmente, estoy orgullosa de serviros y mi tia espera que encuentre un marido entre los caballeros de buena familia.

– ?No has dejado prometido en Riveredge?

– No, senora. Mi familia esta muy decepcionada por ello. Acabo de cumplir diecisiete anos y no encuentro caballero que conquiste mi corazon -confeso-. Si es cierto que no sereis reina durante mucho tiempo me pregunto que sera de mi. ?Sabeis cuando piensa anular el rey vuestro matrimonio?

– Imaguino que sera antes de la primafera. Hendrick no es un hombre que sepa estar sin una muguer durante mucho tiempo. ?No has dado cuenta como brillan sus ojos? Sonrie a Ana Basset, a Cat Howard y a tu.

– ?A mi? -replico Nyssa, horrorizada-. ?El rey fue amante de mi madre! ?Podria ser mi padre!

– Tranquila, Nyssa -la tranquilizo la reina apoyando una mano en su hombro-. Hendrick tambien tiene edad por ser mi padre. Siento haber hecho caso a las habladurias de las damas. El rey quiere a ti porque queria a tu madre.

– Deber ser por eso -suspiro Nyssa, aliviada-. Estoy segura de que el rey simpatiza con todas las damas por igual.

Sin embargo, las inquietantes palabras de la reina le hicieron reflexionar. No se atrevia a revelar el contenido de aquella conversacion a su tia porque ello significaria traicionar la confianza de lady Ana, pero le preocupaba saber que seria de ella cuando se anulara el matrimonio de Enrique Tudor y Ana de Cleves. El rey no tardaria en buscar una nueva esposa que le diera hijos y, si no recordaba mal, ultimamente el monarca aprovechaba cualquier oportunidad para ensalzar las virtudes de las mujeres inglesas. De repente recordo que habia sorprendido a algunos consejeros del rey observando con disimulo su lealtad y su dedicacion para con la reina.

A principios de marzo el rey reunio a sus consejeros y les comunico la imposibilidad de consumar su matrimonio con lady Ana de Cleves. El consejo entendio que Enrique les pedia con tanta sutilidad como le era posible que buscaran una solucion al problema. El rey insinuo que habia habido un contrato de matrimonio entre su esposa y el hijo del duque de Lorena.

– Lo investigaremos, majestad -prometio Thomas Cromwell con tanta vehemencia que el duque de Norfolk estuvo a punto de estallar en carcajadas.

Enrique Tudor agradecio a sus consejeros su atencion y les dejo a solas para que debatieran. Todos se volvieron hacia el primer ministro.

– Ese contrato no existe -aseguro-. Antes de firmar el contrato en nombre del rey Enrique hablamos con el duque de Lorena, el hombre con quien estaba destinada a casarse nuestra reina cuando era una nina, y aseguro que nunca se firmo ningun documento comprometedor. Revolvio entre los papeles de su padre y consulto a su confesor y no encontro nada. El sacerdote revelo que una vez se hablo de comprometer a ambos herederos pero solo fue una conversacion y el proyecto se abandono poco tiempo despues. Esta no es excusa para disolver el matrimonio del rey.

– Se deshara de ella tanto si os gusta como si no, Crum -replico el duque de Norfolk-. Hace tanto tiempo que no pasa un buen rato en la cama que esta a punto de explotar. He oido decir que no puede apartar los ojos de las damas mas jovenes y bonitas de la corte. Nunca se acostara con su esposa y el pais necesita otro heredero.

– Estoy de acuerdo -asintio el obispo Gardiner.

– ?La reina parece una mujer tan bondadosa…! -intercedio el arzobispo de Canterbury-. No merece ser humillada y maltratada. ?Que pensara del pueblo de Inglaterra? Si no hay mas remedio que anular el matrimonio, que asi sea, pero seamos considerados con ella.

– ?Y si resulta una bruja como la espanola y se niega a cooperar? -replico el duque de Norfolk-. Despues de todo, su majestad tiene la culpa. ?No ha sido el quien ha proclamado a los cuatro vientos su imposibilidad de consumar el matrimonio? ?Y si se niega a colaborar? No tendremos mas remedio que… -anadio pasandose un dedo por el cuello.

– Thomas, Thomas… -le reprendio el arzobispo-. Lady Ana no se parece en nada a Catalina de Aragon: es razonable y condescendiente. Yo mismo me ofrezco para hablar con ella. ?Que proponeis, Crum? ?Pedir la anulacion?

– Es la unica solucion -contesto el primer ministro, resignado.

– Entonces debeis ser vos quien se lo proponga a su majestad. Con el permiso del rey, yo me ocupare de la

Вы читаете El Honor De Una Dama
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату