Varian tenia diez anos cuando nacio su tia Maria.
Cuando tenia quince anos, su tio Enrique habia seducido a la hija de unos granjeros. El furioso padre habia propinado una monumental paliza a la joven en un vano intento por averiguar el nombre de su amante pero la muchacha solo habia revelado que se trataba de «uno de los senores». Habia vuelto a ver a Enrique en secreto pero este, temeroso de su poderoso padre y avergonzado por tener que admitir su pecado delante de su madre, habia hecho oidos sordos a sus suplicas. Desesperada, la joven se habia colgado de una viga del granero de su padre y el escandalo se habia desatado entre los sirvientes del duque.
Thomas Howard se habia puesto furioso al enterarse de la verdad. A pesar de sus defectos, era un hombre justo y se enorgullecia de haber apoyado a su prima Bess cuando esta se habia encontrado en las mismas circunstancias, aun sabiendo que no podia casarse con ella porque estaba comprometido con otra mujer. Su hijo se habia comportado como un cobarde pero entonces habia aparecido su nieto ofreciendose a cargar con toda la culpa y a limpiar el nombre de la familia. Se olvido que el joven Varian de Winter se encontraba en casa de su padre el verano en que la hija del granjero fue seducida y se recordo de repente que la difunta madre del conde de March habia sido la hija bastarda del duque. Todos hablaban de su atractivo y las mujeres imaginaban en secreto que se convertian en sus amantes. Algunas lo hicieron y no solo disfrutaron con la experiencia sino que se lo contaron unas a otras. Las madres de buena familia empezaron a apartar a sus hijas de su lado y pronto adquirio una reputacion de seductor sin escrupulos.
Pero hacia tiempo que Varian de Winter deseaba casarse y formar una familia. Era el ultimo descendiente de la familia De Winter y debia tener hijos si queria perpetuar el apellido de su padre. Sin embargo, el escandalo le perseguia alla a donde fuera. Ningun padre de familia estaba dispuesto a entregar a su hija a un villano que habia abandonado a su amante embarazada.
Empezaba a pensar que no deberia haber sido tan generoso con su abuelo. Si Enrique se hubiera atrevido a confesar la verdad, se le habria perdonado su pequeno desliz y se habria culpado a su juventud e inexperiencia, pero Varian tenia veintiun anos cuando habia confesado ser el amante de la hija del granjero y todos habian convenido en que a esa edad un hombre debe aceptar sus responsabilidades, sobre todo un descendiente de la rama bastarda de los Norfolk. Incluso su abuelo estaba de acuerdo en que aquella no habia sido la mejor solucion. Ahora era demasiado tarde. Cuando se despertara al dia siguiente estaria casado por muy repulsivo y despreciable que le pareciera el metodo empleado por su abuelo para conseguirle una esposa. Suspiro resignado y llamo a su criado personal. El joven acudio a su llamada presuroso.
– ?Cuando fue la ultima vez que cambiaste las sabanas de mi cama, Toby? -pregunto el conde.
– ?Vamos a tener visitas esta noche, senor? -repuso el muchacho esbozando una sonrisa picara-. Dejadme pensar… por lo menos hace dos semanas. Teneis razon; ya es hora de cambiarlas. Estoy seguro de que la dama lo merece. Ire a pedir sabanas limpias al ama de llaves del duque.
– Antes de irte preparame el bano -pidio Varian de Winter.
– Debe tratarse de una dama muy especial -dijo Toby enarcando una ceja antes de abandonar la habitacion.
Tiene suerte de ser un simple criado, penso el conde March. El pobre no imagina lo dificil que resulta vivir en la corte cuando se es el nieto del duque de Norfolk. Habia dicho especial… Si, sin duda Nyssa Wynd-ham era una mujer muy especial. Ella tampoco imaginaba la trama que se tejia alrededor de su inocente persona. ?Dios mio!, suspiro. Espero que el rey tenga piedad de nosotros y no nos mande a morir a la Torre.
Su abuelo le habia dorado la pildora todo cuanto habia podido, pero ambos sabian que el rey era un hombre de caracter imprevisible. Si a Enrique Tudor se le habia metido en la cabeza que Nyssa debia ser la proxima reina de Inglaterra, pagarian con sus vidas. Ni siquiera su primita Catherine seria capaz de aplacar la ira del rey.
?Por que habia aceptado tomar parte en el plan de su abuelo? ?Por que no habia tratado de convencerle de que no valia la pena provocar a su majestad? ?Es que no habia aprendido nada del fracaso de Ana Bolena? Saltaba a la vista que no. Se las habia arreglado para conservar su puesto de tesorero mientras que el resto de los implicados en el escandalo lo habian perdido todo, incluso sus vidas. La mejor virtud y el peor defecto de Thomas Howard eran su amor infinito por el poder.
Varian de Winter sabia por que se habia comprometido a obedecer a su abuelo. Lo habia hecho por Nys-sa. La idea de que la metieran por la fuerza en la cama de otro hombre le revolvia el estomago, pero ?por que? Apenas la conocia pero la joven le habia robado el corazon. Tenia que admitirlo: se habia enamorado de ella. ?Como podia haberse enamorado de una mujer con quien apenas habia cruzado palabra? Y sin embargo, estaba decidido a enamorarla.
Aquella noche Nyssa, que no sospechaba la consternacion que estaba causando en la mente y el corazon de Varian de Winter, ceno con sus tios. No se la esperaba de vuelta en la corte hasta el anochecer, por lo que habia pasado el dia con su familia. El contrato de alquiler de la casa de Greenwich vencia a final de mes y se preguntaban si debian renovarlo.
– No me parece una buena idea -opino Nyssa-. Aunque se hace la tonta, hasta la reina sabe que su matrimonio esta a punto de ser anulado. Todavia no se sabe si el rey optara por una anulacion o un divorcio pero mi trabajo en la corte esta a punto de finalizar. Volved a casa, tia Bliss; yo me reunire con vosotros en cuanto su majestad se deshaga de lady Ana.
– ?Y si te elige como esposa? -repuso su tia, inquieta-. En palacio no se habla de otra cosa. Creo que no deberias quedarte sola.
– Sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con mi esposa -intervino Owen Fitzhugh.
– El rey tambien mira a Cat Howard con buenos ojos -replico Nyssa-. Su familia es mas importante que la mia. Ademas, recordad el comprometido puesto que ocupo mi madre mientras duro su estancia en la corte. ?Como va a hacer reina a la hija de una antigua amante?
– Maria Bolena tambien fue su amante y se caso con su hermana Ana -le recordo su tia-. Catalina de Aragon era la viuda de su difunto hermano y no tuvo reparos en casarse con ella. El rey comete los mismos errores una y otra vez y nunca aprende. Si realmente se ha encaprichado de ti, la relacion que tuvo con tu madre no sera suficiente para disuadirle.
– ?Ojala te equivoques, tia Bliss! -suspiro Nyssa-. ?Prefiero morir a casarme con ese hombre! ?Que diria mi madre? ?Se moriria del disgusto y mi padrastro tambien! Si no fuera porque lady Ana me necesita, volveria a casa hoy mismo.
– No te preocupes, Nyssa -la tranquilizo su tio-. Dire al propietario que prolongue el contrato hasta junio. Ni tu tendras que abandonar a lady Ana ni nosotros te abandonaremos a ti.
Nyssa regreso a palacio al anochecer. Aquella noche no debia celebrarse ninguna fiesta, por lo que se dirigio directamente al dormitorio de las damas. La reina se habia acostado muy temprano y las muchachas charlaban animadamente mientras jugaban a las cartas.
– Esta muy triste porque sabe que el rey culpa al viejo Cromwell del fracaso de su matrimonio -explico Bessie Fitzgerald-. ?Tiene un corazon de oro!
– Cromwell no podia durar mucho como primer ministro -reflexiono Kate Carey-. Tanto el como Wolsey proceden de familias poco importantes y, aunque ambos han sido leales al rey y han llegado muy alto, han sido presas faciles para conspiradores como el duque de Norfolk o el duque de Suffolk. Los hombres sin amigos influyentes estan condenados a caer en picado. ?Quien va a interceder por ellos?
– El rey deberia ser leal a aquellos que han trabajado duro por el -intervino Nyssa-. Es muy facil exi gir lealtad sin dar nada a cambio. Cromwell es un reptil, pero ha dedicado todos sus esfuerzos a hacer la vida mas agradable al rey. Quiza ese haya sido su error. Me da mucha pena.
– Al rey no le gusta que las personas de su confianza cometan errores -replico Cat Howard.
– Tengo ganas de que todo esto termine para irme a casa ^-suspiro Nyssa-. Echo de menos a mi familia y me muero de ganas de ver a mis padres. Como mi madre, soy una mujer de campo.
– Sospecho que el rey no te dejara escapar tan facilmente -rio Kate Carey.
– ?No digas eso! -protesto Nyssa.
– ?No te gustaria ser reina, Nyssa? -pregunto Cat Howard sonriendo astutamente-. ?A mi si! Me encantaria tener decenas de personas pendientes de todos mis caprichos y ver a todos aquellos que me despreciaban haciendo cualquier cosa por ganarse mi favor.
– Pues a mi no me gustaria -replico Nyssa-. Quiero casarme con el hombre de quien me enamore, vivir con el en las montanas y tener muchos hijos. Es evidente que no compartimos nuestros gustos, Cat.
– Sin embargo, todavia no has encontrado a tu principe azul -intervino Bessie Fitzgerald.