Se sentia como si la hubiera apunalado. El dolor solo disminuyo al constatar que en caso de que Ryden tuviese el menor conocimiento de quien era, nunca haria tal oferta. Sin embargo, ya no queria soportar tal humillacion.

– Lo unico que estoy sugiriendo es que tu y tu sucio dinero se alejen de mi. De hecho, no quiero verle nunca mas. Ah, hay una cosa mas: no me esperen a cenar esta noche!

– No me creas que soy tan tonto como mi hermano, que cree todo lo que dices. Se como funciona tu mente diabolica.

Jennifer no tenia ni idea de lo que Ryden podia pensar. Pero no le importaba, no tenia la intencion de averiguarlo.

– No me molesta, Sr. Ryden Kilbane – dijo con enojo. – No bajare a cenar, ?entendido!

– Una cosa es cierta que no va a hacer ninguna comida en este cuarto. Yo no dejaria que Noel fuese atrapado en esa trampa y permaneciera a solas contigo cuando viniese a preguntarte la razon de tu ausencia.

– Mi intencion no era esa.

– Por supuesto que no. Ni por un minuto has considerado la oportunidad de pasar unas horas agradables con el, aqui en este cuarto, ?verdad?

– Este es un absur… – De repente, Jennifer se dio cuenta de que este comportamiento no conduciria a nada y decidio cambiar de tactica. Cuando volvio a hablar, su voz adopto un tono dulce e insinuante. – Muy gracioso oir eso de ti. ?Como puedes culpar a Noel, sabiendo que si no fuera por mi rodilla habrias disfrutado tantas horas agradables en tu apartamento. ?Te acuerdas?

– Si no recuerdo mal, tu tambien lo querias…

– Es que yo no podia resistir tu encanto fatal – le replico con ironia.

– Con o sin encanto, querida – la ironia no solo pertenecia a Jennifer – tu querias mas, mucho mas…

Ahora, conscientes de los verdaderos sentimientos que tenia por el, tenia que admitir que Ryden tenia toda la razon. Sin embargo, no cedio su posicion. Tomo la defensiva y concluyo categoricamente:

– Yo no respondia por mi en ese momento.

– Y ahora respondes?

En realidad no sabia a ciencia cierta quien era. Incluso habiendo eliminado la posibilidad de que ella lo amaba, no parecia una explicacion suficiente para la persona en que se estaba transformando. No reconocia su manera de actuar o pensar.

Pero no le gusto la insinuacion desagradable y se sintio obligada a mostrarle, mientras se recuperaba del accidente, se volvio mas segura de si misma. Nunca mas vacilaria ni caeria en sus brazos como esa noche!

– Ahora es diferente. En su apartamento, me…

El resto de la frase quedo por decir. Las palabras que habia preparado murieron en sus labios cuando vio acercarse a Ryden. Cuando Jennifer leyo en los ojos grises, que habia renunciado a tratar de extraer la verdad por medio de palabras.

Con cuidado, Ryden le quito el baston de las manos y la abrazo.

Ella trago saliva, incapaz de protestar. Al ver su cara tan cerca, llego a la conclusion de que la arrogancia con que le habia tratado cuando se insultaban a distancia, le hizo decidir que solo habia una manera de obtener la informacion que queria.

Los labios de Ryden estaban pegados a los de ella antes de que pudiera detenerlo, lo cual no le impidio tratar de empujarlo. Pero con la falta de equilibrio debido a su pierna lesionada, no tuvo mucho exito.

– ?Basta! – ordeno inutilmente, cuando comenzo a besar su cuello. Nunca mas lo dejaria, no perderia el control como aquella noche.

– Solo cuando yo lo decida – Ryden dijo con voz ronca, demostrando que nada lo detendria.

Jennifer lo empujo con fuerza y casi se cayo.

– Dejame tomarte – bromeo, mientras sostenia su brazo. No espero a oir el permiso, la recogio y la llevo a la cama.

– Quieres hacer el favor de… – Ella no completo la frase porque Ryden nuevamente la beso.

– Con mucho gusto. – El se aparto para responder y una vez mas, la beso mientras le acariciaba el hombro bajo su bata.

Cuando sintio las audaces manos hacia los pechos, la determinacion de Jennifer crecio.

– Eres un estupido.

– Besame, carino.

– ?Nunca! No es que…

Como aquella negacion lo desafiaba, Ryden invistio con mas codicia en los labios temblorosos que via frente a los suyos.

Jennifer no pudo precisar el tiempo que paso concentrada en no ceder. Con cada beso, cada caricia, penso en dejar de seguir luchando, sin embargo, esperaba que pronto se cansaria, admitiendo su derrota. Sin embargo, Ryden no se detuvo. Las emociones empezaron a confundirse y Jennifer sintio brotar en su corazon el mismo fuego que la habia invadido una vez.

No podia negarse a si misma que ardia de deseo por Ryden, perdio las fuerzas, dejo de luchar. Despues de todo, era un ser humano…

Al sentir de nuevo el contacto de sus labios, no los rechazo. Mas bien al contrario, voluntariamente los recibio, en sumision e invitacion. Perdio todo sentido de la realidad, olvidandose de todo, excepto de las caricias y los besos interminables y sedientos que tanto deseaba.

Sorprendido, Ryden aparto su rostro por un segundo y Jennifer se sobresalto, pensando que la iba a castigar, abandonandola. En un impulso, lo abrazo, hundiendo los dedos en su suave pelo, ofreciendole la boca para que la besara de nuevo.

Ryden correspondio, tan descontrolado como ella. Deslizo su mano hacia sus pechos firmes, acariciandolos.

– ?Oh, Ryden – susurro Jennifer, sintiendo todo el cuerpo palpitar a medida que las caricias se volvieron mas y mas exigentes.

Habia perdido casi la razon, entregandose a las emociones, cuando, con cuidado, el levanto su bata y empezo a recorrer su cuerpo con sus labios, besandolo suavemente.

Estaba a punto de pedir que la poseyese, cuando la mano de Ryden comenzo a tocar su vientre, el sexo y los muslos suaves.

– ?Oh, Ry… – Susurro, su respiracion entrecortada, sin darse cuenta de que habia pronunciado el nombre de la forma en que solo le llamaba Noel.

No tardo mucho en darse cuenta de que habia cometido un terrible error. Las caricias cesaron casi de inmediato, Ryden estaba de pie junto a la cama.

Jennifer tardo en darse cuenta de los hechos, todavia tenia un brillo de pasion en sus ojos cuando se volvio hacia el. Para su sorpresa, no vio el mismo deseo reflejado en los de el. Aquella constatacion la llevo de regreso a la realidad.

No habia ninguna emocion impresa en su rostro, no habia nada, solo frio. La misma expresion distante que estaba acostumbrada. No queria creer lo que los ojos de Ryden le decian, no se conformaba.

Sin embargo, se vio obligada a escuchar las palabras pronunciadas con desprecio.

– Tu eres la misma persona que casi fue mia en mi apartamento en Londres, querida. Acabo de probarlo. Como tambien esta claro que Noel no es el unico hombre para ti, como insistes en afirmar.

Lo que Jennifer sentia por Ryden haria que correspondiese a cualquier deseo de el, sin embargo, la atmosfera magica habia sido destruida. La insensibilidad del hombre habia transformado un acto de amor en algo vil, mezquino.

Estaba cerrada con una llave de oro.

– Serias mia y de cualquier otro, si pudieras tomar ventaja de ello, Gypsy.

Jennifer no podia verlo salir de la habitacion. Sus ojos estaban turbados por las lagrimas que comenzaron a brotar, incontrolables.

Una hora mas tarde, Jennifer todavia sentia los efectos de esa escena que degradante en la que participara. El unico consuelo era saber que, a pesar de haber llegado al punto en que habia llegado, Ryden no habia obtenido ninguna prueba del secreto de sus verdaderos sentimientos. Estaba protegida.

Despues de un tiempo, el dolor estaba siendo reemplazado por la rabia, pensando en como habia sido de

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