– Ahora que los dos trabajadores se fueron de casa, nos podemos concentrar en usted.

Despues de cambiar los vendajes y vestirse, lista para bajar a pedir disculpas a la senora de la casa por permanecer alli todavia. Pero la anfitriona ni siquiera escucho sus explicaciones.

– Tonterias, querida. Yo misma pedi a Ryden anoche que fuese a invitarla, con el fin de reforzar la invitacion que le hizo el otro dia. Me encanto cuando, esta manana, me dijo que habia aceptado.

' La Sra. Kilbane no conoce los hechos,' Jennifer penso con ironia. A sus ojos, Ryden le hizo una invitacion con extrema amabilidad…

No toco el tema de nuevo cuando la anfitriona fue a reunirse con ella en el jardin. La conversacion tomo otro rumbo:

– Clifton esta en el garaje, tocando chismes debajo del coche creo que de alguna manera le alivia la frustracion, por su parte de no poder conducir.

Jennifer entiende muy bien la actitud del Sr. Kilbane. Nada mas molesto que sentirse inutil, incapaz de realizar actividades.

– Y usted no conduce? – Le pregunto a Veronica.

– Nunca consegui ser una buena conductora. Mi esposo jura que su cabello era del color del Ryden, antes de tratar de ensenarme a conducir. Afortunadamente para la hipertension Clifton me di por vencida.

Como habia mucho de que hablar porque habia gran afinidad entre las dos, a las seis y media todavia estaban en el conversando con entusiasmo en el jardin. En los pocos momentos que estaban en silencio, su mente vagaba y Jennifer volvia a concentrarse en Ryden. Recordo el pelo negro que su madre se referia y que no los veria antes del viernes. Penso que deberia haber regresado a su casa.

Le gustaria partir antes de su llegada, pero teniendo en cuenta que Stanton Verney estaba a algunos kilometros de distancia, era demasiado lejos para ir caminando, sobre todo con la pierna lesionada, llego a la conclusion de que tenia un problema dificil.

Se pregunto si el ama de llaves sabria si habia alguna posibilidad de que el Sr. Kilbane le prestara el coche, cuando el sonido de alguien que se acercaba interrumpio su linea de pensamientos.

Como ella se volvio hacia la direccion desde la que venian los pasos, penso que debia estar con alucinaciones. Vio a Ryden vestido con un traje gris con un maletin en la mano como si acabara de salir de la oficina. Esa vision le causo un shock, ya que pensaba que nunca mas lo encontraria. Las emociones se mezclaron, pero su corazon se desbordo de alegria.

Jennifer estaba tan feliz con esta repentina llegada que no se dio cuenta de la mirada que la senora Kilbane le dirigio cuando se volvio a devolverle el libro, que con el susto, habia dejado caer al suelo.

Si su amable anfitriona tenia alguna duda sobre los sentimientos que su huesped tenia para su hijo mayor, y viceversa, ahora la habia perdido. Se dirigio a Jennifer con una expresion traviesa en su rostro.

– Pocas veces Ryden llega a casa la noche del lunes. Creo que tiene algo que ver con el hecho de que estas aqui, ?eh?

Jennifer estaba tan angustiada que no oyo la pregunta. Cara a cara con Ryden, despues de haber pasado el dia pensando en el, la hizo olvidar incluso el dolor que sintio la ultima vez que hablaron. Por un momento llego a creer que la sospecha de la Sra. Kilbane tenia fundamento y cuando se paro cerca de ellas, no pudo evitar una sonrisa llena de ternura. Sus ojos verdes continuaron brillando cuando lo saludo pensando que su corazon iba a explotar, cuando la miro durante unos segundos que parecieron horas.

Antes de que Jennifer se pudiese rehacer de la conmocion y consiguiese hablar, Ryden se dirigio a su madre de una manera casual:

– ?Donde esta Noel?

– ?Noel? – Se Sorprendio Sra. Kilbane.

– ?No volvio a casa?

Ella nego con un movimiento de cabeza.

– ?Deberia estar de vuelta?

– Bueno – Ryden se mostro desconcertado – es que salio de la oficina antes y el pense…

Todo lo que hubiese imaginado, Jennifer no queria saberlo. Al escuchar esas palabras fue como si recibiera una corriente de agua fria sobre sus fantasias. La sonrisa desaparecio cuando se dio cuenta de su propia ingenuidad. Era una completa por pensar que Ryden cambiando sus habitos a causa de ella. Era por cauasa de Noel por lo que habia regresado, con el unico proposito de asegurarse de que su adorado hermano pequeno no volviese a caer en las garras de la que consideraba la mas baja de las criaturas, cuando volvio en si, la senora Kilbane comento.

– Solo nosotros cenaremos a las siete y media. ?Quien sabe si Noel llegara?

Jennifer penso que el momento seria propicio para dar a Ryden la impresion de que aquella sonrisa de bienvenida habia sido dirigida por consideracion absoluta a su madre. Ella lo miro con frialdad.

– Habida cuenta de que Noel no advirtio que venia, puede ser que tenga una reunion con cualquier persona en cualquier otro lugar. – Dijo Ryden.

La cena no fue muy agradable para Jennifer. Cada vez se hizo mas dificil de disimular la decepcion de constatar que Ryden, aun tomandola por otra persona, ni siquiera la habia aceptado como una cunada. Despues de todo, el habia tenido tiempo suficiente para conocerla y descubrir por si mismo que no pertenecia a la misma categoria de las mujeres, como los Gypsy.

Hizo su mejor sonrisa y charla durante la comida para que nadie se diera cuenta de los tiempos dificiles que pasaba. Sin embargo, una vez que la cena termino, se sintio impotente para seguir representando, como lo habia hecho la noche anterior.

Antes de que pudiera comunicar la decision de retirarse, oyo a la duena de la casa diciendo que ella y su marido estaban siguiendo una serie en la television y que, para no molestar a los demas la verian en la sala de la chimenea.

Al darse cuenta de la intencion de la gentil dama, de jugar a cupido, pues era obvio que no seria tan desconsiderada como para imponerles su compania, Jennifer estaba agradecida. Sin embargo, sabia que no iba a ser un buen intento.

Sonrio avergonzada y les deseo un buen programa. Estaba convencida que Ryden tambien se habia dado cuenta del proposito de su madre, trato de no pasar demasiado tiempo a solas con el, esperando apenas que saliesen para levantarse.

Se dirigio a la puerta sin decir buenas noches. Pero como caminaba muy lentamente, cuando llego a la puerta, Ryden ya la habia abierto. Cojeando por delante de el y continuo hacia la escalera, al darse cuenta de que estaba siendo seguida.

Trato de hacerle morder el anzuelo:

– Mi hermano no llego a tiempo para la cena.

– Me di cuenta.

La mirada de Ryden fue la unica pista de Jennifer para entender como se habia decepcionado con su laconica respuesta.

– Eso significa que estas segura.

– ?Como es eso?

Aunque decepcionado con la reaccion pasiva de ella, Ryden dijo:

– Podria haber ido a buscar a alguien.

– Entonces, buena suerte para el. – Como sabia exactamente donde y con quien estaba Noel, Jennifer sonrio.

Ryden estaba molesto con esta actitud indiferente, demostrada por la forma en presionaba los maxilares. Jennifer notaba que en cualquier momento se enervaria otra vez, y decidio subir a su cuarto. Sin embargo, el la sujeto por el brazo.

Viendose obligada a detenerse, se volvio impaciente.

– Parece que no tienes suerte, ?verdad? – Comenzo el. – El plan para ganarte al accionista mayoritario, se fue cuesta abajo… – Jennifer intento soltarse y la mantuvo con mas fuerza. – Y perdio la oportunidad de contentarse con el gerente de ventas.

Jennifer hizo lo posible para mantener la calma y respondio con cinismo:

– En ese caso, sera mejor irme a casa. ?No crees?

Al oir estas palabras, Ryden se puso furioso, la lanzo con brutalidad y se volvio. Antes de salir, sin embargo,

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