Nona?

– Ahora no -contesto-. Buenas noches, querida.

Farran durmio mejor esa noche que lo que habia dormido desde hacia dos semanas. Sin embargo, a la manana siguiente desperto temprano, para banarse y vestirse con rapidez. Stallard tenia que recorrer largo camino para llegar a Londres y queria verlo antes de que se fuera a su oficina.

Pero al bajar a la cocina se percato de que Stallard desperto aun mas temprano. Ya bebia una taza de cafe y leia el periodico.

– Buenos dias -saludo la joven cuando Stallard bajo el periodico para verla.

– Buenos dias -volvio a ver el periodico.

Farran se percato de que Stallard habia vuelto a llenar la cafetera para ella, y la encendio. Luego, preparo el potaje para Nona y empezo a hacerse un huevo tibio. Se pregunto si debia hacerle el desayuno a Stallard. Lo miro con disimulo y se sobresalto al darse cuenta de que ya no leia el periodico sino que observaba con detenimiento cada movimiento de ella.

– Este… ?a que hora te vas? -pregunto para ocultar su momentanea timidez.

– ?Intentas deshacerte de mi? -inquirio con sorna y Farran sintio un gran amor por el. Eso era lo ultimo que queria pero, como el no debia saber lo mucho que significaba y que le importaba volverlo a ver, hablo con naturalidad.

– No -intento implicar que no le importaba si se quedaba o no y prosiguio-: Lo que pasa es que, como tienes que atender un negocio…

– Espero que el negocio pueda sobrevivir un par de dias sin mi -interrumpio Stallard con suavidad.

El corazon de Farran le dio un vuelco al oir que Stallard insinuaba que se quedaria en Low Monkton un par de dias. Tuvo grandes dificultades para mantener su rostro impasible pero, al preparar la bandeja del desayuno de Nona, penso que lo habia logrado. Tomo una flor de las que habia en un jarron en el alfeizar de la ventana y la coloco en la bandeja.

Tomo la bandeja y se dirigio a Stallard, quiza porque el ya la habia ayudado antes con bandejas.

– Bueno, se util: llevale esto a Nona.

En ese momento supo que se enfureceria, pues no era un hombre a quien le gustara recibir ordenes. Stallard se acerco a la chica, miro la bandeja y la flor y clavo la vista en los ojos de la joven.

– Que bonito -comento con un murmullo y Farran no logro evitar sonrojarse. Se dio cuenta de que Stallard la vio ruborizarse y este continuo-: Me referia al arreglo de la bandeja.

Farran aparto la bandeja y hablo con aspereza.

– ?A que otra cosa podrias referirte? -se hubiera marchado de no ser porque Stallard la hizo levantar la barbilla con un dedo.

– Sin embargo, si hablara de ti, mi querida Farran -los ojos grises miraron los cafes temerosos de la joven-, habria usado la palabra 'hermosa'.

El corazon de la chica le dio otro vuelco y esta penso que ya nunca mas le latiria con normalidad. Nunca supo como logro aparentar frialdad.

– De todos modos, te prepararas tu mismo el desayuno.

Su corazon siguio inundado de alegria cuando Farran lo oyo reir y le llevo el desayuno a Nona. Estaba feliz por estar bajo el mismo techo que el y eso la alegro en todo lo que hizo durante las horas siguientes. Estuvo consciente de que Stallard hizo unas llamadas de negocios mientras ella iba a ver como seguia Nona.

– Estoy fresca como una lechuga -declaro Nona y amenazo-: Creo que voy a levantarme.

Despues de prometer que le haria su pollo favorito para la comida, Farran logro que la senorita se quedara en cama y ella volvio abajo.

Contenta, limpio la sala de estar y empezo a escribir una lista para ir de compras. Estaba inmersa en los ingredientes del pollo, cuando Stallard se le acerco por detras para ver que hacia, emocionandola mucho.

– ?Todo eso es para hoy?

– Solo son unos cuantos viveres -comento la chica.

– Yo ire de compras, si quieres -se ofrecio, pero Farran penso que no seria una buena idea, ya que no parecia haber ido al mercado nunca, y le sonrio.

– Estoy segura de que Nona preferiria que la acompanaras -comento con tacto y, al ver su maravillosa sonrisa, se dio cuenta de que no lo enganaba ni un momento.

Farran tardo un poco mas de tiempo con las compras, debido a que ese dia habia un invitado muy especial en casa. Una vez que acabo, se apresuro a llegar a casa, pero tuvo que reconocer que el motivo no era Nona.

Como de costumbre despues de ir de compras, descargo las bolsas en la puerta principal. Y esta vez, gracias al ansia que la invadia de entrar en la casa, no metio el auto en la cochera sino que lo estaciono junto al de Stallard.

Sin embargo, se olvido del auto por completo una vez que entro en la casa y oyo voces provenientes de la sala de estar. Nona, a riesgo de perder una suculenta comida, se habia levantado de la cama.

Farran dejo las bolsas de la compra en la cocina y fue a la sala de estar. Consciente de que Stallard estaba sentado frente a Nona, le hablo con dureza fingida a esta ultima.

– ?Acaso sirve de algo decirle que descansara mejor en su cama que aqui?

– Stallard ya me dijo todo eso -sonrio Nona y no mostro ningun arrepentimiento al preguntar-: ?Acaso comere solo pan y agua?

Farran se rio y al regresar a la cocina, oyo como Nona le explicaba a Stallard que habia intentado mantenerla en cama valiendose de un soborno alimenticio.

La comida fue esplendida y muy alegre. Nona comio muy bien y la conversacion se mantuvo viva y animada. A veces, mientras Nona se dirigia a ella, Farran se percataba de que Stallard la miraba y tuvo que hacer un esfuerzo para limitar el numero de veces que lo observo.

Cuando Nona fue a su silla favorita en la sala de estar, Farran sintio que su felicidad se desbordaba cuando Stallard empezo a limpiar la mesa.

– Puedo hacerlo sola -le parecio que era cortes protestar, pero se dio cuenta de que Stallard tambien podia ser muy considerado cuando lo oyo comentar.

– ?Adonde mas puedo ir para no molestar a Nona mientras duerme su siesta?

Farran estuvo en el quinto cielo cuando Stallard la ayudo a lavar los platos. Estaba tan enamorada de el que no logro hallar un tema de conversacion. Por fortuna, Stallard le anuncio que, como al parecer ni ella ni Nona hacian nada para encontrar ayuda domestica, el hablo esa manana por telefono a un anuncio del periodico local.

– No es necesario -protesto la chica.

– Claro que lo es -replico el. Farran se dio cuenta de que no se quejaba de que la casa estuviera sucia, sino de que le pagaba por hacer ese trabajo.

Al recordar el cheque que le dio, se pregunto si tambien pagaria el salario de la afanadora. ?Acaso el pagaba todas las cuentas? Pero no era una pregunta que le podia hacer. En ese momento, todos sus pensamientos acerca de Nona y sus necesidades desaparecieron al oir la voz de Stallard.

– ?Seria impertinente preguntarte si tu amigo Watson ha venido a comer recientemente?

A Farran le parecio que nunca antes Stallard se preocupo de ser impertinente, pero contuvo cualquier replica acerba pues no queria romper la armonia que sentia entre ambos.

– Solo vino una vez… esa vez de la que Nona te informo -contesto-. Quiza no vuelva a ver a Andrew en mas de un ano.

– ?Y te molesta eso?

Farran estuvo a punto de preguntarle si no tenia amigas que no fueran mas que hermanas para el, pero se percato de que seria una pregunta tonta, pues estaba segura de que no era asi. Como no queria romper la armonia existente, le dio una explicacion sencilla.

– Considero a Andrew de la misma forma que consideraria a un hermano… si tuviera uno.

Hubo una breve pausa.

– ?Eres hija unica? -pregunto Stallard.

Durante el tiempo que limpiaron la cocina y lavaron la loza, Stallard le hizo preguntas acerca de ella y su familia y Farran tambien lo interrogo a su vez. Cuando la cocina estuvo limpia y se reunieron con Nona en la sala de estar, Farran penso que, no sabia gran cosa ademas de lo que ya conocia. Si sus calculos eran correctos, a

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