fuerza y la beso.
No hubo suavidad en el beso, solo furia. Farran lucho para liberarse.
– No -logro exclamar de nuevo cuando Stallard se separo un momento de ella. Pero la separacion fue solo momentanea, pues volvio a besarla y, con una fuerza superior a la suya, la condujo hacia donde queria.
El hecho de que ese lugar fuera la cama, solo aterro mas a la joven.
– Detente -ordeno cuando el la empujo sobre el colchon, pero, debido a que en su interior solo habia contradicciones, su voz apenas fue audible.
De todas maneras, Stallard no parecio oir su protesta. De nuevo capturo su boca con la suya y evito que escapara al yacer sobre ella.
De todos modos, Farran intento alejarse, pero cuando su cuerpo se movio contra el suyo, lo unico que paso es que se dio cuenta de que solo le provocaba un deseo mayor a Stallard.
– Sigue asi, linda -apreto los dientes-, y puede ser que te viole.
– ?Ja! -se burlo ella pero era solo fingimiento y se inmovilizo.
De pronto, toda la agresion parecio desaparecer en Stallard, sus besos se suavizaron y Farran descubrio que dejaba de forcejear contra el. Toda su voluntad de luchar contra Stallard se desvanecio.
Quiso decirle que 'no' de nuevo, pero cuando la beso con gentileza otra vez, casi a modo de disculpa, olvido lo que tuvo intencion de decirle.
– ?Stallard! -jadeo con suavidad cuando sus bocas se separaron y el la toco con ternura y sus ojos grises miraron con calidez los suyos.
– Farran -su voz estaba ronca y le volvio a separar los labios con los suyos. Transfirio sus besos a su mejilla y le acaricio el cuello.
Farran, con el deseo de besarlo en la boca, lo abrazo. Sintio que la acariciaba desde el cuello al seno y se aferro a Stallard con un movimiento convulso.
La beso de nuevo y ella le entrego sus labios y se arqueo para acercarse mas; lo oyo grunir. Farran se olvido de todo menos de el y le devolvio beso por beso. Una gran felicidad la invadio al sentir sus besos en el cuello y detras de las orejas.
La siguiente vez que le acaricio el seno, Farran gimio de la impresion, ya que, sin que se percatara de nada, estaba ocupada en devolverle los besos. Stallard le desabrocho la blusa y ahora tenia los dedos en el sosten de la chica.
Desesperada, al sentir como su pasion crecia, Farran lo asio con fuerza de los hombros. No protesto cuando Stallard le desabrocho el sosten. Suspiro de placer al sentir que su mano se amoldaba a su seno.
– Stallard -exclamo con voz ronca.
Lo deseo como nunca cuando Stallard inclino la cabeza y le beso la punta sonrosada del seno.
Farran estaba atrapada en un torbellino de deseo cuando, mientras Stallard le besaba y acariciaba los senos, sintio que con la otra mano el le desabrochaba los pantalones. Entonces, aun cuando no quiso negarle nada, una timidez repentina la invadio cuando Stallard le toco el plano estomago.
No tuvo que preocuparse. Cuando se movio por instinto, tal vez Stallard lo interpreto como rechazo o tal vez tuvo la intencion de rechazarla desde siempre, Farran ya no estaba segura de nada; de cualquier manera, en el instante en que sintio la mano de Stallard en la piel sedosa de su vientre plano… todo termino.
Farran no entendio que sucedia cuando Stallard le quito las manos de encima y se puso de pie, con movimientos bruscos.
– Cubrete, Farran -ordeno desde su posicion cerca del tocador-. No queremos que te de pulmonia, ?verdad?
Su tono de voz, como un balde de agua fria, hizo que Farran recobrara la sensatez y que se cubriera con la blusa los senos hinchados y expuestos. Se levanto de la cama. Se estaba abrochando los botones cuando empezo a entender sus palabras y su tono de voz sarcastico; se estremecio.
– ?Que…?
– Demonios, Farran -prosiguio cuando la joven lo miro sin entender-, ?acaso he cometido un error?
Lo miro con fijeza, oyo su voz con burla y volvio a la realidad. Empezo a darse cuenta de que, por muy doloroso que fuera, ella se perdio a todo menos a sus besos y caricias, y Stallard solo tuvo la intencion de excitarla para luego abandonarla.
– ?Error? -repitio, llena de furia una vez mas.
– Asumi que tu interes materialista estaba dirigido hacia el pobre medico -reto-. ?Cuanto me equivoque, querida Farran! -se burlo, pero prosiguio con agresion-: Estas en busca de un pez mucho mas gordo de lo que el es -declaro con dureza.
Farran inhalo hondo y apenas pudo creer que despues de la ternura compartida, pudiera hablarle asi. Su furia se salio de control y de pronto, contuvo su dolor para enojarse.
– ?Dios mio! Jamas me casaria contigo, Stallard Beauchamp, aun si…
– ?Casarte! -interrumpio, pasmado-. ?Quien rayos hablo de casamiento? -inquirio y, mientras Farran se daba cuenta de que para el el matrimonio era mucho mas alarmante que emocionante, Stallard se recupero de la impresion, se burlo y ridiculizo-: No esperes por mi, linda. No soy del tipo de los que se casan.
– Tu… -Farran empezo a hablar, acalorada, pero oyo con claridad la voz de Nona desde abajo. -No olvides mi tejido cuando bajes, Farran -pidio. Farran vio que la bolsa del tejido yacia en el suelo y fue a recogerla. Encaro a Stallard.
– Tomala -grito-. Necesito banarme para quitarme la sensacion de tus caricias antes de que pueda bajar por esa escalera -le lanzo el tejido y lo miro con rabia. Al ver como tensaba la mandibula, penso que habia herido a Stallard. Se dio cuenta de su equivocacion al ver que tan solo la miraba con enojo y salia de la habitacion.
Farran no corrio a darse un bano sino que permanecio de pie recordando la expresion pasmada de Stallard al oir hablar de matrimonio. ?Por que se le ocurrio hablar de casarse?
Apenada, herida, Farran estaba muy tensa. Con el corazon roto, se percato de que Stallard debio notar, gracias a su respuesta, que estuvo a punto de entregarsele. Peor aun, ?acaso se habia dado cuenta de que lo amaba? Ay, ?como podria mirarlo de nuevo a los ojos?
De pronto, el poco orgullo que le quedaba acudio en su ayuda. No tenia por que verlo de nuevo en su vida. Saco sus maletas y empezo a guardar sus pertenencias. Mas tarde, con un gran esfuerzo, bajo por la escalera sin hacer ruido con el equipaje.
En silencio paso frente a la puerta de la sala de estar y oyo el televisor encendido. Espero que el ruido ocultara su salida. Dio gracias a Dios por no haber metido el auto en la cochera; pero pasaron varios kilometros antes de darse cuenta de que… ?no era su auto! Era casi como si lo hubiera robado.
Recordo que Stallard pago ese auto y ya no le importo haberlo tomado. Un par de kilometros despues, Farran trato de reprimir su dolor ante la decepcion amorosa.
Cuando llego a Banford, aunque sabia que seguia enamorada de Stallard, con un resabio de enojo lo maldijo con desesperacion. ?Cerdo!, sollozo para sus adentros. ?Todo era por su culpa! No debio besarla. No debio… ?Maldito sea!
Farran abrio la puerta de su antiguo hogar cuando se percato de que, debido a estar tan molesta y triste por Stallard, se habia olvidado por completo de Nona.
Sin embargo, recordo que Stallard dijo que no iria a trabajar durante dos dias. ?Que el acompanara entonces a Nona!
– ?Farran! -sonrio su padrastro al verla-. Que bueno que estas en casa. ?Te quedaras esta vez?
– Si, tio Henry. Esta vez me quedo -lo abrazo.
Llevo sus maletas a su habitacion y mantuvo a Stallard lejos de sus pensamientos, al intentar dilucidar si debia escribirle una carta a Nona y que pasaria con su hermanastra cuando supiera lo que hizo.
Sin embargo, cuando Georgia llego del salon de belleza, Farran se alegro al descubrir que su hermanastra era menos dura que antes.
– ?Que haces aqui? -esa fue la primera pregunta de Georgia.
– ?Yo…? -de pronto, perdio la voz en un sollozo y aparto la vista.
– Linda -exclamo Georgia pues era la primera vez en anos que veia en ese estado a Farran-. Esto es mucho peor que lo del tipo de Hong Kong, ?verdad? -fue muy intuitiva.
– Creo que he aprendido la diferencia entre el amor y el enamoramiento -tartamudeo Farran.
– ?De quien se trata?