Greta me recibio con una bienvenida de heroe conquistador. Me cubrio de besos, de abrazos y felicitaciones. Quiero mucho a Greta. Hay personas que sabes que son buenas y ya esta, que siempre estan a tu lado. No abundan. Pero existen. Greta interceptaria una bala por mi. Eso hace que tenga ganas de protegerla. En eso me recuerda a mi hermana.

– ?Donde esta Cara? -pregunte.

– Bob se ha llevado a Cara y a Madison a Baumgarfs a cenar. Estelle estaba en la cocina, llenando la lavadora.

– Esta noche tengo que salir -le dije.

– Esta bien. Cara puede dormir en casa -intervino Greta.

– Gracias, pero preferiria que durmiera en casa esta noche.

Greta me siguio al estudio. Se abrio la puerta principal y entro Bob con las dos ninas. De nuevo me imagine a mi hija saltandome al cuello y gritando «?Papa! ?Ya estas en casa!». No fue lo que paso. Pero si que sonrio y se acerco a mi. La levante y la bese con ganas. Ella no dejo de sonreir, pero se froto la mejilla. Bueno, que se le va a hacer.

Bob me dio una palmada en la espalda.

– Enhorabuena por el juicio -dijo.

– Todavia no ha terminado.

– Eso no es lo que dicen los medios. Al menos asi te quitaras de encima a Jenrette.

– O se volvera mas feroz.

Palidecio un poco. Si Bob participara en una pelicula, seria el tipo republicano rico y malo. Tiene la piel rojiza, las mejillas gruesas, los dedos cortos y mochos. Este es otro ejemplo de lo enganosas que pueden ser las apariencias. El entorno familiar de Bob era totalmente trabajador. Estudio y trabajo mucho. No le habian regalado nada y nada le habia resultado facil.

Cara volvio a entrar en la habitacion con un DVD en la mano. Lo llevaba levantado como si fueran una ofrenda. Cerre los ojos y recorde que dia de la semana era y me maldije a mi mismo. Despues dije a mi hija:

– Es la noche de cine.

Ella seguia alzando el DVD, con los ojos muy abiertos. Sonreia. En la tapa habia una peli de dibujos animados o animada por ordenador, con coches parlantes o animales de granja o animales de zoologico, algo de Pixar o Disney, algo que ya habia visto cien veces.

– Exacto. ?Haras palomitas?

Me arrodille para estar a su nivel y le puse una mano en cada hombro.

– Carino, papa tiene que salir esta noche -dije.

Ninguna reaccion.

– Lo siento, cielo.

Espere las lagrimas.

– ?Puede verla Estelle conmigo?

– Claro, hija.

– ?Y puede hacer palomitas?

– Por supuesto.

– ?Bien!

Yo me esperaba un ataque de mal humor, pero nada.

Cara se marcho y yo mire a Bob. El me miro como diciendo: «Ninos, ?que se le va a hacer?».

– Por dentro -dije, senalando a mi hija-. Por dentro esta destrozada.

Bob se rio y en ese momento sono mi movil. La pantalla solo decia NUEVA JERSEY, pero reconoci el numero y me sobresalte un poco. Descolgue y dije:

– Diga.

– Muy bonito lo de hoy, estrella del dia.

– Senor gobernador -dije.

– No es correcto.

– ?Disculpa?

– Lo de senor gobernador. A un presidente de Estados Unidos puedes dirigirte correctamente como senor presidente, pero a los gobernadores se les llama simplemente gobernador o por su apellido, por ejemplo, gobernador Semental o gobernador Iman para las Chicas.

– Ah, ?que tal gobernador Compulsivo Anal? -intervine.

– Ahi esta.

Sonrei. Durante mi primer ano en Rutgers, conoci a Dave Markie (ahora gobernador) en una fiesta. Me intimido. Yo era hijo de inmigrantes. Su padre era senador de Estados Unidos. Pero eso es lo bonito de la universidad. Se hacen extranas alianzas. Acabamos siendo amigos intimos.

Los adversarios de Dave no olvidaron airear esta amistad cuando me nombro para mi actual puesto de fiscal del condado de Essex. El gobernador se encogio de hombros y siguio adelante. Yo ya habia conseguido buena prensa y a riesgo de preocuparme por lo que no deberia preocuparme, el dia de hoy podia haber contribuido a mis posibilidades de llegar a obtener un escano en el Congreso.

– Bueno, menudo dia, ?eh? Bien, bien, Cope, Cope, no hay quien lo pare. ?Es tu cumpleanos, Cope?

– ?Intentas atraer votantes aficionados al hip-hop?

– Intento entender a mi hija adolescente. En fin, felicidades.

– Gracias.

– De todos modos sigo sin hacer comentarios de este caso.

– No te habia oido decir «sin comentarios» en la vida.

– Por supuesto que si, pero de formas creativas: creo en nuestro sistema judicial, todos los ciudadanos son inocentes hasta que se demuestra su culpabilidad, las ruedas de la justicia giraran, no soy juez y jurado, debemos esperar a conocer todos los hechos.

– Estereotipos para no comentar.

– Estereotipos de sin comentarios y de todos los comentarios -corrigio-. Bueno, ?como va todo, Cope?

– Bien.

– ?Sales con alguien?

– A veces.

– Tio, eres soltero. Eres guapo. Tienes dinero en la cuenta. ?Ves adonde quiero ir a parar?

– Eres sutil, Dave, pero creo que te sigo.

Dave Markie siempre habia sido un mujeriego. Fisicamente no estaba mal, pero lo que si tenia era un don para ligar que podia cualificarse tirando por lo bajo como irresistible. Tenia esa clase de carisma que hacia que todas las mujeres se sintieran como si fueran la persona mas hermosa y fascinante del mundo. Era todo una comedia. Solo queria llevarlas a la cama. Ni mas ni menos. Aun asi, jamas he conocido a nadie mejor ligando.

Por supuesto ahora Dave estaba casado y tenia dos ninos bien educados, pero no me cabia ninguna duda de que seguia teniendo sus ligues. Algunos hombres no pueden evitarlo. Es instintivo y primitivo. La idea de que Dave Markie no le tirara los trastos a una mujer era sencillamente un anatema.

– Buenas noticias -dijo-. Voy a pasar por Newark.

– ?Para que?

– Newark es la ciudad mas grande de mi estado, por si no lo sabias, y yo valoro a todos mis electores.

– Ya.

– Y tengo ganas de verte. Hace mucho que no nos vemos.

– Estoy bastante ocupado con este caso.

– ?No puedes sacar tiempo para tu gobernador?

– ?Que pasa, Dave?

– Se trata de lo que hemos mencionado antes. Mi posible candidatura al Congreso.

– ?Buenas noticias? -pregunte.

– No.

Silencio.

– Creo que tenemos un problema -anadio.

– ?Que problema?

Su voz recupero la jovialidad.

– Puede que no sea nada, Cope. Ya hablaremos. Quedamos en tu despacho, a mediodia, ?vale?

– De acuerdo.

– Compra bocadillos de aquel local de Brandford.

– Hobby's.

– Ese. Los de pechuga de pavo con pan de centeno casero. Comprate uno para ti tambien. Hasta luego.

El edificio del despacho de Lucy Gold era un engendro en medio de un patio mas bien hermoso, una estructura «mod» de los setenta que supuestamente debia parecer futurista, pero la verdad es que a los tres anos de terminar su construccion ya habia pasado de moda. El resto de los edificios del patio eran de elegante ladrillo pero bastante faltos de hiedra. Aparque en el estacionamiento del rincon suroeste. Incline el retrovisor y entonces, parafraseando a Springsteen, mire mi cara en el espejo y quise cambiarme de ropa, de cabello y de cara.

Baje del coche y camine por el parque. Me cruce con docenas de estudiantes. Las chicas eran mucho mas guapas de lo que recordaba, pero eso seguramente se

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