– Buena pregunta.
Pense en lo que habia dicho Raya Singh acerca de que Lucy y yo habiamos mentido.
– ?Puedes preguntar a Ira?
– Lo intentare. No esta muy bien. Divaga bastante.
– Vale la pena intentarlo.
Lucy asintio, yo doble a la derecha y decidi cambiar de tema.
– ?Por que estas tan segura de que la senora Perez miente? -pregunte.
– Porque esta apenada, para empezar. ?Te has fijado en el olor? Eran velas. Iba vestida de negro. Tenia los ojos rojos, los hombros caidos. Todo coincide. Segundo, las fotos.
– ?Que pasa?
– No he mentido en eso. Es muy insolito tener fotos de la infancia de tus hijos y no tener ninguna de un hijo difunto. Esto solo no significaria mucho, pero ?te has fijado en los huecos? No habia suficientes fotos en esa repisa. Yo creo que ella ha retirado las fotos en las que aparecia Gil. Por si acaso pasaba algo como lo de hoy.
– ?Quieres decir por si aparecia alguien?
– No lo se exactamente. Pero creo que la senora Perez se estaba deshaciendo de pruebas. Creia que ella era la unica que tenia fotos que podrian utilizarse para identificar a su hijo. No se le ocurrio que tu pudieras conservar una foto de aquel verano.
Lo pense un momento.
– Todas sus reacciones han sido raras, Cope. Como si interpretara un papel. Miente.
– Por lo tanto la pregunta es: ?en que miente?
– En caso de duda, empezar por lo evidente.
– ?Y que es?
Lucy se encogio de hombros.
– Gil ayudo a Wayne a matarlos. Eso lo explicaria todo. Todos pensaban que Steubens tuvo un complice… si no ?como enterro tan rapidamente los cadaveres? Pero quiza solo fue un cadaver.
– El de mi hermana.
– Exacto. Despues Wayne y Gil lo escenificaron para que pareciera que Gil tambien habia muerto. Puede que Gil ayudara a Wayne. ?Quien sabe?
No dije nada.
– Si es asi, mi hermana esta muerta -dije.
– Lo se.
No dije nada.
– ?Cope?
– ?Que?
– No es culpa tuya.
No respondi.
– Si es culpa de alguien, es mia -dijo.
Pare el coche.
– ?Por que dices eso?
– Tu querias quedarte vigilando aquella noche. Querias hacer la guardia. Fui yo la que te engatuse para ir al bosque.
– ?Me engatusaste?
Ella no dijo nada.
– Estas bromeando, supongo.
– No -dijo Lucy.
– Podia pensar por mi mismo, Lucy. Tu no me hiciste hacer nada.
Estuvo un rato callada y despues dijo:
– Sigues culpandote.
Senti que apretaba las manos sobre el volante.
– No, ya no.
– Si, Cope, claro que si. Vamos. A pesar de este reciente descubrimiento, sabias que tu hermana tenia que estar muerta. Tenias la esperanza de tener una segunda oportunidad. Tenias la esperanza de poder redimirte.
– Esa licenciatura en psicologia tuya da mucho de si, ?eh? -le espete.
– No pretendia…
– ?Y tu que, Luce? -Mi voz fue mas mordaz de lo que habria querido-. ?Te culpas a ti misma? ?Es por eso por lo que bebes tanto?
Silencio.
– No deberia haber dicho eso -dije.
Su tono fue amable.
– No sabes nada de mi vida.
– Lo se y lo siento. No es asunto mio.
– Esas faltas por conducir en estado de embriaguez fueron hace mucho tiempo.
No dije nada. Ella giro la cabeza y miro por la ventana. Seguimos en silencio.
– Puede que tengas razon -dije.
Lucy siguio mirando por la ventana.
– Te dire algo que nunca le he dicho a nadie -continue. Senti que me ruborizaba y que casi se me saltaban las lagrimas-. Despues de esa noche en el bosque, mi padre nunca volvio a mirarme de la misma manera.
Lucy se giro a observarme.
– Puede que fuera cosa mia, claro, porque tienes razon: me culpaba hasta cierto punto. ?Y si no nos hubieramos ido? ?Y si me hubiera quedado en mi puesto? Puede que la expresion de mi padre fuera solo la de un padre totalmente hundido por la perdida de su hija. Pero siempre pense que habia algo mas. Algo casi acusador.
Lucy me puso una mano en el brazo.
– Oh, Cope.
Segui conduciendo.
– Puede que tengas parte de razon. Puede que necesite hacer las paces con el pasado. Pero ?y tu?
– ?Yo que?
– ?Por que quieres escarbar en esto? ?Que esperas conseguir despues de todos estos anos?
– ?Bromeas o que?
– No. ?Que buscas exactamente?
– La vida que tenia acabo aquella noche. ?No lo entiendes?
No dije nada.
– Las familias, incluida la tuya, arrastraron a mi padre a los tribunales. Nos arrebatasteis todo lo que teniamos. Ira no estaba preparado para un golpe asi. No pudo soportar la tension.
Espere a que dijera algo mas, pero no lo hizo.
– Esto lo entiendo -dije-. Pero ahora ?que buscas? En mi caso, como has dicho, intento rescatar a mi hermana. A falta de esto, intento descubrir que le sucedio. ?Tu que buscas?
No me contesto. Conduje un rato mas. El cielo empezaba a oscurecerse.
– No sabes lo vulnerable que me siento estando aqui -dijo.
No sabia muy bien como responder a esto, y me oi decir:
– Yo nunca te haria dano.
Silencio.
– En parte es porque me siento como si hubiera vivido dos vidas -dijo-. La de antes de aquella noche, en la que las cosas iban muy bien, y la de despues, en que las cosas no van bien. Vale, se que suena fatal. Pero a veces me siento como si aquella noche me hubiera empujado colina abajo y desde entonces no parara de rodar. A veces logro incorporarme, pero la colina es tan escarpada que nunca llego a recuperar el equilibrio del todo y entonces vuelvo a rodar ladera abajo. Asi que quiza… no lo se… pero quiza si descubro que paso realmente, si puedo extraer algo bueno de tantas cosas malas, dejare de rodar.
Era tan magnifica cuando la conoci… Deseaba recordarselo. Deseaba decirle que estaba siendo demasiado melodramatica, que seguia siendo preciosa, que profesionalmente le iba bien y todavia le esperaban muchas cosas buenas. Pero sabia que sonaria muy condescendiente.
Asi que dije:
– Es estupendo volver a verte, Lucy.
Cerro los ojos con fuerza, como si la hubiera golpeado. Pense en lo que ella habia dicho, que no queria sentirse tan vulnerable. Pense en aquel diario, en lo que decia de no haber encontrado nunca otro amor asi. Queria cogerle la mano, pero sabia que para los dos todo estaba demasiado en carne viva, hasta el punto de que incluso un movimiento como ese seria demasiado y al mismo tiempo no seria suficiente.