– Voy a conceder un par de dias a Keller para ver si se pone nervioso, y cuando llegue el momento le interrogas en serio. Esta manana queria decirme algo, pero no delante de su mujer. A lo mejor despues de que Sara haga la autopsia esta noche tenemos mas informacion.

– ?Vuelve esta noche?

– Si -contesto Jeffrey-. Esta tarde voy a buscarla.

– ?Como lo lleva?

– Es un momento dificil -dijo Jeffrey, y enseguida cambio de conversacion-. ?Donde esta Schaffer?

– Por aqui -le dijo Frank, abriendo las puertas de la salita-. ?Quieres hablar primero con su companera de habitacion?

Jeffrey iba a decirle que no, pero cambio de opinion al ver a la mujer que lloraba sentada en un asiento empotrado en la ventana, al final del salon. La flanqueaban dos chicas que intentaban confortarla. Parecian copias la una de la otra, ambas con el pelo rubio y los ojos azules. Cualquiera de ellas habria podido pasar por hermana de Ellen Schaffer.

– Senorita -dijo Jeffrey en un tono que pretendia ser consolador-. Soy el jefe Tolli…

La mujer le interrumpio con un sollozo.

– ?Es horrible! -grito la chica-. ?Esta manana estaba perfectamente!

Jeffrey le lanzo una mirada a Frank.

– ?Esa fue la ultima vez que la vio?

La chica asintio, moviendo la cabeza como si fuera un sedal.

– ?A que hora fue? -pregunto Jeffrey.

– A las ocho -dijo ella, y Jeffrey recordo que a esa hora el estaba con los Rosen-Keller.

– Tuve que ir a clase… -contesto la chica-. Ellen dijo que iba a acostarse. Estaba tan afectada por lo de Andy…

– ?Conocia a Andy Rosen? -pregunto Jeffrey.

En ese momento la chica volvio a prorrumpir en un sollozo, y su cuerpo se estremecio.

– ?No! -gimoteo-. Eso fue lo tragico. Estaba en su clase de arte, ?y ni siquiera le conocia!

Jeffrey intercambio una mirada con Frank. La policia se encuentra a menudo con gente que se siente mucho mas proxima a la victima de un crimen de lo que estaba cuando esta vivia. En el caso de Andy, supuestamente un suicidio, el melodrama se intensificaba.

– ?Asi que -comenzo Jeffrey- vio a Ellen a las ocho? ?La vio alguien mas?

Una de las chicas que estaban junto a la companera de habitacion de Ellen dijo:

– Todas tenemos clase a primera hora.

– ?Y Ellen?

Las tres asintieron al unisono.

– Igual que todas las de la residencia -aseguro una de ellas.

– ?Cual era su especialidad? -quiso saber Jeffrey, preguntandose si la chica tendria alguna relacion con Keller.

– Biologia celular -informo la tercera chica-. Manana tenia que entregar sus practicas de laboratorio.

– ?Tenia de profesor al doctor Keller? -pregunto Jeffrey.

Las tres negaron con la cabeza.

– ?Ese es el padre de Andy? -quiso saber, pero Jeffrey no contesto.

– Consigue copias de su horario y veamos que clases ha tenido desde que esta aqui -dijo a Frank. A las chicas les pregunto-:

– ?Ellen salia con alguien?

– Mmm -dijo la primer chica, mirando a sus amigas nerviosa. Antes de que Jeffrey intentara sonsacarla, contesto-: Ellen se veia con muchos chicos diferentes.

El enfasis queria decir miles.

– ?Alguno tenia algo contra ella?

– Claro que no -la defendio la primera chica-. Todos la adoraban.

– ?Visteis a alguien sospechoso merodeando por la residencia esta manana?

Las tres negaron con la cabeza. Jeffrey se volvio hacia Frank.

– ?Has interrogado a todo el mundo?

– No habia casi nadie -dijo Frank-. Estamos reuniendolos a todos. Nadie oyo el disparo.

Jeffrey levanto las cejas sorprendido, pero no comento nada delante de las chicas.

– Gracias por su tiempo -les dijo y les entrego su tarjeta por si recordaban algo mas que pudiera ser util.

Cuando Frank le condujo por el pasillo hasta la habitacion de Schaffer, situada en la planta baja, Jeffrey le pregunto:

– ?Que arma utilizo?

– Una Remington 870.

– ?La Wingmaster? -exclamo Jeffrey.

Se preguntaba que hacia una chica como Ellen Schaffer con un arma como esa. Se trataba de una escopeta de corredera, una de las armas mas populares utilizadas por los agentes de la ley.

– Practica el tiro al plato -dijo Frank-. Esta en el equipo.

Jeffrey recordo vagamente que Grant Tech tenia un equipo de tiro, pero no le cuadraba que esa rubia descarada que habia conocido el dia antes se dedicara al tiro al plato.

Frank le senalo una puerta cerrada.

– Esta ahi dentro.

Jeffrey no habia imaginado lo que se iba a encontrar al abrir la puerta, pero se quedo boquiabierto ante lo que vio. La muchacha estaba en el sofa; rodeaba la culata de la escopeta con las piernas. El canon apuntaba a la cabeza… o a lo que quedaba de ella.

Le llego un fuerte olor que le hizo llorar los ojos.

– ?Que es ese olor?

Frank senalo la bombilla desnuda que habia sobre el escritorio. Un trozo de cuero cabelludo estaba pegado al vidrio blanco, y el humo llegaba hasta el techo, como si el calor lo estuviera cociendo.

Jeffrey se cubrio la boca y la nariz con la mano. Se acerco a la ventana, abierta unos treinta centimetros. Daba a la parte de atras de la residencia, desde donde se veia el cesped y una glorieta en una zona pensada para sentarse. Mas alla habia un bosque estatal, y un camino que se adentraba en el y que probablemente utilizaban la mitad de los estudiantes del campus.

– ?Donde esta Matt?

– Haciendo preguntas por ahi -le informo Frank.

– Que busque huellas en esta ventana por la parte de fuera.

Frank llamo con su movil mientras Jeffrey estudiaba la ventana centimetro a centimetro. La inspecciono un minuto, pero no encontro nada. Estaba a punto de dar media vuelta cuando la luz se reflejo en una linea de grasa junto al pasador.

– ?Has visto eso? -pregunto.

Frank se acerco, doblando las rodillas para verlo mejor.

– ?Aceite? -pregunto, y a continuacion senalo hacia el escritorio que estaba junto al sofa.

Una escobilla metalica para la recamara, tela para los tacos y un pequeno frasco de aceite para limpiar armas marca Elton se alineaban sobre la mesa. En el suelo, un trapo que sin duda se habia utilizado para limpiar el canon de la escopeta estaba arrugado, formando una bola.

– ?Limpio la escopeta antes de pegarse un tiro? -pregunto Jeffrey, pensando que eso era lo ultimo que haria el.

Frank se encogio de hombros.

– A lo mejor queria asegurarse de que funcionaba bien.

– ?Tu crees? -pregunto Jeffrey, de pie delante del sofa. Schaffer vestia unos tejanos ajustados y una camiseta corta. Estaba descalza, y el dedo gordo del pie estaba atrapado en el gatillo. El sol que llevaba tatuado en torno al ombligo quedaba visible bajo un reguero de sangre. Las manos descansaban en la boca de la escopeta, probablemente para que apuntara a la cabeza.

Jeffrey se saco un boligrafo del bolsillo y aparto la mano derecha de la victima. La palma, alli donde se habia

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