– ?Hay algo mas?

Hare solto aire entre los labios, haciendo una pedorreta.

– Supongo que tu seguro cubre la negligencia profesional… Alargo tanto la pausa que Sara se sintio como si le diera un ataque al corazon. Sabia que le estaba tomando el pelo, pero, al igual que cualquier otro medico de Estados Unidos, las primas por negligencia de Sara eran mas elevadas que la deuda nacional.

– ?Y? -pregunto por fin Sara.

– ?Me cubre tambien a mi? -dijo Hare-. Porque como me pongan otra demanda, van a embargarme hasta la cuberteria que regalan en el super de propaganda.

Sara dirigio la mirada hacia las puertas de entrada. Para su sorpresa, Mason James avanzaba hacia ella acompanado de un nino de dos o tres anos al que llevaba de la mano.

– Tengo que irme -dijo Sara a Hare.

– Como siempre.

– Hare -dijo Sara cuando Mason se le acerco.

Por primera vez se dio cuenta de que Mason caminaba con una pronunciada cojera.

– ?Sssi? -pregunto Hare.

– Escucha -dijo Sara, sabiendo que lamentaria sus palabras-. Gracias por cubrirme.

– Siempre lo he hecho -contesto Hare con una risita al colgar.

Mason la saludo, y una afectuosa sonrisa ilumino su cara.

– Espero no interrumpirte.

– Era Hare -dijo, finalizando la llamada-. Mi primo.

Hizo ademan de levantarse, pero el le indico que siguiera sentada.

– Estas cansada -dijo, balanceando la mano del nino-. Este es Ned.

Sara le sonrio, y se dijo que se parecia mucho a su padre.

– ?Cuantos anos tienes, Ned?

Ned levanto dos dedos, y Mason se agacho para separarle otro.

– Tres -dijo Sara-. Estas muy grande para tu edad.

– Es muy dormilon -comento Mason, alborotandole el pelo-. ?Como esta tu hermana?

– Mejor -contesto Sara, y durante una fraccion de segundo penso que iba a echarse a llorar.

Aparte de las pocas palabras que le habia dicho a Sara, Tessa no hablaba con nadie. Se pasaba el tiempo despierta mirando absorta la pared.

– Todavia le duele mucho, pero parece que se esta recuperando bien -dijo Sara a Mason.

– Eso es estupendo.

Ned se acerco a Sara con los brazos extendidos. Sara atraia mucho a los ninos, lo cual resultaba muy practico, pues casi siempre los estaba hurgando y manoseando. Sara se metio el movil en el bolsillo de atras y lo cogio en brazos.

– Reconoce a una chica guapa nada mas verla -comento Mason.

Sara sonrio, haciendo caso omiso del cumplido mientras se colocaba a Ned en el regazo.

– ?Cuando te quedaste cojo?

– Me mordio un nino -le dijo, riendose de la reaccion de Sara-. Medicos Sin Fronteras.

– Guau -dijo Sara, impresionada.

– Estabamos vacunando ninos en Angola. Y una nina me mordio la pierna. -Se arrodillo para atarle el zapato a Ned-. Dos dias mas tarde hablaban de cortarme la pierna para detener la infeccion. -En sus ojos aparecio una mirada nostalgica-. Siempre pense que serias tu la que acabarias haciendo algo asi.

– ?Cortandote la pierna? -pregunto Sara, aunque sabia a que se referia-. En las zonas rurales falta personal medico -le recordo-. Mis padres dependen de mi.

– Tienen suerte de tenerte.

– Gracias -dijo Sara.

Era un cumplido que podia aceptar.

– No me puedo creer que seas forense.

– Papa dejo de llamarme Quincyl [3] despues del tercer ano.

Mason nego con la cabeza y se rio.

– Me lo imagino.

Ned comenzo a revolverse en el regazo de Sara, y ella le mecio sobre la rodilla.

– Me gusta la ciencia. Me gusta el reto.

Mason miro a su alrededor.

– Aqui tambien encontrarias muchos retos. -Hizo una pausa-. Eres una doctora brillante, Sara. Podrias ser cirujana.

Sara se rio, incomoda.

– Lo dices como si pensaras que me estoy anquilosando.

– No queria decir eso -explico Mason-. Creo que es una lastima que volvieras a Grant. -Para evitar malentendidos, anadio-: Tanto dan las razones.

Le tomo la mano al expresar su ultimo comentario y la apreto suavemente.

Sara le devolvio el apreton y le pregunto:

– ?Como esta tu esposa?

Mason se rio, pero no le solto la mano.

– Disfrutando de la casa, ahora que la tiene para ella sola y yo vivo en el Holiday Inn.

– ?Te has separado?

– Hace seis meses -dijo Mason-. Lo que hace que trabajar con ella sea bastante peliagudo.

Sara se dio cuenta de que tenia a Ned en el regazo. Los ninos comprendian mucho mas de lo que creian los adultos.

– ?Es definitivo?

Mason volvio a sonreir, pero Sara se dio cuenta de que sin ganas.

– Me temo que si.

– ?Y tu? -pregunto Mason, con un dejo nostalgico en la voz. Mason habia intentado volver con Sara despues de que ella se fuera del Grady, pero no habia funcionado. Sara queria cortar todos los vinculos con Atlanta para que le resultara mas facil vivir en Grant. Seguir viendo a Mason habria hecho que fuera imposible.

Busco una manera de responder a la pregunta de Mason, pero su relacion con Jeffrey era tan indefinida que se hacia dificil describirla. Miro hacia las puertas, intuyendo a Jeffrey antes de verlo. Sara se puso en pie, colocandose a Ned sobre los hombros con ambas manos.

Jeffrey no sonreia cuando llego junto a ellos. Parecia tan exhausto como agotada se sentia ella, y Sara se dijo que tenia las sienes un poco mas plateadas.

– Hola -dijo Mason, tendiendole la mano a Jeffrey.

Jeffrey la acepto, mirando a Sara de soslayo.

– Jeffrey -dijo, cambiando de posicion a Ned-, este es Mason James, un colega de cuando trabajaba aqui. -Sin pensarlo, le dijo a Mason-: Este es Jeffrey Tolliver, mi marido.

Mason se quedo tan estupefacto como Jeffrey, pero la expresion de ambos no se podia comparar con la de Sara.

– Encantado de conocerte -dijo Jeffrey, sin molestarse en corregir el error.

Tenia tal sonrisa de capullo que Sara estuvo tentada de hacerlo ella misma.

Jeffrey senalo al crio.

– ?Quien es?

– Ned -le dijo Sara, y se quedo sorprendida cuando Jeffrey extendio un brazo y le acaricio la barbilla a Ned.

– Hola, Ned -dijo Jeffrey, agachandose para mirarlo.

Sara se quedo atonita ante la desenvoltura de Jeffrey con el pequeno. Al principio de su relacion habian hablado sobre el hecho de que Sara no pudiera tener hijos, y ella a menudo se preguntaba si Jeffrey se reprimia a proposito cuando habia ninos cerca para no herir sus sentimientos. Sin embargo, ahora se divertia haciendo muecas graciosas para hacer reir a Ned.

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