Jeffrey parecio considerarlo.

– No podemos eliminar esa posibilidad, considerando lo que le hizo a su…

– Tal vez se las robo a Schaffer.

– El vello era castano oscuro -le dijo Jeffrey-. Schaffer era rubia.

Sara se rio.

– Yo no pondria la mano en el fuego.

Jeffrey permanecio un instante en silencio.

– Puede que Lena se acostara con Andy Rosen.

A Sara eso le parecio improbable, pero con Lena nunca se sabia.

– Cuando intente llevar a Lena a comisaria se interpuso un chaval. Un capullo que tenia pinta de ir aun al instituto. A lo mejor sale con el. Parecia que iban juntos -explico Jeffrey.

– ?Asi que se acostaba con Andy Rosen y salia con ese chico? -Sara nego con la cabeza-. Considerando lo que le paso hace un ano, no creo que este para tener muchos novios. -Cruzo los brazos y se reclino contra la portezuela-. ?Estas seguro de que las bragas eran suyas?

Jeffrey permanecio callado, debatiendo si contarle algo o no.

– ?Que pasa? -pregunto Sara.

Y al instante-:

– ?Jeff?

– Hay cierta… sustancia -dijo, y Sara se pregunto por que se mostraba tan reservado. Quizas el hecho de que Jeffrey conociera a Lena le impedia hablar con libertad, pues antes nunca se habia mostrado timido con esas cosas-. Aun cuando hubiera suficiente para hacer un analisis de ADN, no habra manera humana de que Lena nos de una muestra del suyo. Solo con que nos permitiera hacerle la prueba, podriamos eliminarla de la lista de sospechosos y habriamos acabado.

– Si ni siquiera fue a comisaria, no hay manera de que de sangre.

El tono de Jeffrey se hizo vehemente.

– Solo quiero que este libre de sospecha, Sara. Pero si ella no quiere ayudarse…

De inmediato Sara recordo haberle tomado muestras a Lena despues de la violacion, un ano atras. Pero esa informacion era confidencial, y Sara no veia de buen grado utilizar el ADN recogido durante aquella toma de muestras para relacionar a Lena con Andy Rosen. Hacerlo seria como una segunda violacion. Lena -y cualquiera- lo consideraria una traicion.

– ?Sara?

Ella nego con la cabeza.

– Solo estaba cansada -le dijo, intentando no recordar la noche en que le saco las muestras de ADN.

El cuerpo de Lena estaba tan lleno de heridas que habia necesitado siete puntos para coserle el culo. A causa de las drogas suministradas, Sara se habia visto obligada a administrarle un sedante muy ligero. Hasta el apunalamiento de Tessa, sacarle muestras de ADN tras la violacion habia sido el hecho mas horrible de la carrera medica de Sara.

– ?Y que demostraria si fuese el ADN de Lena? -pregunto Sara-. Acostarse con Andy Rosen no significa que tenga algo que ver con su muerte. Ni con el apunalamiento de Tessa.

– ?Y por que mintio?

– Mentir no la convierte en culpable.

– Segun mi experiencia, la gente solo miente cuando tiene algo que ocultar.

– Imagino que si se acostara con un estudiante perderia su empleo.

– Odia a Chuck. No creo que le importe una mierda perder el trabajo.

– En estos momentos no es tu admiradora numero uno -le apunto Sara-. Puede que haya mentido solo por jorobarte.

– No puede ser tan estupida como para obstaculizar una investigacion. No en un caso tan grave.

– Claro que si, Jeffrey. Esta furiosa contigo, y ha encontrado una manera de vengarse por haberla echado de…

– Yo no la…

Sara levanto las manos para hacerle callar. Habian discutido esa cuestion tantas veces que ya conocia el resto de la frase antes de que la pronunciara. Todo se reducia a que Jeffrey estaba furioso con Lena, y no queria admitir que gran parte de esa furia se debia a su decepcion. La reaccion instintiva de Lena habia sido odiar a Jeffrey con la misma virulencia. La situacion habria sido comica si Sara no se hubiera visto atrapada en medio.

– Sea cual sea el motivo, Lena no va a ceder un apice. Lo demostro sobradamente al no querer ir a comisaria -dijo Sara.

– Quiza deberia haberla abordado de otra manera -concedio Jeffrey, y, a juzgar por actuaciones pasadas, Sara se imagino que se habia portado como un asno-. Ese chico con el que estaba. Ese chaval.

Sara espero un instante, pero el tardo en hablar.

– Hay algo en el que no me gusto.

– ?El que?

– Parecia peligroso -dijo Jeffrey-. Diez contra uno a que tiene antecedentes.

Sara sabia que no debia apostar con el en cosas asi. Cualquier policia digno de ese nombre es capaz de reconocer a un ex convicto. Lo que provoco que ella le preguntara:

– ?Crees que Lena sabe que el chaval ha estado metido en lios?

– ?Quien sabe lo que le pasa por la cabeza?

Sara estaba perpleja.

– Me empujo -dijo Jeffrey.

– ?Que te empujo? -pregunto Sara, creyendo que lo decia en sentido figurado.

– Se me acerco por detras y me empujo.

– ?Que te empujo? -repitio, asombrada de que alguien cometiera tal estupidez-. ?Por que?

– Probablemente penso que estaba avasallando a Lena.

– ?Y lo hiciste?

El la miro, sintiendose insultado.

– Le puse la mano en el brazo. Se molesto. Aparto el brazo. Jeffrey se quedo mirando la carretera, en silencio-. Intentaba zafarse con tanta fuerza que se cayo al suelo.

– Lo que parece una reaccion bastante predecible.

Jeffrey hizo oidos sordos a su comentario.

– Ese chaval estaba dispuesto a plantarme cara. Un mequetrefe de mierda, probablemente pesa menos que Tessa.

Jeffrey nego con la cabeza, pero habia cierta admiracion en su tono. Pocas personas se atrevian a desafiarle.

– ?Por que no has comprobado si tiene antecedentes? -pregunto Sara.

– No se como se llama -dijo Jeffrey-. No te preocupes, los segui hasta un cafe. El chico dejo la taza en la mesa. La cogi para sacar las huellas. -Sonrio-. Dame un poco de tiempo y sabre todo lo que hay que saber de ese mangante.

Sara estaba segura de que lo sabria, y sintio lastima por el caballero andante de Lena.

Jeffrey volvio a quedarse callado, y Sara miro por la ventanilla, contando las cruces que senalaban los accidentes de trafico de la autopista. En algunas habia coronas de flores o fotografias de gente que Sara se alegro de no ver. Un osito de peluche colocado al pie de una pequena cruz le hizo mirar hacia delante, y el corazon se le desboco en el pecho. Los conductores que iban delante de ellos pisaron el freno, y ante ellos se encendieron las luces rojas. La autopista comenzaba a congestionarse a medida que se acercaban a Macon. Jeffrey se desviaria por la circunvalacion, pero a esa hora del dia lo mas probable era que se metieran en un atasco.

– ?Como estan tus padres? -pregunto Jeffrey.

– Furiosos -dijo Sara-. Furiosos conmigo. Contigo. No se. Mama apenas me habla.

– ?Te ha dicho por que?

– Solo esta preocupada -dijo Sara, pero a medida que permanecia mas tiempo con sus padres crecia la opresion que sentia en el pecho.

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